Correo y opinión

Soplo de aire fresco

jueves, 17 de enero de 2019 00:00
jueves, 17 de enero de 2019 00:00

La elección de César Luis Menotti como director de selecciones nacionales es una muy buena noticia, un tiro para el lado de la justicia y un verdadero soplo de frescura para un fútbol que vive desde hace unos años envuelto en las brumas de la confusión y el desatino. 
Este presente borroso del fútbol nacional tiene muchos puntos de relación con lo que ocurría en 1974, cuando por primera vez el Flaco aterrizó en la AFA. 
Al Mundial de Alemania (después de haber quedado afuera de México 1970)  Argentina había concurrido con un plantel que tenía tres entrenadores que poco se hablaban entre sí, con mucha improvisación en la elección de los jugadores (Babington llegó sobre la hora) y con futbolistas muy poco contenidos por sus clubes y por la entidad madre. 
La transformación que produjo Menotti en el ánimo de los futbolistas se puede sintetizar en el hecho de que en el ‘74, en Alemania, un equipo argentino sin alma fue estrepitosamente bailado por Holanda, que le ganó 4 a 0 y pudo haber triplicado esa cifra, y cuatro años más tarde, contra casi los mismos jugadores holandeses, Argentina jugó la final del Mundial. 
Se recuerda que en el ‘74 Menotti, que había sido testigo de aquel bochorno de Gelsenkirchen, declaró que estaba convencido de que todo eso se podía revertir si se iniciaba un proceso serio de verdadera transformación.  
Menotti, que había salido campeón un año atrás con un Huracán deslumbrante, fue convocado luego de eso por las autoridades de la AFA y comenzó una etapa revolucionaria, al punto de que en todo el ambiente del fútbol hay coincidencias con respecto a que existe un antes y un después de Menotti en la selección argentina. 
El Flaco convirtió a la Selección en prioridad uno, le dio espacio a los jugadores del interior del país, llevó a la selección a jugar con equipos regionales, convenció a los dirigentes de los clubes de que la selección era la vidriera ideal para los futbolistas, se amparó en Ernesto Duchini para revitalizar a los equipos juveniles, se puso él mismo al frente del sub 20 que fue subcampeón de América primero y luego campeón mundial juvenil en el ‘79. 
La vuelta de Menotti a la AFA, en otro rol diferente, abre una instancia muy interesante. 
Menotti ya no es un muchacho joven lleno de impulsos, pero puede aportar su sabiduría, su experiencia y sus ideas siempre vigentes para modificar este tiempo de escepticismo y confusión. 
Seguramente va a saber escoger a las personas indicadas para la condición de los equipos de mayores y juveniles y sin duda les va a iluminar el camino a cada uno de ellos. 
Ojalá lo dejen trabajar. No va a garantizar triunfos, pero sí seriedad en la búsqueda de los objetivos. Y eso ya es mucho.

0%
Satisfacción
75%
Esperanza
0%
Bronca
25%
Tristeza
0%
Incertidumbre
0%
Indiferencia

Comentarios

Otras Noticias