Por Mariano Fredes

 

 

Así como en la columna anterior tratamos de realizar un balance de los que nos dejó 2018, en un análisis más pormenorizado de algunas realidades que se reflejaron el año pasado, esta semana me tomo el atrevimiento de hacer una breve reflexión sobre un tema que nos puede tocar a todos y el cual es muy doloroso: las muertes evitables por accidentes de tránsito.

Las estadísticas del último año dejaron un grave saldo de 100 vidas humanas que se perdieron, y el problema permanece como un dilema sin solución.

Existen ONG y organismos estatales que se dedican al trabajo de concientización, también realizan capacitaciones y charlas. Se hace un gran trabajo de prevención, pero los hechos demuestran que todo es insuficiente.

Con un tema tan sensible y tan triste, pido permiso para dar mi opinión, y es que nosotros somos los únicos responsables de nuestros actos. Muchas veces nos damos cuenta tarde del dolor que podemos causar por una negligencia nuestra, o también ser víctimas por negligencia de terceros, pero en todos los casos los seres humanos tenemos que entender el peligro al cual nos exponemos con algunos excesos.

Siempre van a existir charlas, capacitaciones, prevención. Pero, está en cada uno de nosotros entender que una vida vale más que cualquier cosa en el mundo. Aprendamos a cuidarnos y cuidar a los demás, porque siempre hay alguien que nos está esperando.

Si no ponemos compromiso de nuestra parte, todo lo demás no permitirá modificar esta realidad.

Comparto opiniones de algunos expertos en la materia.

 

Patricia Ortega - Presidenta de la ONG Familiares de Víctimas de Accidentes de Tránsito (FAVIATCA)

Los siniestros viales se han convertido en una problemática donde el Estado debe preocuparse por los altos índices que lleva nuestra provincia, que en el 2018 terminamos con 100 muertes evitables en accidentes de tránsito... ya sea por conducir con alcohol en sangre; a alta velocidad; por consumo de estupefacientes; falta de medidas de seguridad como el cinturón o el casco protector colocado correctamente.

Si van dos personas en moto es importante que los dos lleven casco... ese casco puede SALVARTE LA VIDA!! Si el peatón cruza por la senda peatonal y respeta los semáforos…

Si todos respetáramos las normas de tránsito, evitaríamos que muchas familias queden destruidas por perder un ser querido en un siniestro vial. Ante la muerte de un ser querido, la familia queda destrozada, siente que eso no le está pasando, y elaborar el duelo no significa olvidar, significa aprender a vivir sin ese ser querido o con una discapacidad. Cuándo salimos a la calle debemos pensar antes que alguien nos espera de regreso en casa.