Columna de opinión por Rodrigo Morabito*

¿Hacia una justicia robotizada?

martes, 29 de octubre de 2019 00:21
martes, 29 de octubre de 2019 00:21

Hace muy poco leía que Google financia con cifras millonarias serias investigaciones acerca de cómo no morirse,  cómo detener el envejecimiento, con importantes avances al respecto.

Sin dudas, el futuro ha llegado y muchas cosas van cambiando. Ese futuro también deberá llegar en algún momento a la justicia, que seguramente será atrapada por la inteligencia artificial.

La Inteligencia Artificial (IA) es la combinación de algoritmos planteados con el propósito de crear máquinas que presenten las mismas capacidades que el ser humano, o en palabras más simples, es la posibilidad de hacer pensar o emular el cerebro humano a través de máquinas. Sin dudas, una tecnología que todavía nos resulta lejana y misteriosa, pero que desde hace unos años está presente en nuestro día a día a todas horas.
Ahora bien, esta inteligencia artificial está entrando de a poco en la justicia.

En efecto, por ejemplo las justicias de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y la provincia de Mendoza han incorporado y apostado fuertemente a la tecnología para agilizar los procesos judiciales a través de la implementación de un software llamado “Prometea”, el primer sistema de inteligencia artificial que se aplica a la justicia argentina.

Prometea (creado en Argentina por el Laboratorio de Innovación e Inteligencia Artificial de la facultad de Derecho de la Universidad de Buenos aires, en conjunto con el Ministerio Público Fiscal de la CABA) comenzó como una aplicación de IA en el Ministerio Público de la CABA. Se desarrolló y comenzó a implementar desde fines de 2017 y permite realizar un dictamen jurídico de manera íntegra a través de la detección de patrones, lo que se traduce en una agilización de los tiempos procesales.

Es muy difícil, aun en estos tiempos, hacerse la idea de la existencia de jueces robots, pero no es algo en lo que no se esté pensando; lo difícil es lograr determinar quién programará las máquinas (que sin dudas será un ser humano con los prejuicios que puede llegar a tener) y si ellas son capaces de lograr una sentencia justa a partir de ciertos datos que se le vayan cargando en cuanto a la historia de vida de la persona que se esté juzgando en ese momento, algo que habrá que verificar en su debido momento.

Por lo pronto, Prometea potencia la inteligencia humana al hacerse cargo de diversas tareas rutinarias y previsibles, así también aumenta la base de conocimiento para tomar mejores decisiones en las organizaciones públicas. Prometea simplifica, reduce errores, acelera exponencialmente la confección integral de documentos legales y administrativos, impacta de manera decisiva en la efectividad de los derechos en general y, más concretamente, en el principio de igualdad y en el principio de seguridad jurídica.

La inteligencia artificial se está incorporando de a poco a los estamentos judiciales y quizás en un futuro pretenda reemplazar en sus decisiones a los jueces humanos. Sin embargo, me cuesta aún lograr entender si una máquina puede llegar a tener la sensibilidad que se necesita para poder juzgar e imponer una pena, pues en ciertas ocasiones es necesario volver a reexaminar las conductas de las personas y luego decidir (algo que con una máquina no ocurriría), cuestión que no es nada fácil ni mecánica; y así como los jueces humanos pueden llegar a equivocarse, las máquinas también pueden llegar a hacerlo, ergo, no olvidemos que detrás de cada máquina siempre habrá un humano programador. Y si una máquina se equivoca, ¿quién revisará esa sentencia?, ¿otro juez robot superior? ¿Cómo se garantizará la mecánica del doble conforme? Sin dudas, el tiempo dará respuestas. 

* Juez de Responsabilidad Penal Juvenil. Profesor de la cátedra de Derecho Penal II de la facultad de Derecho de la UNCA. Miembro de Asociación Pensamiento Penal. 

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Comentarios

29/10/2019 | 10:13
#149006
Quizás tengan un poco más de sentido común, algo de humanidad para las víctimas y menos reconocimiento para los victimarios. Algo de esperanza.
29/10/2019 | 08:32
#149005
Tal vez tengan mas criterios lógicos unas máquinas programadas, que jueces llegados a los cargos sin ganar un concurso público con antecedentes y oposición. Lo bueno es que ellas no coimearán, ni tendrán enriquecimiento inusitados de sus patrimonios.

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