A sólo un par de semanas de la transición de gobierno es importantísimo seguir resaltando que País nos dejará Cambiemos y su mejor equipo (de CEOs) de los últimos 50 años. Como así también comprender lo dificultoso, titánico y faraónico que será desandar este camino de libertinaje económico y financiero, desregulatorio, regresivo, especulativo, endeudatorio, etc. y mejorar, de manera urgente, las condiciones de vida de la mayoría de los argentinos de a pie y de vastas masas populares vulnerables que fueron flageladas sin piedad y postergadas al hambre y a la miseria estos últimos 4 años.

Pérdida de soberanía; esquilmados y condenados
En 2015 el gran pueblo argentino (por una ínfima diferencia de votos) puso a los grandes grupos económicos locales, y al capital financiero internacional, a gobernar nuestro País (en su único beneficio; claro está, no?). Hoy con el retorno del F.M.I. es un hecho incontrastable que dicho Organismo Internacional de Crédito (comandado por EEUU) dirige no sólo nuestra política económica y social sino que será el defensor de la acumulación de capital lograda por estos sectores y el garante del cobro de la monstruosa deuda otorgada y ya fugada (“supervisando” nuestras cuentas públicas y “proponiendo” sus archiconocidas reformas y recetas de ajustes).

 Verdadera “pesada herencia”
Para intentar resumirla podría decir que Cambiemos nos deja un País recesivo, quebrado, endeudado hasta los tuétanos, más desigual, con menos trabajo y más empobrecido y miserable. Lo convirtió en la “Patria Financiera del mundo” con una desregulación total del mercado cambiario y financiero, con tasas de interés inconcebibles de exorbitantes y un ciclo de endeudamiento tan exponencial como obsceno e improductivo; gobernó obstinadamente y con una convicción inquebrantable en favor de los sectores propios y amigos representados realizando con mucha diligencia y eficiencia una gran “redistribución regresiva del ingreso nacional”, dolarizando y primarizando nuestra economía, provocando una cruenta “estanflación” (recesión con inflación), un aberrante “industricidio nacional”, etc., etc., etc. cuyo corolario lógico e inevitable fue el marcado y profundo deterioro de la situación social y alimentaria de la gran mayoría del pueblo argentino. 
El “Centro de Investigación y Formación de la República Argentina” (CIFRA -CTA-) publicó estos días un Informe con valiosa información que emplearé para figurarlos sucintamente, con datos certeros, de lo arriba mencionado:

* Entre el 12/2015 y el 09/2019 la “Deuda Pública” tomada en moneda extranjera fue de ¡u$s 103.808 millones! y el nivel de endeudamiento sobre nuestro Producto Bruto Interno (P.B.I.) pasó ¡del 40 % en el 2015 a cerca del 100 % al 2019!  
Este descomunal endeudamiento no fue destinado a promover el crecimiento económico (el P.B.I. cayó fuertemente, como veremos a continuación), sino que su principal destino fue financiar la fuga de capitales (que alcanzó los u$s 93.667 millones, ¡el 90 % se fugó!). Esta “puerta giratoria” diezmó nuestras Reservas Internacionales (hoy quedan solo unos pocos millones de dólares realmente disponibles -causa del inevitable “cepo pro”-) y son totalmente insuficientes para afrontar la pesada carga de “vencimientos amarillos” (que en 2.020 suman ¡u$s 60.839 millones!, sin contar las letras de corto plazo reperfiladas -¡una quiebra (“default”) estrepitosa y monumental-).

* Entre el II trimestre de 2019 y el mismo trimestre de 2015 el “P.B.I.” acumula una ¡caída del 5 %! (y del ¡8,8 % per cápita!); la cual se explica principalmente por la reducción del consumo privado -6,2 % y de la inversión -13,8 % (causas de la tremenda recesión económica actual), donde la producción industrial estuvo particularmente agredida -13,3 %.

* El promedio anual del “Indice de Precios Minorista” saltó del 27,6 % al 38,6 % entre el período 2011-2015 y 2016-2019, el cual se acelerará en el último trimestre del año pudiendo superar ¡el 55 % interanual! en diciembre (¡a pesar de la colosal recesión lograron disparar la inflación!; a fuerza de abruptas devaluaciones, inconmensurables tarifazos, fuertes subas de combustibles, etc.).

* Entre el 11/2015 y 08/2019 la caída del “Salario Real” fue del 12,4 % en los trabajadores registrados del sector privado, aunque con una elevada heterogeneidad sectorial, más del 30 % en el sector público y del 23 % en jubilaciones y la “Tasa de Desempleo y Subempleo” treparon respectivamente del 6,6 % al 10,6 % y del 9 % al 13,1 % entre el II trimestre de 2015 y el mismo período de 2019. Como consecuencia de ello el “Nivel de Pobreza”, que había bajado del 59,7 % al 29,3 % entre 2003 y 2015, subió al 35,4 % en el primer semestre de 2019 (y se estima llegará al 40 % al finalizar el año).

“En pie de guerra”
Esta catástrofe socioeconómica y financiera (la “pesada herencia cambiemita”) es inconmensurable y no será nada fácil revertirla. 
Más allá de lo promisorio y esperanzador de que el próximo 10 de Diciembre asuma un Gobierno con claras intenciones y convicciones de priorizar el interés común y el bienestar general de todos los argentinos; tenemos que tener en cuenta que, existirá una cruenta resistencia por parte de los reducidos y concentrados sectores poderosos que lograron obtener grandes beneficios y privilegios estos últimos 4 años (¡y que ya están en “pie de guerra”!).

Como botón de muestra: 
* el F.M.I. ya advirtió al nuevo gobierno que “debe ver la manera de vivir dentro de los límites presupuestarios” (es decir, seguir ajustando para poder pagar);
* los grandes medios de “comunicación” hegemónicos y obsecuentes ya comenzaron a operar políticamente (hasta hoy -mientras dejaban tierra arrasada- todo eran “peros” y “excusas vacías”; a partir de mañana -cuando se comience a intentar mejorar- todo será malo, parcial, insuficiente, “populista”, etc., etc., etc.) y  
* hasta sectores rurales ligados al actual gobierno y a la Sociedad Rural (entre otros), agrupados bajo la denominación “Campo + Ciudad” (¿¡“Guardianes de la República”!?) ya amenazaron al próximo gobierno con un levantamiento; aluden que “van a responder a cualquier medida autoritaria” (es decir que, cuando se quiera retomar con las necesarias Retenciones a las Exportaciones de granos deberíamos esperar un nuevo levantamiento de las patronales agropecuarias, con cortes de rutas y desabastecimiento -¡un nuevo “lockout”, similar al ocurrido en el 2008 con la 125!-).

Como verán no se puede esperar autocrítica ni algo de dignidad para aquellos que no la tienen, que sólo los mueve sus mezquinos y egoístas intereses.
 El camino por delante que nos lleve a una mayor igualdad social, a una redistribución progresiva del ingreso, que garantice derechos universales y que nos proponga un mejor futuro para todos; será ríspido, sinuoso y muy difícil de transitar. 
Me despido hasta la próxima deseando que ojalá los nuevos gobernantes logren recorrerlo con una inquebrantable firmeza y mucha determinación, y que el pueblo no sólo comprenda lo que está en juego sino que los apoye bajo la misma lógica; es nuestra única alternativa.