Amamos las listas de fin de año, y la ibérica Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA) acaba de armarnos una de nuevas palabras del castellano, con la intención de elegir la palabra ganadora de 2019. La cosecha de neologismos incluye lindezas como “electromovilidad”, “desglobalización”, “emojis”, “neonegacionismo” e “influente”.

Javier Lascuráin, coordinador general de la Fundación, explica que para la elección de estas palabras se tuvieron en cuenta “el interés lingüístico, la presencia en los medios y la trascendencia de los fenómenos en los que aparecen esas voces. Así surge una especie de dibujo del año tal y como lo hemos visto y vivido”. En la lista vemos pasión por las palabras combinadas -collages de palabras, pegoteadas para rendir mejor, para decir más cosas más rápido- y una inocultable fealdad. Que quizás sea la fealdad del año, de nuestro lenguaje y de nuestro mundo. Platón quería una república gobernada por poetas; se lo critica mucho por eso, pero tenía algo de razón. Porque una palabra fea tiene el poder de empeorar al mundo.