Mary Evans Young, ha sido una de las tantas víctimas de anorexia nerviosa, un trastorno alimentario que provoca rechazo de la ingesta de alimentos por desarrollar un miedo irracional al aumento de peso. Feminista y escritora, ayudó a las personas que padecían pensamientos desordenados relacionados con la comida, la imagen, sus cuerpos, las relaciones sociales y la salud. Se convirtió en la directora del movimiento británico “Diet Breakers”, en 1992, originalmente pensado para ser un evento en el Reino Unido pero en la actualidad, el Día Internacional Sin Dieta es un evento mundial que tiene como objetivo, sensibilizar a la población acerca de la discriminación, erradicar las fobias con los que sufren exceso de peso, acabar con las obsesiones sobre el peso corporal y la forma, honrar a las víctimas de trastornos de la alimentación e informar sobre la falsas predicciones de las múltiples dietas.

Puedo hacer a diario una lectura de los sentimientos de mis pacientes que cada día dejan un sabor mordaz y corrosivo en mi boca. Me lleno de enojo hacia la sociedad y sus normas excesivas, carezco de herramientas para la comprensión sobre el comportamiento humano y la capacidad de ofender a quienes ya sufren bastante por padecer una enfermedad.
El estigma del peso es realmente muy duro, ellos sufren discriminación por no cumplir con los estereotipos aceptados. Los efectos de tales denuncias, como la burla, el acoso y el bullying son devastadores, llevándolos al sometimiento, sin poder muchas veces encontrar una salida, más que caer en la próxima dieta, con la que seguramente, volverán a fracasar. ¡Y todo esto debido a un concepto general de “normal y anormal”!

El Día Internacional Sin Dieta es mucho más que un período de 24 horas para que todos podamos hacer las paces con nuestro cuerpo, aceptándonos y liberándonos de cualquier privación. Es importante hoy más que nunca, recalcar que las dietas y la regulación excesiva de los alimentos pueden causar graves daños a nuestra salud física y mental. Estudios han demostrado que las dietas tienen una tasa de fracaso del 98%. Una dieta no es más que una negación de una nutrición saludable para nuestro cuerpo, no es más que la vía de comercialización global que abusa del término para hablar de un cuerpo y una vida mejor, pero negociando con el grave problema de la obesidad.

El formato de éstos recursos milagrosos pero altamente dañinos va cambiando de slogan, de propaganda, de moda o de lugar, pero todos tienen puntos en común: no educan ni informan a sus pacientes con la verdad, se realizan la mayoría de las veces sin control médico, se basan en mitos sin sustento nutricional, prometen una pérdida acelerada de peso en poco tiempo y sin ejercicio físico, no ofrecen características particulares para cada paciente según su vida, sino que es el mismo plan para todos, fomentan la realización de ayunos, que tienen un fuerte impacto negativo en nuestra salud, considera a la comida un problema reemplazándola por suplementos, santifican algunos alimentos y satanizan otros, prohíben algunos alimentos en relación a los horarios y le atribuyen propiedades mágicas a otros, motivando un patrón de alimentación absolutamente restrictivo e imposible de sostener. 

Entonces llega el fin de la dieta y el momento en que ya no se puede ejercer el control empezando a comer en exceso, acompañado de fuertes sentimientos de fracaso y frustración por no haberlo logrado una vez más. Esto, en combinación con una vulnerabilidad genética, un aparato psíquico devaluado y el gran dolor de no lograr el cuerpo deseado puede llevar a muchas personas directamente a un trastorno alimentario.

Por lo tanto, todos los que podemos entenderlo, celebremos este día, ya que puede ser el comienzo en la dirección correcta para cada uno de nosotros y para cada uno al que podamos contagiar. Elegí estar sano y feliz, y establece metas aparte de las relacionadas con tu cuerpo: podés hacer tus sueños realidad. Elegí ser vos mismo y viví una vida encantadora, independientemente de tu peso, forma y alimentación. Día Internacional Sin Dieta significa celebrar la vida.

(*) Médica especialista en nutrición y 
directora del Centro de endocrinología y nutrición CRENYF.