Opinión

Hipocresías del consumo y el delito

lunes, 16 de septiembre de 2019 00:17
lunes, 16 de septiembre de 2019 00:17

(*) Rodrigo Morabito

Todos los días se habla acerca de las drogas y el consumo desmedido que se hace de ellas, como así también de los efectos de ese consumo, pero se habla generalmente del consumo por parte de jóvenes que delinquen y que pertenecen a los sectores más postergados de la sociedad como si solo estuviera allí encapsulado, en verdad lo está, sin dudas, pero es un consumo de drogas basura, como por ejemplo el paco en las grandes ciudades o en otros casos, como en nuestra provincia, de drogas legales como los psicofármacos (clonazepan, rohypnol, rivotril, alplax, tranquinal, etc.) o los pegamentos, que sin dudas provocan daños neurológicos desastrosos e irreversibles, pero no obstante ello, la pregunta y la incertidumbre aún es ¿cómo la obtienen? si para comprar este tipo de ansiolíticos a cualquier persona le solicitan receta médica, siempre y cuando sean mayores de edad ¿por qué los adolescentes llegan al consumo de ellos?en el caso del delito juvenil, este tipo de drogas son las que predominan, sin embargo, es difícil erradicarla en la medida que existan personas que lucren con ello o al menos no sean responsables en las condiciones de venta. 

Ahora bien, hablamos a diario acerca de las drogas y los efectos que provocan en los más jóvenes pero decimos poco o nada respecto del consumo excesivo y de las consecuencias de esas drogas en las altas clases sociales, pues el hecho que las personas pertenecientes a tales esferas sociales (en ocasiones)no delincan, no significa que allí no exista consumo y posteriormente delito, ergo, si bien como lo ha señalado,incluso, la Corte Suprema de Justicia de la Nación (a través una jurisprudencia oscilante que comenzó en el año 1978, mientras transcurría la última dictadura militarcon el fallo “Colavini” donde declaró la constitucionalidad de la penalización de la tenencia para consumo personal, postura que cambió luego de recuperada la democracia en 1986 con el fallo “Bazterrica” en dondedeclaró su inconstitucionalidad paraluego, en 1990, mediante el fallo “Montalvo” volver al criterio de “Colavini” y, finalmente con el fallo “Arriola” establecer(aunque con ciertos límites) al criterio de “Bazterrica”) el consumo personal de drogas queda en la esfera de la vida privada de las personas (art. 19 de la CN), el abordaje de ello debe ser interdisciplinario y despojado de todo eufemismo e hipocresía; pues el consumo de drogas es en todo caso una cuestión principalmente de SALUD y solo lo será de justicia penal (sin dejar de lado prioritariamente la salud de esas personas) cuando se manifieste a través de una conducta delictiva, sin reducir el problema del delito al solo consumo de drogas, pues también existen personas que delinquen y no consumen. 

Así como el consumo de drogas es un problema multicausal que requiere un abordaje interdisciplinario, también lo es el delito y sus consecuencias, solo que es fundamental comenzar a verlodesde una óptica preventiva y comprensiva del fenómeno y no con la misma violencia con la que muchas veces se evidencian esos delitos, pues el castigo sin dudas estará ínsito en toda conducta ilícita, pero el problema del consumo y el delito es mucho más amplio y complejo. 

(*) Juez  y docente

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