Republicanos golpistas

Luego de arrasar con nuestra Nación con sus verdades mentirosas, libertades opresoras, beneficiosas ideas económicas empobrecedoras, honestidades corruptas, prósperos futuros de nefastos pasados, etc.; el poder real económico y concentrado, de clase e ideológico y sus brazos político, judicial y mediático (que llamaré en adelante el “oxímoron opositor”), no acepta la derrota electoral, no posee autocrítica ni empatía alguna y no respeta la democracia ni la voluntad popular. Disfrazado de ferviente defensor de la República, la independencia de los poderes y las libertades, se encuentra ejerciendo denodadas presiones desestabilizadoras para esmerilar, desgastar y, en lo posible, deponer al actual progresista y popular gobierno nacional. 

La forma más efectiva y expeditiva de lograr estos objetivos es forzar a que el gobierno de “Les Fernández” no pueda contener la cotización del Tipo de Cambio (TC oficial) y devalúe nuestra moneda (como siempre ocurrió en nuestra historia). 

Este “golpe de mercado/económico” sí sería uno contundente y directo a los riñones, capaz de ponerlo de rodillas o tirarlo a la lona, más allá de todos los que recibe por parte de # la maquinaria de guerra mediática (con su flota de acorazados Clarín y La Nación) que tergiversa, oculta, desinforma y fomenta el odio constantemente o # los representantes políticos de Juntos por el Cambio que convertidos en panelistas televisivos crispantes intentan paralizar el Congreso o # la CSJ que presionada y desafiante puede llegar a violar nuestra CN en pos de convalidar a 3 jueces federales que el expresidente Macri colocó a discrecionalidad (“idóneos” a su lawfare e impunidad), etc., etc., etc. 

En busca del nocaut devaluatorio

No es casual entonces que el “oxímoron opositor” realce e instale mediáticamente cómo evolucionan las cotizaciones de los “dólares ilegal, contado con liquidación (CCL) y mercado electrónico de pago (MEP)” por sobre el “oficial” (que determina nuestro BCRA y que regula nada menos que a nuestra economía y todas las operaciones con el exterior) e intervenga fuertemente en los mercados negros y financieros para que las mismas incrementen.

¿Por qué hace esto? 

Porque necesita instalar en la psiquis popular y en la mayor cantidad de actores económicos que nuestro TC oficial se encuentra retrasado; ya que la brecha cambiaria entre el “oficial” y el “ilegal/blue” (que se determina en unas pocas “cuevas” de la City porteña) o el “CCL” o “MEP” (de fuga financiera), que no se deberían relacionar y ellos disparan, es muy grande. De esta manera confunden, asustan, engañan y generan un “ambiente devaluatorio y de inminente zozobra cambiaria”.

Pero este bombardeo mediático e intervencionismo espurio cambiario si bien es el gen crucial no basta, la clave es terminar de fugar las raídas y escuálidas divisas que existen disponibles en nuestras “reservas internacionales” (que fueran saqueadas en la larga noche macrista) para que su escasez obligue al actual gobierno a subir su cotización para frenar la demanda insatisfecha y así lograr la tan ansiada abrupta devaluación de nuestra moneda.

¿Cómo intenta lograrlo?

Restringiendo la oferta de la “divina divisa” y disparando su demanda. 

Habiendo agotado por varias generaciones la posibilidad del ingreso por endeudamiento externo, constriñe la oferta genuina de divisas por exportaciones (ya sea no liquidando las realizadas -dejándolas en el exterior- o especulando acopiando granos en los silo bolsa) y propicia la fuga vía #pago de deudas externas de empresas privadas (que le pagan a sus casas matrices sin límites ni intentos de renegociación) o #por atesoramiento para “ahorro”/“inversión” (que fomentaron generando el “ambiente devaluatorio” antes mencionado). Se estima que en lo que va de este 2020 no se liquidaron más de u$s 3.000 millones de exportaciones ya realizadas y existen más de u$s 6.000 millones acopiados por las grandes cerealeras, se pagaron más de u$s 7.000 millones de deudas externas privadas y cerca de u$s 2.000 millones se atesoraron.

Mecha inflacionaria desestabilizadora

Si el “oxímoron opositor” logra la suba abrupta del TC oficial encenderá la “mecha inflacionaria” (la devaluación es la nafta de la inflación); todos los insumos, materias primas, bienes intermedios, tecnologías, etc., importados necesarios para cualquier producción nacional y todos los productos de nuestra canasta básica alimentaria que se exportan, sin demora alguna, incrementarán su valor doméstico. 

Imaginémonos sólo por un momento si logra quebrar al gobierno actual y comenzamos a sufrir una escalada inflacionaria similar a la que sufrimos bajo el yugo cambiemita cuando levantó el “Cepo” y devaluó el 60 % el TC oficial ni bien asumió (aduciendo que la economía ya se regía por el “dólar ilegal/blue”). Empobrecer más a los ya cada vez más empobrecidos y enriquecer más a los de siempre y cada vez más enriquecidos sería un golpe difícil de soportar para gran parte de la sociedad, azotada además por esta cruenta pandemia. ¿Quién pagará el costo político si esto ocurre? Ya lo sabemos, ¿no?

¿Se comprende entonces por qué el reciente electo gobierno del FdT intenta cuidar/defender las escasas y cruciales divisas disponibles?

Real ilusión

Las recientes medidas conocidas relacionadas a este tema (baja temporal de un 3 % en las retenciones a las exportaciones de soja) no están orientadas a defender con firmeza nuestras reservas, sino más bien a oxigenarlas “rogando” al complejo agroexportador concentrado liquiden las exportaciones/vendan los granos y sus derivados antes de fin de año e ingresen las salvadoras y necesarias divisas para sortear la crítica situación cambiaria.

Ojalá haya claridad y pericia en lo realizado (y tenga éxito, por el bien de todos) porque es difícil imaginar que estos sectores suplan sus objetivos partidarios e ideológicos y potenciales ganancias exorbitantes, vía el logro devaluatorio, por una baja “exigua y temporal” en la retenciones. 

Para despedirme. Parece ilusorio esperar de estos republicanos golpistas, patriotas cipayos, generosos mezquinos, que se embanderan como paladines defensores de supuestas libertades comunes opresoras de multitudes (el “oxímoron opositor”, una constante contradicción elitista y antidemocrática); pueda actuar en pos del bien común y del bienestar general de la población argentina y no sólo de sus intereses sectoriales. 

Basta de pedir permiso por favor, hace falta mano dura y mucha convicción; ya que ¡no se puede esperar peras del olmo!  

Por German Vittore 
Contador Público Nacional