Opinión

La pandemia, perspectiva de los principios humanos

El desastre pudo ser evitado pero la negligencia no.
domingo, 3 de mayo de 2020 01:07
domingo, 3 de mayo de 2020 01:07

La pandemia de coronavirus nos ha sumergido en un espacio inexplorado, en una mutación sociopersonal ante una amenaza invisible de duración desconocida con un enorme cargo de culpa, al darnos cuenta de lo nocivos que somos para todo el planeta.
El Covid 19 penetra a una profunda crisis económica, social y sanitaria con brutales consecuencias psicológicas en las masas, en las familias, en los sujetos y en los sistemas sociales (justicia, educación, economía, salud, gobierno, transporte, gremios, etc.).

En este escenario hemos podido experimentar que lo infeccioso no radica solamente en el virus sino también en las emociones humanas,  en una suerte de “histeria colectiva”. 

Este pandemónium: ¿qué efectos finales tendrá? ¿Se debería afrontar de otra manera? ¿Es la ciencia la única alternativa? ¿Qué tenemos que cambiar? ¿El mundo volverá a ser el mismo?

 

Esta pandemia ya estaba anunciada

Ignacio Ramonet, periodista español catedrático establecido en Francia, plasmó un eximio artículo en el periódico Página 12. Allí analizó detalladamente los sucesos mundiales referidos al coronavirus desde varias ópticas. Toma en su ensayo varios proverbios conocidos, la ciencia ficción, opiniones de personalidades visionarias que “predijeron” la pesadilla sanitaria hasta escritos técnicos científicos. 

Piensa que existió una escasa preparación de las autoridades gubernamentales ante este brutal azote. Se detuvo en las miradas de James Graham Ballard, Stephen King, Cormac McCarthy, Steven Soderbergh, Rosa Luxemburg, Gandhi, Fidel Castro, Hans Jonas, Ivan Illich, Jürgen Habermas, hasta Bill Gates.
Manifiesta que existieron prolegómenos visibles; “las epidemias recientes como el SARS de 2002, la gripe aviar de 2005, la gripe porcina de 2009 y el MERS de 2012 ya habían alcanzado niveles de pandemia incontenible, habían causado miles de muertos en todo el planeta”. 

Asevera que “el más importante quizás de estos análisis fue presentado, en noviembre de 2008, por el National Intelligence Council, la oficina de anticipación geopolítica de la CIA, que publicó para la Casa Blanca un informe titulado «Global Trends 2025: A Transformed World». 

“Con insólito sentido de anticipación, el documento confidencial anunciaba, para antes del 2025, la aparición de una enfermedad respiratoria humana nueva, altamente transmisible y virulenta para la cual no existen contramedidas adecuadas y que se podría convertir en una pandemia global”. 

“El texto advertía con impresionante antelación que «si surgiera una enfermedad pandémica, probablemente ocurriría en un área marcada por una alta densidad de población y una estrecha asociación entre humanos y animales (China y del sudeste de Asia) donde no están reguladas las prácticas de cría de animales silvestres, enfermedad zoonótica, potencialmente pandémica» “La ausencia de una vacuna efectiva y la falta universal de inmunidad convertiría a las poblaciones en vulnerables a la infección».

Señala que otro informe más reciente, de enero de 2017, dirigido al presidente de Estados Unidos (Donald Trump), expuso que “la amenaza más probable y significativa para los ciudadanos estadounidenses es una nueva enfermedad respiratoria” y que, en ese escenario, «todos los países industrializados carecerían de respiradores, medicamentos, camas hospitalarias, equipos de protección y mascarillas para afrontar una posible pandemia».
La OMS en el 2019 no dudaba en prevenir que la próxima plaga podía ser apocalíptica: “Nos enfrentamos a la amenaza muy real de una pandemia fulminante, provocada por un patógeno respiratorio que podría matar millones de personas”. Una lista de ocho enfermedades (ébola, SARS, MERS, etc.) que amagan con transformarse en una epidemia junto a tres (chikungunya, zika y una fiebre asiática sin denominar) que son un riesgo próximo.

Es bien conocido que en el 2015, Bill Gates, fundador de Microsoft, avisó que estaban reunidas todas las condiciones para la aparición de una: “Epidemia planetaria (… ) que costaría (…) billones de dólares y millones de muertes”. “La gente está viendo la destrucción económica, el estrés psicológico. Es una cosa muy difícil y sin precedentes”.
“La ciencia sabía que iba a ocurrir. Los Gobiernos sabían que podía ocurrir, pero no se molestaron en prepararse”. “Los políticos se decían: no gastaré el dinero por algo que quizá no ocurra bajo mi mandato así no se gastó dinero en más camas de hospital, cuidados intensivos, respiradores, máscaras, guantes. La ciencia y la tecnología adecuada para afrontar el virus existen. Pero no existe voluntad política. Tampoco hay voluntad para combatir el cambio climático”, estos son “comportamientos ecodepredadores que nos condenan” - David Quammen.

“En tanto que órgano independiente de vigilancia y promoción, la Junta de Vigilancia Mundial de la Preparación insta a la acción política para prepararse ante las emergencias sanitarias de ámbito mundial y mitigar sus efectos”.
Al parecer esta pandemia es la catástrofe más previsible en la historia. Las advertencias del coronavirus eran sobradas y notorias. El desastre pudo ser evitado, pero la negligencia no puede ser evitada.

Ciencia, método y humanidad: prioridades científicas 

Se deben garantizar todas las primacías científicas y permitir que las variables de la investigación se identifiquen con la consecuente inversión. Lo novedoso es que ahora se requiere además de colaboración y unión científica de todos los países dentro de un convenio mundial hacia urgente e impostergable revuelta a la humanidad sensible de líderes inteligentes y preocupados por el bien común. 

Reitero nuestra respuesta a la pandemia, debe incluir una sólida infraestructura de investigación y por obligación moral un desarrollo emocional de los sistemas económicos y políticos del planeta.

 

Efectos del aislamiento: bio-psico-social 

La mayoría de las personas que se encuentran en aislamiento obligatorio han sentido o sienten alguno de estos síntomas psicológicos; aumento de la ansiedad, depresión, estrés, miedo, angustia, hastío, aburrimiento, nerviosismo, violencia, alteraciones del sueño, irritabilidad, temor, bronca, aumento del apetito, aburrimiento, soledad patológica, autolesiones, abuso de alcohol y sustancias, juegos de azar, abuso doméstico e infantil, acoso cibernético, agobio, estrés económico, duelo, desempleo, ruptura de relaciones, alteraciones gástricas de origen nervioso, pérdida de objetivos personales, sedentarismo, mala alimentación, trastornos psicosomáticos, extrañamiento de personas impedidas de visitar y muchos otros sentimientos negativos. 
Evaluando las consecuencias de la cuarentena y las medidas de aislamiento asociado a ella pienso en una doble acepción, por un lado protege del virus, pero como efecto secundario el aislamiento en sí mismo es un factor de riesgo para agravar los problemas de salud mental ya descriptos o para desencadenar otros novedosos en la vida de las personas.

El seguimiento de la pandemia y de sus efectos bio-psico-sociales son prioridades de la política sanitaria estatal. Es deber entonces monitorizar los indicios asociados para comprender los mecanismos de virulencia sintomática pero también las herramientas de investigación deberían adaptarse a la población general y a los grupos vulnerables, incluidos los trabajadores de primera línea.  Dentro de una política sanitaria eficiente científica y sobre todo humana y sensible.
Esta es una oportunidad única de estudiar el método científico, la medicina, la psicología, la sociología y la política con sus efectos comportamentales, emocionales y sus habilidades adaptativas.
Por ello el papel de las ciencias políticas humanizadas es fundamental; se requieren intervenciones digitales informatizadas de los factores de riego y ponderación de efectos amortiguadores de la pandemia, pero también un equipo de trabajo desde la perspectiva de los principios humanitarios.

El mundo tal y como era antes de esta pandemia no podrá volver a ser igual. Nos exige que evolucionemos
 

0%
Satisfacción
50%
Esperanza
0%
Bronca
50%
Tristeza
0%
Incertidumbre
0%
Indiferencia

Comentarios

Otras Noticias