OPINIÓN

“Los imposibles” De no imaginar, no reconocer y no confrontar

domingo, 19 de julio de 2020 01:05
domingo, 19 de julio de 2020 01:05

Escribe: C.P.N. German Vittore.

En esta columna, complementaria de la anterior, compartiré información y los invitaré no solo a la reflexión sino también a usar un poco la imaginación. Comencemos con esto último.

Imposible no imaginar
Imposible no imaginar que sería de “les argentines” si aún estuviéramos bajo el yugo insensible y neoliberal de Cambiemos, ¿no? ¿Cuántos compatriotas muertos más habría por coronavirus?, ¿se habría invertido fuertemente en salud (luego de degradarla a secretaría y hacer exactamente lo contrario)?, ¿existirían por ejemplo la Tarjeta Alimentaria o el IFE?, ¿se habría suspendido el pago de la fugada deuda (habría sido posible ¡deshonrarla!)?, etc., etc., etc. Más de mil preguntas contrafácticas nos podríamos realizar para imaginarnos alternativas a nuestra realidad actual siendo aún gobernados por el “rompecuarentena”, ¿no? Aunque no pareciera difícil de imaginar que en general estaríamos viviendo situaciones lamentables casi dantescas (al estilo Bolsonaro) y de mayor zozobra ante la ausencia del Estado y la continuación de su desfalco, ¿no?

Imposible no reconocer
Para superar el escozor de haber empleado la imaginación de esa manera, reflexionemos sobre que es “imposible no reconocer” del gobierno de “Les Fernández” que:


»Con un Estado presente recuperó (en parte) la soberanía que su antecesor nos robó y profanó.
»Aplicó diligentes y acertadas medidas ante esta crítica situación de doble impacto tanto de default socioeconómico y financiero heredado (“epidemia cambiemita”) como de amenaza sanitaria y sus consecuencias (“pandemia virósica”). Imposible no reconocer el “Plan Argentina contra el Hambre”, el “Plan Remediar”, el freno a las subas descontroladas de las tarifas y combustibles, el incremento de las alícuotas de los Derechos de Exportación y Bienes Personales, el “Impuesto PAIS”, la Ley de Góndolas, el pronto aislamiento social y la fenomenal inversión en salud, etc., etc. etc.
»No pagó, y está renegociando, la deuda externa (aunque no la discutió).


»Destinó al 23/6/20, según la “Oficina del Presupuesto del Congreso”, más de $ 1,415 billones ($ 1.415.500 millones, el 5 % s/P.B.I.) para asistir en esta época pandémica a la población en general, trabajadores, empresas y Provincias.
»Etc., etc., etc.


Si bien es imposible no reconocer todo lo realizado por el actual gobierno y cierto enfoque inclusivo y progresivo que le dio a nuestro Estado (diametralmente opuesto al de “grupo de Ceos”, ¿no?), es necesario contemplar que las consecuencias del COVID-19 sobre la economía nacional y mundial son devastadoras; todos los países del orbe (habiendo cuidado o no la vida) se encuentran sufriendo fuertes caídas en sus niveles de actividad que restringen sus ingresos fiscales, obligándolos a endeudarse o a emitir fuertes sumas para afrontar los disparados gastos derivados de la pandemia.


Para el caso argento, la “Cepal” estima para este 2020 pandémico una caída de nuestro P.B.I. del 10,5 %. Con ingresos en picada y sin la posibilidad de tomar deuda (agotada hasta el default por el PRO), la emisión monetaria ya acumuló más se $ 1,052 billón al 31/5/20 ($ 1.052.000 millones, 3,5 % s/P.B.I., la más alta de los últimos 30 años s/Iaraf).

Imposible no confrontar
El actual Gobierno debe aprovechar como una oportunidad única e histórica (y no como un condicionante) esta pandemia y tomar con firmeza, trascendentales medidas que lo lleven hacia el cumplimiento pleno de los objetivos fundacionales de nuestra Nación. Necesita imperante y urgentemente obtener ingresos progresivos (en mayor proporción de los que más tienen) y democratizar nuestra economía, para lo cual debe regular y disciplinar a los poderes económicos concentrados y oligopólicos, locales y foráneos (¡que “nunca pierden”!), que condicionan nuestro crecimiento y prosperidad, que ejercen un fuerte lobby y extorsionan a nuestro Estado (cuando no lo administran directamente), que se aprovechan de su posición dominante o casi exclusiva para estrujar al gran pueblo argentino, que aglutinan la riqueza y que, como si no fuera poco, encima la fugan de nuestro País (¡nos despojan!). 


Los anuncios del “Impuesto a las grandes fortunas” y la expropiación de la estafadora Vicentin iban en este sentido. ¿Qué pasó?, ¿por qué no se concretan? ¡Hay que confrontar con el poder real; es ingenuo pedirle permiso, nunca lo darán!
Para tomar real dimensión de lo expuesto y solo como un ejemplo; nos preguntemos: ¿cuánto ganó el concentrado y extranjerizado sistema financiero argento en la era cambiemita cuando todo se destruyó y en pie poco quedó?, ¿cuánto gana ahora en una economía raída y fuertemente contraída por la pandemia?


Según el BCRA, entre 2016 y 2019, las entidades financieras acumularon beneficios por $ 599.441 millones. Solo en el 2019 amarrocaron ¡$ 302.799 millones! (para tener una referencia de lo exorbitante, entre 2003/2015 -los 12 años kirchneristas-, el sistema acumuló $ 202.754 millones). En los primeros 4 meses (2 pandémicos) de este 2020, ya acumularon ¡$ 95.028 millones!. Las antiguas Lebac y las vigentes Leliq explican gran parte de estas astronómicas ganancias netas.


Ganan fortunas solo al servicio de la especulación y de la fuga, restringen el crédito productivo, a industrias, pymes, cooperativas, etc., y usurean al de consumo, cobran estrafalarias comisiones y altísimos spread de tasas (diferencia entre la que pagan a ahorristas y cobran a sus deudores), timbean con la cotización del dólar, etc., etc., etc. ¿Qué les parece? ¿Habrá que confrontar y “democratizar al sistema financiero” para regularlo, disciplinarlo y ponerlo al servicio de la producción (de la economía real) y que no de la sola especulación (sectorial)? ¿Deberían pagar más impuestos de los pocos y escuálidos que tributan? ¿No sería altamente progresivo hacerlo? Etc., etc., etc.


Mismo análisis y reflexión se aplicaría si tomáramos muchos otros concentrados y extranjerizados sectores, como lo es por ejemplo el agroexportador (donde estatizar Vicentin hubiera sido un gran paso para democratizarlo).

Ante la crítica situación
No basta con imaginar lo nefasto que hubiera sido si no nos gobernara hoy el “Frente de Todos” y con reconocer todo lo bueno que realizó hasta ahora; si se pretende palear esta crítica situación mundial y argenta, es ¡imposible no confrontar urgente con el poder real limitante!
 

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