Opinión
Alerta, argentinos: hay un plan desestabilizador en marcha
Tenemos un gobierno legítimo, elegido democráticamente por toda la ciudadanía de la República. Gobierno que apenas comenzó a abrir el paquete explosivo que nos dejó el macrismo y dar sus primeros pasos, se ve sacudido por el tremendo azote de esta pandemia que flagela al mundo. Estábamos aislados. Con todas las puertas del financiamiento cerradas. Endeudados alevosamente por un gobierno que gestionó exitosamente para transferir la renta nacional a un pequeño grupo, los socios y amigos de Macri, las corporaciones del poder mediático y la especulación, del poder financiero, las exportadoras y dueñas de la comunicación y el negocio de los servicios básicos, el agua, el gas, la energía y el transporte. Con la economía productiva destruida, la pequeña y mediana empresa fundida y niveles de desempleo, pobreza y exclusión históricos. 4.500.000 argentinos en la miseria, abandonados a su suerte. ESO NOS DEJÓ EL MACRISMO. No por errores ni por ninguna maldición bíblica. Vinieron a eso. A saquear y enriquecerse vorazmente a costa de nuestra miseria. Gobierno de ricos y para los ricos.
Aún con ese estado calamitoso, el gobierno popular del Frente de Todos bregó desde el inicio mismo de su mandato por auxiliar a todos los argentinos, comenzando desde luego por los más golpeados. Millones de pesos distribuidos en planes de ayuda económica, para las familias, para la pequeña y mediana empresa, para reactivar la producción que crea empleo. PARA REDISTRIBUIR POQUITO A POCO LA RENTA NACIONAL. Poniendo más donde hay menos, empezando siempre por los más débiles. Pero eso supone que los que tienen más, que los que se beneficiaron y enriquecieron con nuestra ruina son los que deben en este momento de crisis ceder un poquito de sus fabulosos beneficios. ÉSA ES LA CUESTIÓN. Repartir mejor la torta.
Pero el capital es tan voraz y sus dueños tan ambiciosos que, cebados por la rapiña, conspiran y tratan por todos los medios (y tienen muchos medios, mucho poder), tratan de todas formas de crear conflictos, de alimentar crisis y provocar incendios y malestar. El conflicto policial es eso. Un reclamo legítimo fogoneado por los poderes fácticos y sus sirvientes, la prensa canalla y los políticos corruptos. NO CAIGAMOS EN LA TRAMPA DEL ENFRENTAMIENTO ENTRE POBRES. El Gobierno negociará y llegará con el diálogo a un arreglo. Con las fuerzas de seguridad y con todos los sectores. Pasito a paso. Está mal la actitud sediciosa y prepotente de los policías alzados. Pero no son todos. Los cabecillas, la mayoría de ellos exonerados por corrupción (mano de obra desocupada proveniente de las mafias internas) o agentes de seguridad de los grupos económicos. Y azuzados y financiados por los dueños del poder. Seguramente serán separados y sancionados como corresponde. Nuestra actitud importa ahora. NO PERMITIR QUE NOS DIVIDAN, NO ENFRENTARNOS ENTRE POBRES, QUE ES EL JUEGO DE MAGNETO, TECHINT, BUNGE Y BORN Y DEMÁS CORPORACIONES. Y DEL MACRISMO QUE LOS REPRESENTA. Comprender esto es vital. Comprometer y exigir a toda la dirigencia política y social, a las iglesias, a los líderes sindicales y religiosos, a la Justicia, pronunciamientos y actitudes claras. Y permanecer alertas para salir a defender a las Instituciones de la República. En la calle y como sea, con o sin pandemia. ÉSA ES LA CONSIGNA DE LA HORA.
Muy fraternalmente,
Julio Misael Herrera
Argentino de a pie