Cara a cara

EL QUE NO SE FUE Y SE QUEDÓ PARA SIEMPRE

domingo, 14 de febrero de 2021 06:00
domingo, 14 de febrero de 2021 06:00

HOY: OSCAR ALBERTO PÉREZ 
Para que no nos gane el olvido: recordando a “Piriqui” Pérez

El recordado Lulo Nieto escribió de él: “Ay, querido Piriqui, somos nosotros los que estamos volviendo, si vos mi Gordo lindo, si vos, ¡nunca te has ido!”. En tanto, Roberto Ternan en su celebrado gato, no duda: “Se fue dejando el rastro sobre la arena, detrás de un poncho blanco la polvareda, bailando zambas, gatos y chacareras, catamarqueño… Piriqui Pérez”. En otra entrega del espacio “Para que no nos gane el olvido” en el marco del Cara a cara de los domingos, hoy recordamos a Oscar Alberto Pérez, el creador, hace 58 años, de la Primera Escuela de Folklore de Catamarca. El Piriqui por todos conocido y por todos querido. El amigo incondicional, el bailarín que creció cumpliendo sueños al compás de esa pasión que sentía por la danza y el folclore. Tenía tan solo 50 años cuando hizo la última mudanza para partir en busca del aplauso final. El Piriqui que salía en su Renault 12 a buscar cantores para la serenata amiga, el que era feliz compartiendo un asado con su familia y sus afectos. El que quedaba ronco gritando los goles de Bochini y Bertoni, los ídolos de su Independiente querido. El de la mano extendida y generosa a la hora de hacer una gauchada. El Piriqui de la Prado. Nos encontramos con su hijo mayor, Oscar Alberto, el bien llamado “Piriqui chico”, continuador de la obra que construyó su padre y por el que siente un indisimulado orgullo. Inolvidable Piriqui. El que encabezaba los desfiles de su escuela tocando el bombo, poncho al viento y una sonrisa grande para que su entrañable amigo Luis Oscar Aisa diga por los micrófonos: “Ahí se acerca el Piriqui Pérez con los niños y los abuelos de su escuela”. Y la fiesta era más fiesta. Por eso se quedó para siempre el recuerdo de la gente.


- ¿Cuándo se fundó la institución?
- La escuela fue fundada el 3 de abril de 1963. En este 2021 cumple 58 años. Se llamó inicialmente “Primera Escuela de Folklore de Catamarca” y cuando papi falleció, al año siguiente, por iniciativa de algunos profesores y alumnos, se le impuso el nombre de “Primera Escuela de Folklore Profesor Oscar Piriqui Pérez”.


- ¿Siempre funcionó en el lugar donde fue creada?
- Efectivamente: en Prado 334. Era la casa paterna del papi. Una de las personas que lo motivó para la creación de la escuela fue Luis Oscar Aisa, un gran amigo del papi. Allí nació y toda la vida funcionó en el mismo lugar. Recuerdo una frase que siempre repetía el papi: mientras haya un alumno, la academia no se puede cerrar. Y eso quedó institucionalizado. La vida nos fue marcando con fechas que nunca serán olvidadas: él (por “Piriqui”) cumplía años el 2 de abril, fundó la escuela un 3 de abril y mi hija Martina cumple años el 3 de abril; falleció un 30 de agosto del 94 y la primera hija de mi hermano Germán nació un 31 de agosto.


- Décadas atrás, en los tradicionales desfiles en fechas patria (por avenida Virgen del Valle, por avenida Belgrano, en La alameda o plaza principal), el paso más esperado era el momento que desfilaba la escuela con niños, jóvenes y mayores.
- ¡Sí! El colorido que le daba a los desfiles era muy especial porque la escuela convocaba a familias enteras. Era muy emotivo. Un dato: los desfiles en fechas especiales se fueron perdiendo, como se fueron perdiendo muchas cosas. Eran acontecimientos que se vivían como una verdadera fiesta. Ahora son todos festejos tipo gastronómicos: la fiesta de la empanada, del tamal, del locro.


- ¿Cuál fue la máxima cantidad de alumnos que tuvo la escuela?
- En la época de esplendor, cuando no había mucha competencia, teníamos un número de entre 500 y 600 alumnos. Los padres buscaban que los chicos se identifiquen mucho con el folclore, que conozcan sus raíces. Esos números bajaron porque ahora hay más de diez academias. Antes, estaban la nuestra y “El Fortín” de (Luis Manuel) Manolo Rodríguez.
- La escuela tuvo alumnos que con el tiempo se hicieron muy conocidos.


- Es cierto. Por ejemplo, me encanta compartir un asado con Roberto Perrota, que fue diputado y es hijo del médico Luis María Perrota. Tiene unas fotos hermosas de su paso por la escuela, desde chico. Además, el padre de Roberto fue el médico pediatra de la familia durante muchos años. También pasaron por la institución Simón Jalil, Luis Gómez, “El Facha” Pepe Díaz, los chicos Carrizo, Barrionuevo y muchos más. Recuerdo que Roberto Perrota fue como solista de malambo al tradicional encuentro de La Cumbre (Córdoba), el nacional infantil de folclore, por aquellos años.


- La participación en La Cumbre, representando a Catamarca, fue algo que se repitió durante muchos años por parte de la escuela.
- Con el tiempo, la presencia de la escuela en La Cumbre se hizo algo tradicional. Después se volvió complicada la participación en ese evento por los altos costos que significaba llevar una delegación. Comenzó a influir la parte económica.
- Otro sello distintivo que tuvo la escuela fue la cantidad de filiales que se abrieron en el interior de la provincia.
- La primera filial del interior se creó en Santa María. Luego vinieron Belén, Chumbicha, Capayán, Los Altos, Andalgalá. El papi las fue creando y visitando, por lo menos, en los primeros cinco y diez años. Después quedaban a cargo los profesores y él viajaba para tomar exámenes. Era incansable. Posteriormente me tocó continuar con la obra, abriendo filiales en Alberdi y Concepción (Tucumán), Chilecito (La Rioja), El Portezuelo, en la misma provincia de San Juan, donde estuvimos un tiempo.
- ¿Vos tomás la posta en la conducción de la escuela cuando tu padre fallece?


- Sí, ahí nomás. Ya venía trabajando con él desde muy joven. Desde los 16 años lo acompañaba a las filiales de Valle Viejo, San Antonio, Fray Mamerto Esquiú, Las Pirquitas, Los Varela. A los 17 años a uno le gustaba salir los viernes por la noche. El papi nunca me prohibió salir, pero el sábado a las 7,30 tenía que estar levantado para ir a San Isidro, no importaba a qué hora haya vuelto. Era muy responsable, una de las cosas irreprochables que tenía. Lógico: dejé de salir los viernes por la noche.
-  ¿Qué significó para vos darle continuidad a la obra que creó tu padre?


- Una enorme responsabilidad. Un gran desafío desde el punto de vista familiar y social, porque empezaron a surgir las inevitables comparaciones como, por ejemplo, “tu papá no hubiera hecho esto, o lo hubiera hecho distinto”. Muchas veces la gente hablaba sin saber: el papi, seis meses antes de fallecer, expresó su sueño de tener el ballet propio de la Primera Escuela de Folklore de Catamarca. Por su enfermedad, ese sueño no lo pudo cumplir. Al año de su fallecimiento, convoqué a exalumnos para formar el ballet “Piriqui” Pérez. Así lo hicimos y recorrimos toda la provincia aportando lo nuestro en el tema danzas folclóricas. Nos costó mucho, porque al comienzo recibimos algunas críticas, pero al final todos terminamos haciendo lo mismo. En Catamarca no es fácil hacer cosas y que sean del agrado de todos.


- Durante largos años, el protagonismo de un ballet folclórico, en los festivales, por ejemplo, se limitaba a una danza para abrir la noche de espectáculos y nada más. Luego, esa situación cambió.


- Eso ocurría hasta hace poco, pero por suerte se modificó esa estructura. Porque generalmente al momento de la apertura de un festival, hay muy poca gente, casi nada. En este tema tengo que agradecer a Patricia Saseta, que cuando fue funcionaria de Cultura me permitió hacer la apertura del Poncho en 2016 con dos espectáculos de nuestro ballet. El 19 de julio con algo alusivo al bicentenario de la Independencia y el 23 con un homenaje a Malvinas. Hubo 70 bailarines en escena, con la participación de ex combatientes de Malvinas y la coreografía de los profesores Coco Bustos y Natalia Steiner. Fue una experiencia extraordinaria y una oportunidad que no se presenta muchas veces. Coincidimos en la propuesta artística y para mí significó un argullo que nuestro ballet haya sido el protagonista de algo inolvidable. Por eso estaré siempre agradecido.


- Hablando de festivales: sin duda que con los años fueron cambiando. Muy distintos a décadas anteriores.
- Considero que los festivales de las décadas pasadas eran mejores, más tradicionales y más convocantes. Un ejemplo claro era el Festival del Aguardiente en Valle Viejo, especialmente en la década del 80. Se hacía a cancha llena y con espectáculos de jerarquía. Se vivía de manera especial también en los ranchos. Recuerdo el Aguardiente con los niños, al que venían delegaciones de otras provincias. Ese festival se tiene que recuperar. Catamarca perdió a uno de sus grandes festivales cuando se dejó de hacer el Aguardiente.


- Un tema de Roberto Ternán es cantado por todos los folcloristas: el Gato a Piriqui Pérez.
- Recuerdo que en una época yo hacía percusión para el Dúo Cantamarca, que integraban Juan Roldán y Luisito Segura. Un día, Juan me invita a visitar a Ternán y me dice que le iba a pedir que escriba algo para el papi, que había fallecido, así lo incorporaba al tema en el disco que iban a grabar. Fuimos y Juan le hizo el pedido. Al día siguiente Juan me dice: “Ya está, ¿podés creer que Ternán ya hizo un gato en homenaje a tu viejo?”. Y bueno, ese gato es muy conocido.
- ¿Qué significó Piriqui en tu vida?


- Todo. Como padre, fue un ejemplo. Un orgullo que lo siento vaya donde vaya. Siempre alguien me habla bien de él. Todos destacan su sentido de la amistad y la generosidad que tenía. Hay un reconocimiento de la sociedad muy grande para el papi.

Algo personal 

-Nombres y apellido: Oscar Alberto Pérez.
-Edad: Próximo a cumplir los 50 (en junio).
-Padres: Elena Isabel Rivera (Muñeca) y Oscar Alberto Pérez (Piriqui).
-Estado civil: casado con Cristina Segura.
-Hijos: Martina, Josefina y Virginia Marian.
-Hermanos: Germán (f), Gonzalo y Silvina Marian.
-Danzas folclóricas: “Desde la cuna”.
-Bombisto: “Enseñanza del papi”.
-Percusionista: “Del Dúo Cantamarca, Alico Espilocín y hace 12 años con Peque Bonardi”.
-Preferencia entre los nuestros: “Los changos de La Junta (Leo, Ariel y Marcos). Me gusta mucho lo que hacen”.
-Le gusta: “Que los artistas locales estén unidos. Será la única manera de alcanzar logros importantes.”
-No le gusta: “Cierto egoísmo que hay en algunas figuras de nuestro folclore. Será por eso que no ocupamos un lugar de relevancia a nivel nacional.”
-Clases en la escuela: “Comienzan en marzo. Cupos limitados por la pandemia”.
-Otra herencia de Piriqui: “De Independiente de Avellaneda… ¡hasta la muerte!” (Fanatismo que comparte con su hermano Gonzalo).

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