A telón abierto
En su edición del 1º de febrero, el diario Perfil publicó un informe titulado “María Elena Walsh en su obra feminista en el día que cumpliría 91 años”, escrito por Vicco García. María Elena Walsh nació el 1º de febrero de 1930 en Ramos Mejía (Buenos Aires) y falleció el 10 de enero de 2011. Reconocida por su trabajo como compositora, poeta y cantante, se convirtió en uno de los íconos más importantes de varias generaciones que hoy la recuerdan por sus historias que narraba en sus canciones y cuentos. Escribe García: “Sin embargo, pocos recuerdan que hace más de 5 décadas María Elena Walsh era pionera al hablar de los derechos de las mujeres y se indignaba con los abortos clandestinos y el machismo”. El escrito recuerda “Carta a una compatriota” que María Elena Walsh publicara en la revista Extra en el 1973: “Las mujeres, como los negros, los colonizados, la clase trabajadora, a medida que tomamos conciencia, menos queremos dádivas; queremos lo que nos pertenece por derecho y nos arrebatan día a día, es decir: todo. Las mujeres, que fuimos custodias de la vida -para que fuera rifada en guerras- queremos más que nunca defenderla de los fabricantes de la muerte. Pero según, cómo y cuándo lo determinemos nosotras. (…) Lo siento. No pude hacerla peor. Por más que aguce el estilo me es imposible reflejar la agresividad de una villa de emergencia, de un aborto clandestino, de los precios de la farmacia. Estos ingredientes configuran un naufragio en el que las mujeres y los chicos entran primeros. Así como en los éxitos nacionales nos colamos por la retaguardia. Gracias, caballeros. Aquí yace una pobre mujer que se murió cansada. En su vida no pudo tener jamás las manos cruzadas. De este valle de trapo y jabón, me voy como he venido, sin más suerte que la obligación, más pago que el olvido. Aleluya, me mudo a un hogar donde nada me vuelve a ensuciar. Nadie me pedirá de comer, en mi última morada no tendré que planchar ni coser como condenada”.
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El próximo lunes se cumplirá un nuevo aniversario del nacimiento de Margarita Palacios, referente indiscutida de nuestro folclore. Llamada “La hermosa flor de Catamarca” en el libro “La canción popular de raíz folclórica de Catamarca” que escribió Arnaldo Raúl Molina, Margarita nació el 22 de febrero de 1911 en Santa María de los Ángeles del Yokavil. Cuentan que el primer oficio que tuvo Margarita fue el de trapecista y acróbata en el circo “Totó”, de su padre Eudoro Mariano Palacios. En 1941 se presenta en un concurso para actriz de radioteatro en LV12 de Tucumán, en el cual obtiene un premio para actuar en una obra que dirigía Pablo Osvaldo Valle, quien la llevaría a Buenos Aires en 1942. El recordado empresario era por entonces director de Radio El Mundo. Durante la presentación del radioteatro, el entonces muy conocido músico Félix Dardo Palorma la convoca para integrar el dúo Dávila-Páez, iniciando así su labor como cantante folclórica. Margarita impone su personalidad y canta enamorando al auditorio obras que el primo de su padre, Manuel Acosta Villafañe, había dado a conocer. El poeta, periodista y escritor León Benarós contaba cómo conoció a Margarita en la peña folclórica “Mi rancho”: “Bastó solamente oírla hablar para decirle, así, a boca de jarro ‘las catamarqueñas deben ser vidaleras, ¿usted sabe cantar alguna?’. La respuesta fue casi una negativa”.
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A pesar que Margarita tuvo su gran éxito con “Triste estoy” (tema con el cual se inició Mercedes Sosa ganando un concurso en Tucumán) y posteriormente con “Recuerdos de mis valles”, tenía una preferencia especial por la vidala de los cerros. En 1945, declaró a la revista porteña “Damas y damitas” que “las vidalas son la expresión más armoniosa de lo que es en realidad el alma norteña. Es notable cómo a los porteños les gusta la vidala. Oyen la segunda vidala y ahí nomás, en seguidita, se entusiasman”. Margarita murió el 9 de julio de 1983.