Columna de Opinión

“Violencia digital”

lunes, 29 de marzo de 2021 01:52
lunes, 29 de marzo de 2021 01:52

(*) Rodrigo Morabito
A diario se pone énfasis en la violencia en la sociedad y sin dudas que vivimos en un mundo en donde la violencia está presente a través de distintas formas del comportamiento humano, ergo esa violencia no es solo física, también lo es psicológica, sexual, mediática, simbólica, familiar, institucional y, una de las violencias que más trasciende por estos tiempos en un campo que es sumamente necesario regular por, incluso, los delitos que a diario se cometen y en donde aquellas conductas y comportamientos encuentran total impunidad; me refiero a la violencia en el ciberespacio o digital.


La violencia en sí misma es un fenómeno que no conoce de géneros y mucho menos en el espacio cibernético, no obstante, las disímiles acciones violentas de las personas que pueden especificarse en violencia digital en contra de niñas, niños y adolescentes o violencia digital de género dependiendo quienes sean víctimas.


Ahora bien, la evolución abrumadora de la tecnología y la actual situación de pandemia mundial debido al Covid-19, ha generado que los espacios cibernéticos (Facebook, Twitter, Instagram, Tik Tok, WhatsApp, etc.) alcancen su máximo esplendor y su uso diario lleve en reiteradas ocasiones al ataque de las personas en forma virtual que en cuestión de horas puede materializarse en tiempo real. 


Basta simplemente con descontextualizar discursos, frases, señalar conductas de personas que no son reales o no ocurrieron o, simplemente, que no fue lo que dijeron o hicieron y así de fácil puedo injuriar, calumniar, exponer, instigar a la violencia, y, todo ello, sin siquiera chequear si es o fue real o verdadero, simplemente, comparto algo que alguien dice por el simple hecho de compartirlo sin saber si fue o es, total responde a una causa que puede ser propia o no, que me puede identificar o no, pero lo comparto, insisto, sin cerciorarme de su veracidad o contrastar con otras fuentes, sin dudas, en todos estos casos y en ocasiones las consecuencias pueden llegar a ser devastadoras.


Desde otra perspectiva, por supuesto que no se desconoce que la tecnología ha servido y sirve (de mucho) para exponer conductas violentas de otras personas (especialmente la violencia de género en todas sus dimensiones), pero, incluso en estas graves y sensibles situaciones, se debe acudir a la justicia para obtener respuestas y la protección necesaria por parte del Estado que debe ser integral.


La forma de relacionarse hoy en día por parte de las comunidades se ha transformado de manera ostensible y las redes sociales son una forma de hacerlo a diario, sin embargo, estos espacios digitales también hacen a las personas vulnerables quedando expuestas a sufrir cualquier ataque a su intimidad y su reputación social. Tales situaciones pueden llegar a tener como víctima a cualquier persona, nadie se encuentra exento de ello.


Claro está que no se trata de no publicar, sino, en todo caso, de publicar todo aquello que luego puedo respaldar con evidencias cuya veracidad pueda constatarse (por ejemplo, en los casos de violencia con exámenes médicos y psicológicos, con las constancias documentales de lo que se expresa, etc.), caso contrario ¿qué me habilita a exponer como verdadero o a viralizar algo que se dijo o dice sin saber si es realmente así? 


Sin dudas que la tecnología es muy importante para la vida de los seres humanos y con mayor razón en el contexto en el que el mundo se encuentra inmerso actualmente, pero tampoco podemos desconocer que es un espacio que necesita como cualquier otro ser regulado y utilizado en forma responsable, simplemente por el solo hecho de que por allí pasa hoy en día la vida de gran parte de las sociedades y tanto quienes ejercen violencia como las que la padecen o sufren deben obtener respuestas que no se conseguirán y vendrán precisamente del mundo virtual, sino de las decisiones que tome el Estado a través de sus instituciones.
(*) Juez de Responsabilidad Penal Juvenil. Profesor de Derecho Penal II (UNCA). Vocal Titular de la Mesa Nacional de Asociación pensamiento Penal. Miembro de Ajunaf. Miembro de la Red de Jueces de Unicef.   
   
 

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