Columna de opinión por Rodrigo Morabito*

La protección de los abuelos en la pandemia

martes, 9 de marzo de 2021 01:26

Durante el transcurso de esta semana se reportaron en los medios de comunicación la muerte de varias personas por Covid-19 y la provincia ya registra 60 fallecidos, en su gran mayoría (salvo alguna excepción) adultos mayores (abuelos y abuelas).
Evidentemente, los abuelos y las abuelas son los que más sufren las consecuencias negativas del virus Covid-19 pero paradójicamente son los que más se cuidan y, sin embargo, contraen el virus, siendo ante esta situación en donde surge el dilema ¿por qué ocurre? ¿Por qué a pesar de los cuidados adoptados lo mismo se contagian? 


Bueno, la respuesta puede ser muy extrema si sólo sostenemos que ello se debe a que sus allegados no toman conciencia de la situación por la que atraviesa el mundo y, no obstante, se exponen a contagiarse incumpliendo las medidas sanitarias (lo cual puede ocurrir y de hecho ocurre más de la cuenta debido a la participación en fiestas, juntadas, etc.). Y, digo extrema, porque a pesar de adoptar todos los cuidados una persona también puede llegar a contraer el virus en los lugares menos pensados (el trabajo, la escuela, en algún comercio, etc.).


Sin dudas que los adultos mayores se encuentran en peligro y, tal vez la única forma de prevenir y evitar fallecimientos debido al virus es seguirse cuidando hasta el hartazgo, evitar el contacto con ellos sino estamos seguros de que en los lugares en donde nos hemos encontrado o concurrido son los más seguros porque es allí, generalmente, en la subestimación y la falta de cuidados donde suelen ocurrir los contagios.


Sin dudas que hay que aprender a convivir con el virus, el mundo necesita seguir adelante hasta encontrar la solución definitiva al mismo y la vacuna ya es un gran avance de la ciencia y la humanidad pero aún nos falta mucho camino por recorrer y, hasta ese entonces, los grupos vulnerables (entre los que se encuentran los abuelos) corren riesgos y su protección no depende solo del Estado, sino de toda la sociedad en conjunto. 


Por otra parte, es preciso que los Estados necesariamente supervisen que los protocolos médicos, las guías bioéticas, las decisiones sobre recursos médicos y tratamientos en relación con el Covid-19 sean desarrollados e implementados sin discriminación en razón de la edad. 


Es también una obligación de los Estados, la de garantizar el derecho de las personas mayores enfermas de Covid-19 a brindar consentimiento previo, pleno, libre e informado en cuanto a los tratamientos y medicamentos que vayan a recibir. Asimismo, durante el aislamiento, se debe prestar especial atención a las personas mayores con discapacidad, enfermedades crónicas y quienes requieran de medicación y atención regular o cuidados paliativos, los cuales deben ser brindados de manera oportuna y apropiada.


Resulta de suma importancia citar las recomendaciones 41 a 45 de la Resolución No. 01/20, “Pandemia y Derechos Humanos en las Américas” que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de acuerdo con los estándares de derechos humanos frente a la pandemia del Covid-19, le ha efectuado a los Estados: 1. Adoptar las medidas necesarias a fin de evitar contagios, priorizar la atención médica y evitar el edadismo, garantizando el derecho a brindar consentimiento en el ámbito de la salud y facilitando medios de contacto familiar. 2. Garantizar su acceso a servicios públicos y bienes esenciales con un trato diferenciado y preferencial a las personas mayores, identificando y eliminando obstáculos y atendiendo la brecha digital. 3. Reforzar medidas de supervisión y vigilancia para evitar la violencia y negligencia contra personas mayores. 4. Ratificar o adherirse a la Convención Interamericana para la Protección de los Derechos de las Personas Mayores.


Esta última recomendación, ha sido cumplida por la República Argentina mediante ley 27.360 (31/5/2017) siendo importante destacar una de las partes del preámbulo de la Convención que dice: “Reconociendo que la persona, a medida que envejece, debe seguir disfrutando de una vida plena, independiente y autónoma, con salud, seguridad, integración y participación activa en las esferas económica, social, cultural y política de sus sociedades (…)”.


Sin dudas, los abuelos y las abuelas se encuentran expuestos a un grave riesgo durante esta pandemia mundial pero, más allá de las obligaciones y esfuerzos estatales, la seguridad de los adultos mayores es también y, principalmente, una cuestión de conciencia social, ergo no debemos ni podemos permitirnos que las muertes por el virus del Covid-19 se naturalicen y que todo continúe como si nada hubiese ocurrido, ello, no es digno de seres humanos racionales. 


(*) Juez de Responsabilidad Penal Juvenil. Profesor de Derecho Penal II (UNCA). Vocal Titular de la Mesa Nacional de Asociación pensamiento Penal. Miembro de Ajunaf. Miembro de la Red de Jueces de Unicef.

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Comentarios

9/3/2021 | 18:31
#149006
Mucha perorata legal mi amigo, a ver si hace un llamadito al H.I.S.J.Bautista para que arreglen la cocina o busquen unas camas para las señoras/res obesas, o para que corroboren fehacienteete si los mayores que traen del interior realmente están con covid 19 (por que dicen sus familiares que murieron por otras causas y no pudieron atenderlos ); tal vez sería mejor hablar sobre las vacunaciones VIP por que cada dosis (como la de Gullo Ferreyra -FME-)pudo ser la salvación/vida de un abuelo por el que hablan tan bien en sus pactos y convenciones. Bueno.quizas lo que quiere es que no nos olvidemos de Ud. Sr Juez, Profesor. Miembro Adjunto, Pensador, Vocal etc. etc.etc.
9/3/2021 | 12:28
#149005
Ojalá se preocuparan igual, cuando delincuentes menores, atacan y golpean a estos adultos mayores. Porque cuando eso ocurre, aparecen los derechos del niño, para no otorgarles pena.

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