Día del amigo

martes, 20 de julio de 2021 10:06
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Cuantas cosas nos pasan en la vida y las relacionamos con la amistad, con los amigos. Es realmente un vínculo que imperceptiblemente se instala en cada uno y valora en consonancia con situaciones o hechos que fueron parte de un pasado y que conviven con un presente distinto propio de la evolución de que vamos teniendo en nuestras vidas y sus variaciones. No es en vano que tantos filósofos como religiosos de todos los tiempos hayan y le dan una importancia suprema a un sentimiento de siempre, pero alguien quiso que el día que el hombre llegó a la luna fuera el que centralizara el festejo de la amistad, pero el antecedente registra que en el año 1958, en el Paraguay un 30 de Julio se celebró el “Día de la amistad como un cruzada mundial”, en otros países se celera en distintas fechas.

En nuestro país, Enrique Ernesto Febbraro consideró el hecho relevante de los primeros pasos del hombre en la luna como un momento único,  un 20 de Julio de 1969, la perspectiva sentimental histórica y  referencial,  que lo llevó a considerar este día “como un gran paso de la humanidad” y encadenarlo con el  fenómeno universal de la amistad. Miles de carta envió, a distintos destinatarios de diferentes ciudades del mundo comunicando su propuesta e inesperadamente, para orgullo de él, recibió más de 700 respuestas apoyando su postura, desde entonces los primeros pasos de Neil Armstrong en la luna, un 20 de Julio de 1969, quedó como “Día Internacional del amigo”, pero hoy se celebra solo en Brasil y en nuestro país. En Argentina fue oficializado recién en 1979.

Quién es Enrique Ernesto Febbraro? Un personaje polifacético, profesor de psicología, músico y odontólogo, también trabajó como periodista, dos veces candidato a “Premio Nobel de la Paz”, “una persona solidaria y dedicada a entidades de bien público” según expresiones de la diputada Daniela Vilar. Febbraro consideró esa fecha como un hito, una demostración de la amistad entre la humanidad y el universo.

Sócrates en la antigua Grecia aseguraba que “prefería a un amigo a los tesoros del rey Darío”, para Horacio un amigo “era la mitad de su alma”; San Agustín afirmaba que lo único que puede consolar a la sociedad humana tan ocupada en trabajos con aciertos y errores, es la “fe no fingida y el amor que se profesan los verdaderos amigos”. Para Ortega y Gasset la amistad es “la mejor obra de arte y la cima del universo”, sin duda que lo dice porque la amistad exige de comprensión para con los demás y “trabajo de uno mismo”, la amistad es un don.

Las religiones le han dado a la amistad un vínculo superlativo para la vida; los Evangelios, la Torah, el Corán, coinciden en que la amistad es uno de  los  vínculos más nobles e importantes de la vida.  En muchos pasajes de estos libros sagrado hay una exaltación del valor de la amistad y sus consecuencias en las relaciones humanas, “los buenos amigos y sus consejos son dulzura del alma”, pero también aclara que hay que tener la sensatez de valorar al verdadero amigo, no confundir intereses personales que desvalorizan el vínculo en un sentido que desnaturaliza sentimiento y produce daño, con el amigo hay reconciliación, con el interés hay como lo expresó Sócrates hay otras cosas que se esconden y dañan; en el Islam  el profeta Mohamed lo aclara mejor “El hombre es influenciado por la creencia de su amigo. Por lo tanto, que tenga cuidado de quien toma como amigo”.

En mi vida he cosechado muchos amigos en las distintas etapas, por razones propias de ellas nos hemos dejado de frecuentar, pero no olvidarnos, lo cual es muy importante, pero también he ido generando nuevos amigos que se han ido incorporando de distintas maneras, algunos surgidos de relaciones profesionales, muchos consecuencias de mi profesión, pacientes, el deporte y su práctica me ha generado muchos amigos, y la vida misma los ha puesto en mi camino en otras circunstancias que nos ha permitido integrarnos y compartir momentos y situaciones diversas que son las que le dan el tono de la diversidad de situaciones que propone la amistad.

Ha habido hechos sobresalientes que pusieron de relieve la intensidad del sentimiento y cómo el recuerdo influenció al integrar aquel tiempo a esta nueva realidad que los años impone. De esta manera pudimos reencontrarnos y reintegrarnos para regocijo de todos, para asombro de muchos y para reeditar ese tiempo que se nos fue pero que no olvidamos. Así nos volvimos a juntar los viejos compañeros de la primaria, los que egresamos dela vieja Esc.N°1  Gral. Manuel Belgrano egresados en el año 1963 y festejar los 50 años de egresados en un acto cargado de emociones y contar con la presencia de algunas maestras de aquellos tiempos, un acto realmente delicioso a los sentimientos de cada uno, que hizo florecer aquel tiempo que dejamos atrás y que nos reúne periódicamente, no fue menos importante lo que hicimos los excompañeros de la secundaria que nos juntamos para festejar los 25 años de egresados (1968) del querido Colegio Nacional Fidel Mardoqueo Castro, los “mardoqueanos”,   y a partir de ese festejo nos reunimos también para seguir manifestándonos el afecto que nació en ese tiempo adolescente, que no hacía prevenir nada de lo que ahora estamos viviendo.

Todo fue una continuidad motivada por esa necesidad de estrechar vínculos que fueron quedando en el pasado, no en el olvido, prueba de ellos es la respuesta que tuvimos al reencontrarnos aquellos que fuimos compañeros de facultad y que egresamos médicos entre los años 1974-75, motivado por los 40 años de egresados, muchos nos volvimos a encontrar después de ¡cuarenta años! Es realmente fortalecedor el sentimiento de la amistad cuando de por medio existe una voluntad del reencuentro, si existe la voluntad existe la necesidad, de mantener el fuego que la amistad genera y que con el beneficio de los medios actuales se mantiene viva y sigue siendo el motor de unión del sentimiento. Realmente muy importante.

Generar amistad no tiene límites, tiene estados y etapas. El estado matrimonial genera amistades y son secuencias de lazos de amistad que se van enriqueciendo con el tiempo que nos lleva compartir el ocio y el mismo deseo de amistad, no hay muchos secretos en este tren de la vida que a cada uno lleva a ser un eslabón de situaciones que nos encadena a una realidad que la amistad propone y deja crecer para hacernos ricos en este sentimiento tan especial y particular.

No tiene límites y es fortalecedor de situaciones diversas. La jubilación me propuso nuevos amigos sin importar edad, ni nada que sea obstáculo para alimentar el sentimiento. He incorporado amigos que me aceptaron en un grupo creciente que la mesa de un bar generó a través de muchos años, su rutina me aceptó y me generaron placenteros momentos que la pandemia interrumpió, por una cuestión sanitaria propia,  pero no por ello dejamos de comunicarnos y alimentarnos por las redes sociales con  charlas y cuestiones que son propias, con contenidos diversos, pero respetuosos de nuestros tiempos.  

Como dice Alberto Cortés, “a mis amigos les adeudo la ternura…”, y Roberto Carlos le contesta “…quiero llevar este canto amigo a un millón de amigo y así más fuerte poder cantar…a quien lo pudiera necesitar”.

La amistad tiene presencia en distintas etapas de la vida, y en diferentes grados de importancia y trascendencia, pero en todas tiene que existir el sentimiento común y la confianza mutua, más allá de las diferencias que naturalmente existen y de las situaciones que la producen.

El barrio fue un gran generador de amistades que perduran en el tiempo y se fortalecen con los años, después de 50 años nos volvimos a encontrar y compartir asados y la pandemia nos obligó a mantenernos comunicados por el medio de comunicación de estos tiempos, que en aquellos tiempos era salir a la puerta de la casa, así fuimos reconstruyendo la amistad, más bien fortaleciendo el vínculo, “los pibes de la esquina” se transformó en el mejor recordatorio de aquellos tiempos tan simples y sencillos que enriquecieron este presente de amigos con historias tan diferentes como renovadoras del sentimiento.

Los veranos también han sido y siguen siéndo un buen tiempo de generar amistades, algunas perduraron a través de los años, otras se van incorporando y se reeditan cada verano, no hay muchos secretos solo esta de por medio el común sentido  del intercambio de vivencias, experiencias, sensaciones que  no dejan que  el olvido se apropie de aquello que nos fortaleció, la nostalgia juega en la amistad ese roll tan necesario de convertir el pasado en nuevas experiencias y hacer lectura de ellas, el baúl de los recuerdos aporta y saca a la luz a aquellos  que nos precedieron en ese viaje al más allá y los revive en el pasatiempo de la amistad en tiempos que nadie pensaban serían tan distintos pero que inexorablemente llega, los tengo y tenemos presentes y son fortaleza de un sentir profundo y explicable por la amistad.

La profesión me ha generado amigos de distintas edades con los que hemos compartido en diversas situaciones, como por ejemplo en un quirófano, de distinta magnitud y que no se pueden comparar por lo que cada una significó en su momento, la solidaridad que la medicina y de su práctica se desprende es un fortalecedor de un vínculo que muchas veces nace de vivencias complicadas por las decisiones ante la solución de problemas médicos que deben resolverse inesperadamente. El medio profesional también me hizo de amigos, la solidaridad de esos momentos es un gatillo para la amistad.

Mezclar o combinar grupos de amigos estimula la creatividad y brinda beneficios individualmente y también,  porqué no,  a la sociedad, integrar grupos de amigos es un bien cuyos resultados pueden valorarse en la medida que exista un sincero deseo creativo con valores que rescaten la ética como eje conductor.    

La amistad tiene muchas consecuencias en la vida de cada uno, es fuerza mental y física, da calidad de vida, aporta al comportamiento social, es una ayuda y un buen apoyo,  todo eso los amigos de distintas maneras nos están aportando en nuestras vidas, es muy importante reconocer estos hechos y resaltar los valores de la ética en la amistad,  como lo expresó Nietzsche, los beneficios de tener amigos dentro de este conceptos le dan un plus superlativo  a la calidad de amigos, nos ubica frente a un lugar en el mundo que nos aporta a ser personas de bien y ser consecuentes con el sentido que tiene ser amigos.
Para Aristóteles, sin la amista la vida sería un error.

¡Cuántas cosas se pueden escribir de la amistad!, pero las resumo en,  agradecerle a la vida por los amigos que la misma me brindó en las distintas etapas y todo lo que con ellos compartí y comparto, me hacen ser la feliz persona que  respeta a cada uno y trato de brindarles lo mejor que puedo, la solidaridad que aprendí de mis padres.

Alejo Jesus Arias

DNI 8413663                 

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