25 de Mayo de Mil Ochocientos Diez Siempre

miércoles, 25 de mayo de 2022 09:23
miércoles, 25 de mayo de 2022 09:23

Dicen que el 25 de Mayo es la fecha patria con mayor prensa porque tuvo sede en Buenos Aires. Aunque la independencia, que después de todo es el hito que corta lazos con el Viejo Continente, se firmó un 9 de julio, siempre gana en popularidad el 25 por su cercanía con el puerto.

Para cerrar la grieta, por lo menos esta, digamos que tanto las efemérides de la capital como las del interior vienen siendo ignoradas en partes iguales.

Somos varios los que tenemos presente qué día de la semana cae feriado pero poco entendemos sobre la razón por la que no cumplimos horario ese día en el trabajo.

La culpa no es mía. Si nadie nutrió mi patriotismo cuando tenía todavía la cáscara blanda, ¿cómo pretender ahora que la Revolución de Mayo represente para mí algo más que un banderín de dos colores?

Como dijo Enrique Pinti: “La historia argentina es una pesadilla donde la culpa es siempre del anterior”.

Lo más grave del analfabetismo histórico no es desconocer las hazañas de nuestros próceres, si no ignorar los errores que cometieron “autocondenándonos” a una eterna repetición. Somos una nación joven con algunos cientos de años tropezándonos con la misma piedra.

Somos hijos de la insurrección de Túpac Amaru, de los ideales de Moreno y de la corrupción de Liniers. De ese menjunje están hechas nuestras raíces; de esa contradicción surge nuestra revolución.

Es necesario saber qué pasó para entender lo que va a pasar. Pero hay que borrarle el romanticismo a los actos escolares que quedan reducidos a un recuerdo empolvado en algún rincón de la memoria. Hay que hacerse cargo en serio del estigma del pasado para intentar curar las cicatrices en algún futuro.

Somos argentinos con la cantidad de carencias que eso apareja; somos argentinos con los bríos incontrolables que nos corren por las venas; somos argentinos de doble moral orgullosa; somos argentinos cuando se juega la final del mundial. Pero también somos argentinos el 25 de mayo y el 9 de julio. Empezar a usar la escarapela difícilmente sea la solución a nuestros problemas. Pero a lo mejor y con suerte, sirva de recordatorio: alguna vez pedimos ser libres para ostentar una identidad que hoy ignoramos por completo.  

M. Eugenia Avellaneda.

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