Ante recientes dichos, publicaciones y trascendidos, falaces y mal intencionados dirigidos a nuestra agrupación, Los Cardones - Veteranos de Catamarca Rugby Club- considera necesario y oportuno echar claridad respecto a la situación institucional por la que atraviesa el club, causas, consecuencias y responsabilidades que, falsamente, pretenden atribuirnos los desplazados dirigentes, quienes hoy reaparecen con disfraces y maquillaje de renovación, pretendiendo continuar decidiendo los destinos de la institución que desmanejaron a gusto y placer, durante los últimos 4 años, tomando como eje de su propuesta establecer la idea: “La culpa de todo es de otros”.

Desde hace 4 años a esta parte, la comisión directiva intervenida hizo gala de un inusitado desorden institucional, con total desapego a las mínimas exigencias legales impuestas a toda institución deportiva, de interés social.  Hace 4 años que no se realizan elecciones.  Hace 4 años que no se presentan Balances, Memorias ni rendiciones de cuentas que transparentan una gestión.  En otras palabras: manejaron como propio el patrimonio ajeno, el de los socios, con absoluta soberbia y desfachatez.

El mal manejo y falta de autoridad en la conducción también se puso de manifiesto a la hora de administrar la disciplina interna del club, al punto de que tanto dirigentes –integrantes de la comisión directiva- como jugadores, protagonizaran hechos vergonzantes, criticables, de inconductas extradeportivas sin que siquiera se considerase en la comisión directiva algún tipo de sanción, necesaria, correctiva y ejemplificadora.

Los Cardones –veteranos de CRC- fuimos convidados de piedra en el accionar de la comisión, excluidos de toda decisión, opinión y/o consulta. 

Cansados de ser espectadores de las caprichosas decisiones, se solicitó en numerosas ocasiones y de distinta forma, rendiciones de cuentas y llamado a elecciones, sin éxito alguno en nuestras peticiones.

En Diciembre de 2022, un socio (uno de los tantos excluidos y huérfano de información) en uso de los resortes legales a su alcance y por propia iniciativa, solicitó a la Dirección de Inspección General de Personas Jurídicas su participación y ayuda en aras a la normalización de la institución.  Luego de ello esa Dirección de contralor estatal decidió abocarse al asunto, motivados por la falta de documentación actualizada Balances, Memorias, Elecciones de Autoridades, etc de los últimos 4 años, documentación esta que debería obrar en el legajo de la institución.  La DIGPJ convoca a los integrantes de la comisión directiva de CRC e íntima a la urgente presentación de la documentación obligatoria.  Cumplido el plazo y, ante la evidente imposibilidad de generar y presentar en tiempo documentación e información comprobable, solicitan prorroga.  La DIGPJ, condescendientemente, otorga un nuevo plazo en el cual presentaron información parcial e inconsistente a lo cual, el único procedimiento al alcance de esa dependencia oficial, fue la de decidir dar inicio a un proceso de normalización, desplazando a esa viciada comisión directiva.

Hasta aquí, un sucinto relato histórico, cronológico y ajustado a la verdad de los acontecimientos institucionales, en los que ABSOLUTAMENTE NADA TIENE QUE VER LA AGRUPACION CARDONES, veteranos hacedores de la genética del club y que hoy somos desdeñados por el solo hecho de señalar, con dedo acusador, a los responsables del ya relatado critico gobierno de nuestro club

Por otro lado, no sería consecuente con nuestros principios hacer la vista gorda para con recientes hechos de inconductas deportivas –vandalización de camiseta de Teros RC- que tampoco merecieron el oportuno reproche y sanción disciplinaria interna si no que, al contrario, se organizó un banderazo, cual emulo de piquete o acampe de protesta, ante la decisión sancionadora de la Comisión de Disciplina de la Unión Andina de Rugby, dejando de lado usar oportunamente las herramientas procedimentales previstas en el Reglamento de Disciplina de dicha Unión.

En recientes publicaciones en redes sociales de referentes de aquella fracasa comisión directiva, se manifestó con total liviandad enfermiza que: “los que pensamos distinto somos nefastos enemigos, llenos de personalismos”, por el solo hecho de pretender orden y prolijidad en el manejo de la institución.

Los “desinteresados” personajes que atacan, son los mismos que abandonaron su rol de desarrolladores deportivos, cuando no fueron satisfechos sus pedidos de incremento económico que percibían de la Unión Andina.  Son los mismos que esconden bajo la alfombra comportamientos y desmanejos de los últimos 4 años.  Estos hoy se presentan -con ropaje de ofendidos y atacados- como promotores de candidatos de su misma línea y afinidad.

Nosotros, los veteranos del club, intentamos en innumerables ocasiones establecer reuniones que sirvan de útiles puentes de ayuda y colaboración en miras a evitar la situación institucional actual, obteniendo solo pillezcas evasivas y ocultamientos.  Nunca quisieron dialogar, aceptar colaboración; permanentemente jugaron y juegan a las escondidas con el Libro de Actas, Libro de Socios, registro de cuotas pagadas en miras a la elaboración de un padrón que permita saber quiénes son los socios que pueden participar de una inminente elección.  Solo fuimos convocados, en Diciembre de 2022 por que era necesario y urgente de pagásemos, en forma adelantada la cuota anual 2023, dando como resultado que 36 veteranos pagaron esa anualidad.

Los veteranos NO somos los responsables del desgobierno ni de la actual situación.  SI somos los que promovemos un cambio total en la planificación y ejecución de los destinos del club.  Asimismo, cabe aclarar que nuestras diferencias son institucionales no así deportivas.  Nada tenemos que decir de los formados Entrenadores, de todas las divisiones, que voluntariamente entregan valioso tiempo para entrenar a sus planteles.

Asimismo, cabe aclarar que el próximo día Sábado 20 de Mayo de 2023, la agrupación Cardones organizo, como todos los años, el Torneo de Veteranos “Adrián Libio Álvarez” en recuerdo a nuestro compañero trágicamente fallecido y en homenaje a otro compañero Cardón,  Waldo Oliva, fallecido recientemente.  Dicho evento cuenta con la autorización de la Comisión Normalizadora y el mismo se encuentra exceptuado de la sanción de suspensión aplicada al CRC por la Comisión de Disciplina de la Unión Andina atento a que la actividad de rugby de veteranos se encuentra fuera de la órbita de injerencia y decisión de la esa Unión, teniendo la actividad de veteranos su propia asociación nacional de pertenencia (AUVAR).

Para finalizar, pensamos que hace falta más coraje para conversar con el que piensa distinto que para insultarlo.  Ninguna de las peleas que tientan y provocan, dará resultado positivo.