Mi nombre es Agüero, Emmanuel Fabián. Esperé 5 años para hacer este descargo, contar mi verdad, mi historia. 

Se preguntarán por qué no lo hice antes: porque este hecho me lo impedía, respeté a la Justicia y a la supuesta víctima. Lo hago ahora para que escuchen la otra parte de la historia. 

Me acusan de rapto y abuso sexual, esa es la carátula de mi causa, hecho que jamás cometí. La opinión pública, los medios de comunicación, me acusan sosteniendo la declaración de esta mujer como verdadera, pero quiero que mi palabra, mi testimonio tenga validez. Toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario, es un derecho de todo ciudadano, por eso no entiendo cómo la sociedad lo da como cierto sin conocer las dos partes de este hecho. Por eso quiero que escuchen mi opinión y saquen sus propias conclusiones.

Estoy transitando el debate de esta causa en la Cámara Penal N° 1, pero decidí presentar este descargo para dar a conocer una situación que impide que dicho juicio se desarrolle con la debida normalidad, puertas adentro. Cierto movimiento político se ha presentado cada uno de los días que ha trabajado este tribunal, en la vía pública, con bombos, carteles y gritos pidiendo justicia, según estas personas que apoyan a la víctima, pero refiriéndose a mi persona como culpable. Muchos repiten algo previamente preparado y no miden el daño que hacen interfiriendo con su accionar a la Justicia, que está tratando en ese lugar un debate tan importante. Este movimiento político es solo una mínima parte de la sociedad que desconoce la verdad del hecho que se analiza, mucho menos las pruebas que se han presentado y los testimonios que se han dado.

Pero ya su presencia está coaccionando el trabajo de este tribunal. El mismo debe analizar y sacar sus propias conclusiones sin ser extorsionado por ninguna persona que se presente con el objetivo de desviar la atención, que solo debe estar puesta en escuchar a quienes se presentan en este recinto para luego dar un veredicto.

Aquí se está decidiendo la libertad de dos personas, aquí se debe demostrar si la acusación de una mujer es verdadera o falsa.

Por lo tanto, se debe dejar trabajar a la Justicia, sin amenazas, sin presiones, sin coartar la acción que están realizando los jueces.

Por eso afirmo que estas marchas actúan intimidando al tribunal a tomar la decisión que ellos se han propuesto, que ellos creen que es verdad.