Se pone en marcha la “Maratón de Lectura”

Leer, un desafío diferente

Está organizada por el Ministerio de Educación de la provincia y la Fundación Leer.
domingo, 22 de agosto de 2010 00:00
domingo, 22 de agosto de 2010 00:00

Hoy se pone en marcha la Maratón Provincial de Lectura, organizada por el Ministerio de Educación de la provincia y la Fundación Leer, bajo el lema “Por una Catamarca lectora”.
Entonces, la ocasión amerita revisar algunos conceptos en torno a la práctica de la lectura, a los lectores y a lo que en esta materia se ha realizado en Catamarca, desde 2001 a esta parte.

Primera cuestión
Si a caminar se aprende caminando, a leer se aprende leyendo. Frase remanida y vaciada de contenido que podría aplicarse en aquellas ocasiones en las cuales enseñamos a un niño o adulto a descifrar el código alfabético. Pero a amar la lectura como práctica de vida se enseña sólo amándola. Sólo quien ha experimentado en carne propia el hondo placer de un texto bien escrito, mejor ilustrado, complicado, opaco en sus sentidos, provocador hacia el lector, puede ser capaz de querer contagiar al otro con esa magia. Nadie puede ser un buen chef si no le gusta cocinar y no puede pasar un día sin hacerlo. Por ende, nadie puede promover la práctica de la lectura si ésta no es parte necesaria de cada uno de sus días. De esta manera, podemos considerar como promotores de lectura a aquellos abuelos que pueden dar de su tiempo para leer o contar una historia a un grupo de chicos, al “loco” que se pasea por las calles contando historias, al que puede plasmarlas en la letra de una canción o en una imagen, a los docentes que son capaces de detener el dictado de un contenido para regalar una historia bien contada a sus alumnos.

Segunda cuestión
¿Cómo promovemos la lectura? Preocupación tan expresada por los adultos de un tiempo a esta parte, “a los chicos no les gusta leer”; “se la pasan en la computadora o en el televisor”, etc. Señor adulto cuestionador, ¿cuánto tiempo de su día dedica a la lectura literaria? Sí, las ocupacioners actuales no dan tiempo para leer. Un consejo: pruebe con llevar siempre un libro en la cartera o el maletín. Ya verá cómo se hace más corta la espera en el consultorio médico (las revistas que hay ahí siempre datan de por lo menos tres años atrás), la cola del cajero parecerá mínima, ni hablar del viaje en el colectivo y/o la consabida permanencia en el baño, ya sabemos para qué… Los chicos no leen porque desde hace años no ven a los adultos como modelos de conductas lectoras. Porque los padres actuales no tenemos tiempo para leer con ellos, para ayudarlos en sus primeros intentos, para acompañarlos después. Porque la escuela se ha empeñado en buscar siempre una finalidad didáctica-moralizante en los textos, siempre tienen que tener un “mensaje”, “inculcar valores”, “contar cosas que a los chicos les resulten familiares”. Entonces, señores docentes, no podríamos nunca leer el Quijote, porque no estuvimos en España, ni “Viaje a la luna” de Julio Verne, por obvias razones, y así con todos los demás.

Tercera cuestión
La elección del canon de lecturas. Para poder elegir el menú de un restaurante, debemos elegir entre las opciones que nos brinda la carta. Para poder elegir qué lecturas ofrecer a nuestros lectores, debemos conocer la oferta. Ya sea que estemos hablando de literatura infantil, juvenil o para adultos. Por otro lado, es difícil imaginarse a un chico de 14 años ingresando al mundo literario a través del Mio Cid; no porque este clásico esté mal, sino por la ajenidad que representa para los intereses de los adolescentes. Basta con observar el programa anual de cualquier docente –en cualquier ciclo y nivel de la escolaridad- para darnos cuenta de que allí no hay autores de libros para niños, para jóvenes, y mucho menos de literatura para adultos posterior al Boom latinoamericano (llámese década del ’60). Y aún más, esta carencia se origina en la formación docente terciaria y universitaria. Los profesores que egresan de los IES provinciales van a dar clases a alumnos de 3º Ciclo (alumnos que tienen entre 12 y 15 años) y de Nivel Polimodal (de entre 15 y 18 años). Llama la atención que en el diseño curricular de sus carreras de Profesores en Lengua y Literatura, no se incluya un espacio denominado Literatura Infantil y Juvenil.
El tema es extenso y se presta a un arduo debate entre los adultos responsables de acercar los chicos a los libros: familias, docentes, autoridades a cargo de definir las políticas públicas.
De todas maneras, el panorama no es tan desolador como parece. Desde que en 2001 se creara en Catamarca el Centro Provincial de Promoción de la Lectura y la Escritura, las acciones tendientes a instalar la lectura como práctica cotidiana en la escuela y la comunidad fueron acrecentándose. Así surgieron un sinnúmero de Proyectos Institucionales centrados en la promoción de la lectura en escuelas de todos los departamentos de la provincia; miles de docentes y voluntarios se capacitaron durante ocho años (2001-2009) en promoción de la lectura; muchos niños en escuelas, comedores, ONGs, bibliotecas, centros comunitarios y hasta en la calle, pudieron participar de talleres de lectura, de charlas con escritores reconocidos que visitaron la provincia, y hasta recibir correo-libros. No son ajenas a esta “movida por la lectura” la Feria Provincial del Libro, las Ferias que anualmente se realizan en Santa María, en Recreo, y en algunas escuelas de Capital y del interior. Sería estupendo que luego de la maratón de hoy, que provocará un revuelo de libros en las escuelas, podamos ver a docentes, padres, autoridades, funcionarios, acompañando a los chicos a elegir libros en librerías (si pueden comprarlos), o en las bibliotecas que esperan en los barrios y pueblos del interior, que sus habitantes sean desempolvados de los estantes.

Actividades

En consecuencia, para este lunes, en cada escuela se ha programado una serie de actividades, donde se apuntará, principalmente, a dedicar tiempo completo a la lectura, priorizándose la lectura de obras de autores y escritores de esta tierra. También habrá espacios dedicados a las películas, títeres y obras de teatro, con la participación activa de bibliotecas y otras asociaciones civiles.
En este proyecto intervienen la “Fundación Leer” y el Plan de Lectura de la provincia, dependiente de la Agencia de Programas Educativos, con el objetivo de concientizar a la población de la importancia que posee el ejercicio de la lectura para el desarrollo personal y el crecimiento de las sociedades, destacándose la importancia de reforzar las experiencias de lectura individual y compartida, creando un clima que profundice los vínculos entre el hogar, las diferentes instituciones y la comunidad.
 

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