El espacio cultural Estación de Sueños, donde se desempeñan la cooperativa Cachalahueca y otros trabajadores de la cultura, realizó el pasado miércoles su acto de cierre de los talleres culturales desarrollados a lo largo del año.
Hubo brindis, murga, muestra de los chicos del taller de folclore y entrega de certificados a los talleristas, a vecinos y organizaciones que colaboraron con las actividades impulsadas desde este espacio cultural, que hace un enorme y silencioso trabajo social en el sur capitalino.
“En este 2012 llegaron a la Estación muchas alegrías, eventos, solidaridad, amigos, compañeros, artistas, vecinos, épocas difíciles, pero por sobre todo sueños. Estos sueños que pararon aquí hoy están cerrando el año, para tomarse un descanso y arrancar 2013 a toda máquina”, dijeron los chicos de la cooperativa.
Desde la sede de la “Estación de Sueños”, ubicada al borde de las vías y al lado del Teatro del Sur, sobre calle Florida al 600, Augusto Pastore, de Cachalahueca, convocó a seguir trabajando durante 2013 en forma colectiva y solidaria por el barrio y la cultura.
En ese sentido, se destacó el aporte de alumnos del Profesorado de Inglés de la UNCa, quienes dictaron durante el año un taller de idioma totalmente gratuito para los vecinos del sur de la ciudad. Los estudiantes recibieron una mención en agradecimiento por su aporte solidario.
La Estación de Sueños también reconoció el aporte a la difusión de sus actividades a la agenda cultural web Ecléctica Catamarca, a La Nocturna, a la locutora Ana Jazmín Moreno y a la gente del nodo audiovisual de la provincia.
Los docentes y alumnos que dictan los talleres de murga, títeres, terapia del canto y folclore también recibieron su certificado. Por su parte, más de 25 niños del barrio que aprendieron a bailar folclore en la estación ofrecieron una muestra de danzas en el Teatro del Sur.
Muchos vecinos acompañaron el acto, en reconocimiento a este espacio que, junto a las vías, los cobijó a lo largo del año con distintas propuestas artísticas y culturales.

Compromiso
En el aire cálido de esa tarde quedó flotando un compromiso que todos los presentes parecieron asumir como propio: seguir aportando desde el trabajo cultural y solidario para el crecimiento colectivo de ese espacio y del barrio ferroviario.