Roth-Grandinetti: Mucho más que buena química

El miércoles estrenarán Una relación pornográfica.
sábado, 12 de enero de 2013 00:00
sábado, 12 de enero de 2013 00:00

Algunos tramos de sus carreras resultan parecidos. Salieron del país y buscaron desarrollar sus trabajos en España, en distintos períodos. El cine y el teatro resultan sus ámbitos más transitados. Cecilia Roth y Darío Grandinetti nunca habían trabajado juntos y en estos meses dos proyectos los unen. En teatro estrenarán Una relación pornográfica, del francés Phillipe Blasband, con la dirección de Javier Daulte, el próximo miércoles, en el Paseo La Plata. Y para marzo se anuncia la premier de Matrimonio, una película de Carlos María Jaureguialzo, de la cual también son los protagonistas.

Una relación pornográfica es una historia singular, llevada al cine en 1999 por Fréderic Fonteyne, con las actuaciones de Nathalie Baye y Sergi López. Para algunos es una creación de culto. Su título es por demás sugerente y por eso en algunas ocasiones se lo ha cambiado por temor a que el espectador piense que va a ver algo muy subido de tono. En realidad algo es así en esta trama, pero no hasta un extremo que pueda incomodar a alguien. O tal vez sí, pero desde un lugar muy sensible y delicado. Un hombre y una mujer se encuentran para concretar una fantasía y luego quedan atrapados en una inesperada historia de amor.

¿Quiénes son ellos? No hay datos. ¿Qué les sucede?: sin dudas, algo vertiginoso.

"Lo que más me atrapa del personaje es lo que no se conoce de él. No hay nada en la historia que hable más que lo que ellos conocen del otro, que es muy poco. Me atrae saber quién es esta mujer a quien le están pasando estas cosas y, por otro lado, la enorme posibilidad que tiene la obra de identificarse con ese anonimato de los personajes, porque es una historia de amor con todas las dificultades", explica Cecilia Roth.

"Dos personajes muy misteriosos -dice Darío Grandinetti-. Vaya a saber por qué, seguramente la soledad, los lleva a intentar esto que se les va de las manos. Esta obra tiene que contar a favor con el misterio. ¿Quiénes son estos tipos? ¿De dónde vienen? ¿Por qué hacen esto? Son preguntas que la gente se hará cuando salga del teatro. Armarles una vida, quedará en manos del espectador."

Tanto Roth como Grandinetti se muestran muy felices por concretar este proyecto. Ella dice estar "en estado de gracia" y esto, aclara, significa "estar muy agradecida". Él, por su parte, disfruta volver a trabajar con Javier Daulte (con quien hizo Baraka y Mineros), compartir su primer trabajo teatral con Cecilia Roth y trabajar en La Plaza, un teatro en el que consolidó su carrera.

La actriz hace dos años que no hace teatro. La capturó primero la televisión (Tratame bien) y luego viajó a España a filmar con Pedro Almodóvar Los amantes pasajeros. Grandinetti viene de hacer Mineros en el Metropolitan y de filmar varios proyectos. Para los dos, el teatro es un lugar sumamente especial, al que no dejan fácilmente frente a la posibilidad de hacer cine o televisión.

"Hay que estar a las alturas de esto. Es un oficio que yo elegí. Me lo tengo que tomar seriamente. Como decía Eladia [Blázquez] «Honrar la vida». Yo elegí esto y por muchos motivos debo respetarlo. Sino, con qué autoridad moral exigimos que haya una televisión con mayor profundidad en la temática, que haya un cine más comprometido. Los primeros que tenemos que comprometernos somos nosotros arriba del escenario", sigue Grandinetti.

"El teatro es dificultad, es disciplina, es el cuerpo expuesto todas las noches -dice con naturalidad Roth-. Y también es una sorpresa. Es un misterio y es una suerte que así sea. Implica ser honesto con lo que tenés ganas de contar y luego se verá si eso alcanza éxito. Creo que la honestidad siempre es un punto a favor y con él ganás."

LA REUNIÓN CON ALMODÓVAR, "CON LA ACIDEZ DE SIEMPRE"

Luego de estar algunos meses en España filmando la última película de Pedro Almodóvar, Cecilia Roth no sólo ha comprobado las dificultades económicas y sociales por las que está atravesado el pueblo español, sino que eso le ha posibilitado profundizar, quizá, su enfoque sobre nuestro país. "Creo que es un momento muy interesante en la Argentina y en la región. De mucha experiencia y muy positiva. Hay democracia plena y, en este estado, tenés que contar y decir lo que nos afecta, lo que nos motiva, lo que acordamos y lo que no. Las opiniones están en la calle y está muy bien. Eso es fundamental. Cuando veo la brutal represión que hay en España frente a distintas manifestaciones y, comparo eso con lo que sucede aquí, siento una enorme satisfacción por nuestro país. Me siento absolutamente orgullosa de lo que pasa acá."

Cuando se le pide que anticipe algunos aspectos del film de Almodóvar, Roth es muy cauta: "No puedo contar mucho -aclara-. Pedro cambió -sigue-, volvió a sus comedias; por supuesto con la acidez y la profundidad de siempre. Y ha sido una suerte agarrarlo en este momento. Diez personajes en un avión; hay una avería técnica y ellos abren sus corazones como si fuera la última noche de sus vidas. Son personajes muy particulares. Para mí, referentes de una España muy puntual, muy actual. Son como prototipos de un país que está atravesando un momento muy duro, en el que están apareciendo todos los gusanos de abajo de la tierra. Y éstos [los personajes] viajan en business".

Su mirada sobre España expresa cierto dolor. Ella la conoció en tiempos en que había caído el franquismo y cuando el arte comenzaba a desarrollarse de manera muy vital. "Entonces aparecía un país que había estado muy tapado. Hoy la cultura y la cinematografía están muy castigadas. Ellos no están acostumbrados y están aterrorizados. Por suerte, hay mucha reacción. Indudablemente estamos en un mundo nuevo que está padeciendo la burbuja del ultracapitalismo. Ya veremos para dónde va."

Mientras tanto disfruta interpretar Una relación pornográfica y está expectante frente a un proyecto televisivo del que prefiere no hablar. Su experiencia en Tratame bien fue muy buena y le gustaría reeditarla. Por ahora, el teatro.

"HAY MUCHO GASTO DE ENERGÍA COMO PARA HACER UNA PAVADA"

Durante varios años Darío Grandinetti estuvo ausente de los escenarios argentinos. Sus viajes continuos al exterior a filmar (España, Italia) le imposibilitaban hacer teatro y televisión en Buenos Aires. En Europa todos creían que él vivía allí, en la Argentina también. "Yo nunca me fui a vivir a España -cuenta-. Iba y volvía. A veces estaba varios meses afuera. Y cuando estaba acá, disfrutaba mi casa, mis hijos. Después empecé a hacer teatro [Ella en mi cabeza -reemplazó a Julio Chávez-, en Buenos Aires, Mar del Plata y en gira por el interior del país] y así volví a tener más visibilidad acá."

Profundo amante del teatro de Buenos Aires y de la Argentina, habla con admiración de los múltiples proyectos que muestra la cartelera local. "Es muy poco frecuente que lo mismo ocurra en otros países del mundo. Hasta el teatro alternativo es muy fuerte y genera público. Un chico de 22 años, seguramente, ya lleva vistos diez espectáculos y vio a Veronese, a Spregelburd, a Daulte. En ese ámbito, no sólo se forman teatristas, sino, además, espectadores. Y eso es muy importante también para nosotros. Te obliga a pararte de otra manera en el escenario."

No vive esto como una exigencia mayor a la hora de actuar. Por el contrario, le parece natural. "En los últimos años, he tenido la suerte de «elegir», pero ésta es una profesión muy rara y extraña que hace que uno nunca sepa nada. Estamos siempre empezando o terminando algo. Hacer teatro, hacer cine es mucho esfuerzo. Hay mucho gasto de energía, de dinero, de ilusiones, de esperanzas, como para subir a un escenario a hacer una pavada o una estupidez."

Conocedor del país, a través de múltiples giras y en diversos períodos, Grandinetti afirma hoy que la Argentina está muy bien y eso lo ha podido comprobar con los últimos viajes que hizo con Baraka. "A la gente le gustaba, lo pasaba bien -cuenta-, pero también tenía dinero para pagar una entrada. Y eso es muy importante, la gente está mejor. Estamos en un buen momento. Se sabe que estoy a favor de este proyecto de país. Se han puesto a la luz cosas que antes no se pusieron. El papel de los medios, el rol que cumplen, cómo influyen, quién es cada uno. Antes comíamos la comida preparada, ahora vemos la cocina. Se ve quién cocina, qué cocina y con qué. Eso hay que reconocérselo a este gobierno y al de [Néstor] Kirchner. Después, cada uno pensará como quiera y dirá lo que quiera decir.".

Carlos Pacheco | LA NACION

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