Aunque tienen años de trayectoria en el folklore y han formado desde sus inicios la agrupación Los Rieles, Fabricio Abella y Diego Quinteros sabían que su decisión de “abrirse” y formar un nuevo dúo implicaba empezar de cero. Sin embargo, con Calu –tal el nombre que eligieron un año atrás para bautizar al nuevo grupo- lograron mucho más rápido aquello que todo folklorista sueña y que, con Los Rieles, les costó doce años: estar en el escenario mayor de Cosquín.
Calu desembarcó en el Festival Nacional del Folklore el lunes 21, en la tercera luna de Cosquín y, aunque no entraron en horario televisivo, fueron muy bien recibidos por el público de la plaza Próspero Molina.
“Nosotros con Los Rieles estuvimos doce años, y recién el año pasado, en el año doce, pudimos llegar a Cosquín. Por eso, haber podido presentarnos con Calu a un año de habernos formado para nosotros es importantísimo”, dijo a El Esquiú.com Fabricio Abella, una de las voces del dúo.
El músico destacó la apertura de la comisión organizadora para dar cabida en la grilla del festival a artistas emergentes. En su caso –comentó- bastó enviar parte del material grabado y una presentación del grupo a la comisión organizadora –con la que ya habían tenido la oportunidad de contactarse anteriormente- para ser convocados. “Pero nos tuvieron en vilo y recién en diciembre me avisaron. Quedamos felices con la noticia porque aunque nuestros nombres sean conocidos, como Calu no nos conocían, así que estar en Cosquín es un impulso muy grande para el grupo”.
“Nos hubiese encantado que fuera televisada, pero estuvimos un rato antes de que se abriera la televisación y nos fue muy bien. La gente que va a Cosquín va a escuchar folklore y, si no está bueno, no te aplauden. A nosotros, del lado de atrás del escenario nos fue excelente, con la técnica, el sonido, la producción y todo eso. Y del lado del frente nos fue muy bien. No fuimos a Cosquín esperando ser revelación, pero sí ver la respuesta de la gente y la verdad que gustó bastante”, comentó Abella.
Calu eligió interpretar la chacarera “El Tiempo de mi Niñez” y “Canto a Monte Quemado”, de Los Manseros Santiagueños, sobre el escenario Atahualpa Yupanqui, dos temas con los que se ganaron el aplauso del público.
Y como Cosquín no sólo es su plaza sino que en todos sus alrededores se vive y respira folklore, Calu tuvo la oportunidad además de actuar en la peña oficial de Cosquín y en la histórica Confitería La Real. En esta última se presentaron dos noches en horario central.
Ya de vuelta en Catamarca Abella relató la experiencia de Cosquín y señaló que “la primera puerta que se te abre tras estar en Cosquín es el trabajo. Con sólo decir que estuviste en el escenario mayor te consideran mejor y tenés la chance de pelear por estar el año que viene de nuevo. Además nos encontramos con el director de la discográfica Utopía, quien nos pidió escuchar el disco cuando lo terminemos de grabar”.
Calu está grabando –y espera tenerlo listo en abril- su primer trabajo discográfico en el estudio de Cristian Arce. Se llamará “Sin pensar”, nombre de una canción compuesta por Abella y Quinteros. En la producción musical del disco intervienen Juan “Chino” Décima –guitarrista de Los Nocheros- y Leonardo Schmuller, guitarrista de Los Amigos.