Que el pueblo recupere y vuelva a adueñarse de sus tradiciones; que cante, baile y chaye; que se mojen los que “juegan al carnaval” con las cálidas aguas de febrero; que se pinten, que se embarren, que se enamoren, que se hidraten hombres y mujeres con espirituosas bebidas, que se vayan las angustias y que vivan las alegrías. Todo ello, cantado y recordado en cientos de piezas folclóricas que fueron quedando como testimonios de tiempos de “cuanta”, parece querer retornar desde iniciativas barriales y entes oficiales que desparramaron propuestas por distintos rincones de la provincia.
El carnaval, que recuperó sus días feriados, tuvo cuadros de tradición y otros más “importados”, tuvo comparsas a la usanza andina y sonidos y murgas rioplantenses y “cariocas”. Y la fiesta va a seguir por unos días más, porque la programación va a seguir convocando el próximo fin de semana en distintos puntos de la geografía provincial.
Entre tanta movida, un trabajo destacado es el que surgió desde el barrio 100 viviendas norte y alrededores, en esta ciudad. Allí, en dos meses se gestó una comparsa de la que tomaron parte decenas de vecinos, bajo la batuta del profesor Juan Segura, de larga trayectoria en el sostenimiento y la difusión de las tradiciones folclóricas a través de su docencia en la parte oficial, y desde su ballet Argentina.
El área de prensa de la Secretaría de Cultura provincial se encargó de difundir detalles y datos de color de la conformación de la comparsa tradicional, que tuvo activa participación en los actos oficiales que se sucedieron el fin de semana largo.
Desde el organismo se explicó que la comparsa se conformó en el marco de las clases abiertas de danzas nativas dictadas, a lo largo de enero y febrero, por el profesor Segura, del equipo de la Dirección de Acción Cultural de la Secretaría de Cultura de la Provincia.
Con gran vocación docente y el objetivo de recuperar la celebración tradicional del carnaval en el barrio, el docente se encontraba dos veces por semana –durante las vacaciones- con los vecinos del norte capitalino en la plaza Inti Raymi, ubicada en la esquina de Los Promesantes y Los Peregrinos, en el sector norte capitalino.
Grandes y chicos, familias enteras, se sumaban a sus clases en las que se bailaba al ritmo de zambas y chacareras y donde se comenzó a gestar esta comparsa tradicional que tuvo un exitoso debut en los carnavales 2013, en el marco del ciclo municipal “Viva la Plaza”, el pasado viernes. Luego, fueron bien recibidos en la ceremonia del desentierro del “Pujllay”, realizado en Valle Viejo. La crónica señala que allí concurrieron todos ataviados con trajes coloridos y encarnando a los personajes del carnaval catamarqueño: diablos, viejos, viejas, brujas y mascaritas. Entonando coplas carnavaleras y tirando harina al aire, lograron contagiar la alegría del carnaval a todos los presentes.
Mientras que lunes y martes, la gente del “profe” Segura distinguió “El carnaval de la alegría” que se realizó sobre avenida Venezuela, frente al Parque de los Niños.

En Recreo

Las calles del barrio San Martín, en la lapaceña ciudad de Recreo, se vistieron de color y ritmo de carnaval las noches del lunes y martes, a partir de la iniciativa de un grupo de vecinos que conserva desde hace varios años esta tradición.
La convocatoria atrae a cientos de vecinos de otras barriadas recreínas, quienes concurren a la avenida Belgrano para vivir el carnaval a través de música, agua, harina y todo el cotillón que acompaña la celebración.
Aparte, también músicos locales animan la fiesta que el martes tuvo su epílogo con la quema del “rey Momo”, con lo que se despidieron hasta el año que viene.