Dulce Amor festejó los 250 programas
“Dale campeón, dale campeón, dale campeón”, canta todo el elenco de “Dulce amor” -que hoy tiene su último día de rodaje- a la hora de la foto grupal en la celebración por los 250 programas de la novela éxito de Telefé. Como era de esperarse, Sebastián Estevanez es el que lidera la batuta y alienta a sus compañeros a sumarse al cantito. Sin embargo, el buen camino de la ficción, que se comenzó a emitir el 23 de enero de 2012, no era el planeado. Para comenzar, ni siquiera fue pensada para emitirse en la Argentina. Así lo explica Quique Estevanez, productor de la tira. “Esto empezó como un proyecto para vender al exterior. En su momento Televisa (cadena de televisión mexicana) reservó los derechos. No se iba a ver acá. Y un día Tomás (Yankelevich, director de programación de Telefé) vio un trailer que habíamos hecho y me pidió hacerlo en Telefé y aquí estamos”, explica Quique, quien destaca haber superado los 250 capítulos con otras novelas de su autoría pero “ésta tiene un sabor especial porque están Sebastián y Sol (Angie en la ficción) -sus hijos- en el elenco”.
Además, el plan original era que saliera al aire en horario de la tarde, pero todo cambió, generando diferentes reacciones dentro del elenco. “Nos avisaron dos días antes de empezar a salir al aire que íbamos al prime time. Todos nos alegramos a full porque confiamos en el producto”, sostiene Micaela Vázquez. “Cuando nos dijeron del cambio se nos frunció todo lo fruncible (sic). Teníamos un miedo... Pensamos ‘chau, sonamos, ahora nos vamos al muere’, pero finalmente hasta le ganamos a Tinelli”, comenta Georgina Barbarossa, una de las más efusivas de la noche. Jorge Sassi, el creador del fiel mayordomo Emilio, confiesa: “Cuando vi por primera vez el programa, en la oficina con Quique y Sebastián, les dije: ‘esto es para el prime time’. Lo vi con una carga polentosa. Y a los cinco días Tomás le dijo a Quique ‘vamos en el prime time’. Por su parte, Segundo Cernadas señala: “Creía que era una telenovela muy naif, muy clásica y que iba más para la tarde, y realmente me quedé sorprendido cuando pasó a la noche. Pero si el productor y la gente de Telefé lo decidieron no te quedaba otra que tirarte a la pileta e ir para adelante”.
Seguramente muchos factores se congeniaron para que “Dulce amor” logre tamaña repercusión, promediando 19.8 puntos de rating desde su debut y teniendo una gran presencia en las redes sociales, pero Georgina se anima a arriesgar la clave del éxito: “Creo que la gente se enganchó con la típica novela e historia de amor de la época de ‘Rolando Rivas, taxista’. Con la historia familiar, accesible y multitarget. Historias de amor y triángulos amorosos de todas las edades y cosas que pasan en la vida. Creo que el secreto es la familia. O sea, Montescos y Capuletos, como les guste llamarla, desde que el mundo es mundo, así son las historias de amor”.
“Vení Calu, faltás vos en la foto”, bromea Sebastián Estevanez. ¿Qué pasó con Calu Rivero, que arrancó protagonizando con su Natacha Bandi y luego desapareció? Estevanez padre responde: “Cuando pactamos el primer contrato, se sabía que ella se iba a ir dos meses para estudiar inglés. Luego se sumó la película (“Tesis sobre un homicidio”), que no estaba pactada. Yo de buena onda, como me parecía interesante para su carrera, puse un poco de esfuerzo para que la pudiera hacer. Ella por contrato no la podía hacer. Entonces se fue y la novela siguió, yo no podía esperar dos meses, tenía que alimentar la novela desde otro lugar. Necesarios somos todos, pero indispensable no es nadie. Y cuando ella estuvo disponible para venir ya la historia había caminado para otro lado, me costaba traerla”. ¿Ella grabó escenas para el final? “Sí y van a salir en algún momento. Lo que pasa es que ahora me están costando ponerlas. Poner las vamos a poner, pero hay un momento que la historia se va para otro lado. Hay gente que puede pensar lo que quiera, pero la realidad es esa”, cierra Estevanez, quien confirmó que la despedida será -pronto- junto al público en el Gran Rex.