Ochenta tejedoras catamarqueñas hicieron el poncho para Francisco
"El valor histórico que tiene este poncho es irreproducible”, aseguró la profesora textil Mirta Rodríguez.
La Profesora en Técnicas Textiles, Mirta Rodríguez, quien desempeña funciones en la Casa de la Puna, en comunicación con radio Valle Viejo contó cómo se realizó el poncho que hoy está en manos del Papa y entre otras cosas dijo, “somos un equipo de profesionales que estamos trabajando en todas las áreas, desde la comercialización, la mirada social, desde la educación fundamentalmente porque en estos programas de inclusión primero debemos educar porque quiero aclarar que las personas que vienen acá desconocen todo el oficio".
La Casa de la Puna se encuentra ubicada en proximidades del Predio Ferial, en calle Recalde y Padre Dagostino, donde trabajan 80 tejedoras artesanas de nuestras tierras. Ellas son las protagonistas del poncho de vicuña que entró en la historias del mundo por haber sido entregado al primer Papa argentino y de América.
El poncho de vicuña que entregó la Presidente en manos del Papa Francisco fue realizado por este grupo de beneficiarios de este programa textil y que tienen ganas de trabajar por su bienestar social.
Describiendo la prenda la profesora Mirta dijo,” se trata de un poncho de vicuña tradicional, pesaba 480 grs, era de 2.20 metros, la confección demora entre tres y cuatro meses, y está totalmente elaborado con técnicas ancestrales a mano, con flecos que se hacen de manera artesanal. El poncho que se le entregó al Papa era de color rojizo, se le llama vicuña colorada, que tiene un pelo mucho más largo y de un color más definido, es un marrón pero con un pequeño tinte rojizo, como un color aterciopelado”.
Al ser consultada de cómo sucedió el pedido manifestó, “el día viernes, el intendente Raúl Jalil, me llama para preguntarme que tenía de prenda. Entonces le dije que había bufandas, media mantas y ponchos porque estamos entrando en la etapa de la producción, estamos saliendo de la capacitación. Le dije que teníamos un poncho maravillosamente realizado y confeccionado. Me hablaron de Presidencia de la Nación que debíamos enviarlo. El viernes el poncho viaja, a las seis de la tarde, y se lo lleva a Presidencia de la Nación con los certificados de autenticidad, envuelto con un papel de seda de color blanco y lo puse dentro de una cajita que la compré también en Catamarca”.
Agregó también, “todos los Papas ya han tenido un poncho de vicuña de manos catamarqueñas, pero lo importante de este poncho y a diferencia, que este es un grupo de excluidos, de personas que no tienen trabajo, no artesanos de tradición, no hay ningún artesano de tradición”, aseguró y agregó “estamos armando grupos asociativos que van a trabajar en la fibra de llama como en la de vicuña” y finalmente agradeció al intendente Raúl Jalil quien creyó en el programa textil que desarrollan gracias a su ayuda.