Con un show que quedará en la memoria, The Cure regresó a la Argentina tras 26 años

sábado, 13 de abril de 2013 00:00
sábado, 13 de abril de 2013 00:00

Robert Smith y su grupo hicieron partícipes de un largo viaje autobiográfico a 40 mil personas que resistieron el frío penetrante del viernes por la anoche en la cancha de River Plate, ya que esperaron 26 años para tener una nueva oportunidad de compartir un viaje musical con el influyente músico británico.
El viernes por la noche, tanto la banda como el público pudieron dejar atrás aquel caótico e inconcluso concierto de 1987 en Ferro, y enterrarlo con casi tres horas de show y más de 38 canciones en el haber.
El viaje fue el trabajo de un talento que ha sido clave para la música mundial y en especial para la escena local, y que el viernes podía identificarse en viejas canciones de The Cure, acordes que inspiraron a Soda Stereo, Fricción, Richard Coleman, la Sobrecarga, Sumo, Las Pelotas, Babasónicos, y más.
En el mundo del rock angloparlante, la influencia de Smith es gigantesca, fue el padre de la movida dark, influyó a las bandas sónicas y también es considerado clave por bandas de ñü metal como Korn, Deftones y Linkin Park.
Con una notable puesta en escena, un trabajo superlativo del iluminador, The Cure se entregaron reconociendo su deuda con el público latino, durante tres horas en las que repasaron toda su rica y extensa carrera.
Junto a Smith, con el pelo desgreñado y levantado como todos los darks, la cara con un poquito de maquillaje blanco, los labios bien rojos, estaba el eterno Simón Gallup, con su jopo, sus patillas rockabilly, y sus bajos a la altura de la rodilla.
El baterista de la última etapa, Jason Cooper, una máquina con un tempo perfecto, el tecladista Roger O’Donell y como sorpresa, en guitarra, Reeves Gabrels, ex colaborador de David Bowie durante parte de los 90 y ex integrante de Tin Machine.
Cuando el frío ya comenzaba a hacerse sentir en los huesos, The Cure subió al escenario y emergió de la mano de la hermosa “Plainsong” del excelente “Desintegración” de 1989, un disco que además fue uno de los sostenes del concierto.
Luego, fue una larga lista de temas que surgieron de diferentes épocas de la banda.
La deuda quedó saldada después de 26 años, y los más jóvenes pudieron disfrutar de un artista notable como Smith, casi creador de diversos estilos, mientras que los más veteranos viajaron al pasado en diferentes formas.

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