Una verdadera fiesta vivieron el viernes por la noche los miles de fans de Ricardo Montaner que acudieron a presenciar lo que fue su primera presentación en esta provincia, en el Estadio Bicentenario.
Alrededor de las 22.30 comenzó el show con la proyección de un largo video en el que el cantante detalló vivencias artísticas y familiares, y que pertenece al montaje de su espectáculo “Viajero frecuente” (el concierto en Catamarca no perteneció a éste), el que está presentando este año en diversos países.
El imponente escenario se iluminó alrededor de las 22.50, cuando la banda comenzó con los acordes de “Voy a vivir la vida”, y llegó el artista en medio de la aclamación del público, en su mayoría femenino. Montaner subió de ambo negro con camisa blanca, y ni bien entró saludó con un “buenas noches, Catamarca”.
El argentino-venezolano cumplió lo que había anunciado a la tarde, en su conferencia de prensa, sobre que el show iba a ser un recorrido por sus éxitos de todas las épocas, pero, aunque amagó en las palabras que iba a cantar hasta las 4, el espectáculo orilló las dos horas, o sea, cerca de la una, ya todo había concluido.
“A dónde va el amor” fue su segundo tema, y fue en el tercero, “El poder de tu amor”, cuando su público entró en acción acompañándolo en el coreo del tema, lo que también sucedió con los que vinieron después: “Castillo azul”, “Será”, “Ay amor” y “Sólo con un beso”, es decir, varios éxitos.
Montaner se define como un baladista, o sea, lo suyo es lo romántico, los “lentos”, aunque cada tanto matiza con algo más rítmico, y en su show le dedicó un buen tramo a la rumba y el cha cha cha. “Vamos pa’ la conga”, “Cachita” y “Soy feliz” entraron dentro de este segmento en el que nadie se quedó sentado, y esa era la idea.
Cuando retomó la balada lo hizo con “Volver”, y por la forma en que lo recibió su público, parece que era uno de los temas más esperado.
Más allá de algunas chanzas que usó para conectarse con la gente, Montaner se dedicó más bien a cantar usando esa privilegiada voz que, a pesar de que pasa el tiempo, suena con mucho brillo. “Bésame la boca” fue otro festejado tema que interpretó antes de cantar de su último disco, “Viajero frecuente”, “La canción que necesito”.
En el último tramo, el baladista incluyó “Tan enamorado”, y antes de su mayor hit, “Déjame llorar”, hizo una arenga cristiana, algo ya tradicional en los recitales de Montaner. Y cerró con “Me va a extrañar”, con la gente aplaudiendo de pie.
Se fue para volver en la sección “bises”, donde cantó “El centro de la Tierra”, junto a su hijo, también Ricardo, “Para un poco” y culminó el show con “La cima del cielo”, con espectaculares fuegos artificiales que siguieron brillando luego al son de “Hey Jude”, de Los Beatles.
Si bien no se brindaron datos sobre las entradas vendidas, el Estadio no estuvo colmado, hubo varios flancos vacíos.