Un selecto repertorio musical que culminó con todos los presentes –público y artistas- entonando el Himno Nacional Argentino en su versión completa y original fue el hilo conductor de “Entre los Andes y el Mar”, espectáculo de gran jerarquía con el que los catamarqueños esperaron la noche del viernes, en el Cine Teatro Catamarca, la llegada del 25 de Mayo.
La Velada Patria, organizada por el Gobierno de la Provincia, a través de la Secretaría de Cultura, se realizó a sala llena. El público acompañó con su aplauso cada una de las interpretaciones escénicas en las que bailarines, músicos, cantantes, actores y titiriteros pusieron su talento en una propuesta integral, que contó con guión, puesta en escena y dirección general de Federico Carrizo.
Si bien la parte central del espectáculo tuvo lugar en la sala mayor del teatro, la propuesta se “desbordó” por las calles de la ciudad, con intervenciones urbanas que fueron muy bien recibidas por la gente. Desde las 21 más de una decena de actores caracterizados como personajes de la Catamarca de 1810 recorrieron algunos bares del casco céntrico, donde realizaron tertulias en las que comentaban las “últimas noticias” de la Revolución de Mayo e invitaban a compartir la velada.
Pasadas las 22 en el hall del teatro se realizó la gran tertulia, en la que una mujer que encarnaba a “Catamarca” recibió afectuosamente a la Gobernadora, dio la bienvenida a los presentes y los agasajó con un desfile de vestidos de alta costura del diseñador catamarqueño Atilio Páez. Tras eso, dio inicio al espectáculo central en el escenario mayor del teatro.
La música, sostenida todo el tiempo por una banda de jóvenes y talentosos músicos catamarqueños, fue el hilo conductor de la propuesta escénica que comenzó con “Solo”, composición instrumental de Juan Ignacio Molina a la que se sumaron bailarines, titiriteros y el soporte audiovisual para recrear el origen de nuestra cultura.
El dúo Raza Mía, integrado por Fredy Barrionuevo y Pablo Vaquel, ofreció su versión de “Vientos del Alma”, Ariel Segura le puso voz a la zamba “De Catamarca yo vengo”, de Tono Aybar y Samuel Aybar, previa aparición en escena de Arnoldo “Pipo” Ávila, quien recitó la parte introductoria del tema.
Siguieron versiones de “Sueñero” por la recreína Carla Romero y de “Serenata para la tierra de uno”, interpretada por Pipo Ávila con el acompañamiento en bandoneón de Antonio Serrano y de los bailarines Andrea Cano y Ale Ocampo.
“Ventanita de laurel” fue el tema de Víctor Heredia que cantaron Kike y Martín Giordani, de los Quircos; les siguió la intérprete oriunda de Pomán, Fernanda Cruz con una versión de “Como un pájaro libre” y luego Dalma Robles le puso voz a “Una Canción de Aquí” de Facundo Saravia.
Con una banda sonora de lujo y una intervención audiovisual que en pantalla gigante apuntaló toda la puesta, el espectáculo fue en escalada y consiguió crear la atmósfera ideal para ofrecer, ya sobre el final, “Por qué cantamos”, clásico de Benedetti y Favero interpretado a coro por todos los cantores.
Luego, el público se entusiasmó con el colorido despliegue escénico que realizaron los bailarines, dirigidos coreográficamente por César Reinoso, del cuadro argumental “El Sueño de la Pastora”, que culminó con los bailarines tejiendo sobre el escenario un poncho celeste y blanco.
Para el cierre, el director musical de la puesta, Armando Molas, se puso al frente de músicos y cantores para interpretar, junto a un respetuoso público que acompañó y cantó de pie, la versión original y completa del Himno Nacional Argentino. Fue el cierre que se merecía un espectáculo de alto nivel, como el producido por la Secretaría de Cultura junto a más de sesenta artistas catamarqueños, para celebrar los 203 años de la Revolución de Mayo.
La gobernadora de la Provincia, Lucía Corpacci, el vicegobernador Dalmacio Mera, el intendente capitalino Raúl Jalil, la secretaria de Cultura Patricia Saseta, ministros, legisladores y demás funcionarios del gabinete provincial se dieron cita en el teatro para disfrutar, junto a la gente, de la velada.