Cultura recuerda a Luis Franco a 25 años de su fallecimiento

viernes, 31 de mayo de 2013 00:00
viernes, 31 de mayo de 2013 00:00

Hace 25 años fallecía Luis Franco, el escritor más prolífero y representativo de la provincia, que sorprendió por la amplitud de conocimientos sobre variados temas, que analizó, interpretó y volcó sus ideas en medio centenar de obras. En sus escritos se adivinada su pasión por la naturaleza, que lo llevó a profundizar en los misterios de los seres vivos. El resultado fueron los numerosos ensayos y relatos cuyo eje son los animales (“Los hijos de Llastay”, “Zoología de bolsillo”, “Biografía Animales”, etc.) y las plantas (“Nuestro padre, el árbol”).

En ese pensamiento, también se podía advertir su concepción del hombre, a quien consideraba como "un hijo natural de la zoología, legitimado por la historia"

Fruto de sus indagaciones sobre la naturaleza humana, considerando la “venerable dignidad de la función genésica y la perfecta equivalencia de ambos sexos”, es el ensayo “La hembra humana”. En esta obra Franco profundiza la problemática de la liberación sexual y social de la mujer, analizándola desde lo más diversos puntos de vista.

Su interés por la historia, tanto nacional como universal, la filosofía y las religiones lo motivó a escribir numerosos ensayos; entre los que destacaron las biografías sobre personalidades a las que Franco admiraba (“Walt Whitman”, “Hudson a caballo”, “Domingo F. Sarmiento”, “Sarmiento y Martí”) o rechazaba (“Rosas entre anécdotas”, “De Rosas a Mitre”).

Luis Franco fue un destacado alumno en el Colegio Nacional, y un gran curioso del mundo y de la vida, que ojeaba los libros mientras cuidaba el arco, cuando jugaba al futbol con sus compañeros. Su curiosidad lo llevó a estudiar cosas que no figuraban en los programas de estudio, ni siquiera en la cabeza de los profesores.

En los años siguientes alternó su vida entre el ajetreo de la ciudad y la vida campesina. La vida en el campo le proporcionaba la paz para poder leer y estudiar, y la posibilidad de trabajar en forma independiente, pero a veces necesitaba buscar información en bibliotecas y librerías. En Buenos Aires trabajó en la Biblioteca Nacional del Maestro, empleo que, al decir de Franco, le proporcionaba “una situación muy modesta pero cómoda, con bastante tiempo libre”. En Belén trabajó como labrador de una finca donde combinaba el cultivo de cereales y pastos con el de la vid.

Murió un 1 de junio de 1988, próximo a cumplir sus 90 años, en un asilo de ancianos de Ciudadela (Buenos Aires), donde transcurrió los últimos años, sobrellevando la soledad y la pobreza.

En honor a este hombre de espíritu inquieto y de pensamiento progresista, la Legislatura de la Provincia instituyó el 15 de noviembre como “Día del Poeta Catamarqueño”, en conmemoración del natalicio de Luis Leopoldo Franco, acaecido el 15 de noviembre de 1898 en la ciudad de Belén.

A través de esta semblanza, elaborada a partir de un texto de la profesora Celia Sarquís, la Secretaría de Estado de Cultura de la provincia, recuerda al escritor catamarqueño de mayor trascendencia a nivel nacional, cuyos restos descansan, desde 2011, en su Belén natal.

Comentarios

4/6/2022 | 20:33
#149006
ADMIRO AL LITERATO, COMO AL HOMBRE QUE VIVIÓ Y MURIÓ CON SUS PRINCIPOS. PODRÍA HABER SIDO UN ILUSTRE DENTRO DE NUESTRA SOCIEDAD, EN VIDA.-

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