La octava noche del Poncho 2013 tuvo como condimento principal a la chacarera santiagueña, a través de la actuación de tres formaciones nacionales como son el dúo Orellana-Lucca, Franco Barrionuevo y Los Changos, y el siempre convocante Peteco Carabajal.
Las clásicas expresiones oriundas de Santiago del Estero dejaron conforme a la buena cantidad de asistentes que se dio cita en la noche del viernes y que cantó y bailó con cada interpretación que surgía desde el escenario principal. También se destacaron las puestas en escena de los artistas locales Vitín Martoccia y Ricardo “Torito” Arce.
La noche fue tomando color y sabor a chacarera a partir del arribo al escenario del dúo conformado por Rodolfo “Pelu” Lucca y Manuel Orellana, demostrado que la música santiagueña pasa por un gran momento creativo y de ebullición de nuevas bandas. Mucho tiene que ver en eso el fenómeno independiente generado por Orellana-Lucca que, con un repertorio de canciones nuevas y de su autoría -como Gloria del Jumeal, Romance de Abril y Milagro del Tiempo- recibieron el cálido aplauso de los presentes.
Por su parte, Franco Barrionuevo demostró y ratificó, una vez más, el cariño que el público catamarqueño posee sobre su propuesta. En su debut en el Poncho con su nueva conjunto tras el alejamiento de Luis Paredes, el artista oriundo de Charata (Chaco) y con un reconocido paso por formaciones santiagueñas como Los Carabajal, apeló a clásicos como Gustito a Mistol, Nadie Murió de Amor, y Zamba de la Añoranza para llevarse el reconocimiento de los catamarqueños.
El cierre de la noche estuvo a cargo de Peteco Carabajal, quien a través de un sólido y compacto repertorio, dejó en claro los motivos de su vigencia en el contexto folclórico nacional. Estrenó canciones nuevas como Cantando le Pido al Sol (dedicada a su hija), Memorial del Patio, y los clásicos como el huayno Estrella Azul, Digo La Mazamorra, Las Manos de Mi Madre y Escondido de la Alabanza, entre otros. Ovación y despedida.

Tierra adentro

En la octava noche también se pudo comprobar el acierto de la organización de elegir artistas de tierra adentro, o sea del interior catamarqueño. Tal es el caso del ascendente cantautor Vitín Martoccia, quien sorprendió con una exquisita puesta en escena en la que apuntó a reflejar la identidad de su pueblo natal: Chumbicha. Con la participación de casi cincuenta personas en escena (entre actores y ballet), representó un día de la comunidad a través de una imaginaria radio que fue mostrando la identidad de ese pueblo. Con el tema Cantemos Todos en Coro se mostró la actividad cotidiana como la venta de empanadas y artesanías; mientras que con Chacarera de Chumbicha se reflejó lo sucedido en el Festival de la Mandarina, incluso con la presencia de la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, patrono de esa fiesta. Martoccia cerró su actuación interpretando un tema de su autoría como es Chaya del Mandarinal, reflejando la principal actividad productiva de la zona y compartiendo mandarinas con casi todos los presentes en esa noche. Quedó en claro la originalidad y el trabajo en escena, algo que el público reconoció con una ovación que se extendió por varios minutos.
Por su parte, Ricardo “Torito” Arce tuvo un buen paso por el escenario mayor, donde rindió tributo a “Naco” Rueda con La Belicha, Suena Bombito y Cata Cata Cantor, un repertorio que marca el legado del legendario bombisto belicho.
También tuvieron su paso por el escenario Ecos del Litoral, Grupo Remebranzas, Nolasco “Coya” Contreras, Los Quilmeños y Raíces. El Grupo Alternativa, el municipio de Ancasti (con la presencia de Silvia Pacheco), Gabi Sosa, la tanguera Nena Herrera, la colpeña Leticia Aranda, y el grupo Lihuel de Belén. Además, tuvo una sobresaliente actuación el Ballet Huellas Norteñas, encabezado por el profesor Héctor Berrondo.