Como si se tratara de una carrera de postas o un reality show berreta; la sucesión de noticias acerca de "¿Con quién está Maradona?" va cambiando de titular todos los días, y allá vamos todos detrás de la supuesta "primicia" tan buscada: si se reconcilió con Rocío Oliva, si volvió con Verónica Ojeda; si se habla o no con Claudia; con cuál se va a Dubai. Bodrio absoluto en medio de un año sin Tinelli en televisión, y sin noticias de espectáculos que midan rating.

¿Cómo está hoy el "Ranking Maradona"? Cual top radial de hits. Al periodista Luis Ventura se le ocurrió hacer un día a día de cómo van en la carrera por una especie de trofeo mayor de esos que cuando te lo dan es un fraude.

¿Se acuerdan del Podio de Lucho Avilés, con la planilla satánica del rating? Bueno, algo así, pero mucho más sórdido e igual de satánico. La verdad es que Maradona está con todas, y así seguirá por lo siglos de los siglos.

En el puesto número 3, hoy está Claudia Villafañe, la madre de sus hijas; hoy está muy tirada la pobre. Su romance blanqueado con Jorge Taiana, productor teatral, después de diez años, y la aparición de una foto del señor con el nieto de Diego, Benjamín, pudrió la fruta entre ellos, y hoy no se dirigen la palabra. Qué pena.

En el puesto número 2, Rocío Oliva. Como jamón del sandwich, está lista para que se la coman de un solo bocado. Maradona no termina de perdonarle todo ese pasado que le apareció con la tía, hijos y entenados que apareció en televisión. Pero se siguen viendo, vienen y van, y además ella le permite sus permisos para estar con otras mujeres o armar fiestas íntimas como la del sábado pasado en el Tigre, con la griega Xipolitakis y tres chicas más.

En el podio de oro hoy está nuevamente Verónica Ojeda, la madre de todas las batallas y del hijo de Dios. Fueron años juntos y la palabra "amor" se cuela aquí entre tanta promiscuidad; la palabra "familia" y un montón de cosas que el guerrero, en su reposo, querrá alcanzar. Se irían juntos a Dubai, pero antes ella se va a tunear toda, en septiembre.

Las fichas pueden ir cambiando de lugar de acá a que Maradona se vaya -¡¡por Dios!! ¿cuándo se va?, ¡qué pesado!-; pero mientras tanto el reality de mujeres va y viene, como el Merval de la Bolsa, aunque ésta justamente no es de valores.
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