Todo un acontecimiento radial se producirá mañana sábado entre las 18.00 y las 20.00 por FM Dimensión (96.5 del dial). Los seguidores del espacio tanguero que se irradia por esos micrófonos tendrán la oportunidad de escuchar la versión número 1.000 del tango más famoso y difundido que se conozca: “La Cumparsita”. Con indisimulada satisfacción, un tanguero de ley como Ramón Guillermo Barrionuevo nos contó detalles del hecho y también de la emblemática composición, que forma parte  innegable del repertorio de todo aquel que musicalmente esté ligado al tango o ejecute música instrumental. El conocido profesional de la medicina, que el año pasado “colgó” la chaqueta de médico después de 50 años de ejercer la profesión, mantiene viva la llama de su otra pasión: el tango. El querido y respetado “Guillo”, con la verbosidad que lo caracteriza, nos relató la historia de haber alcanzado el millar de interpretaciones a la hora de poner la más famosa creación del llamado “compás del 2x4”. Barrionuevo conduce un programa radial de tango desde el 16 de mayo de 1987 por la emisora de su amigo, operador técnico personal y propietario del medio, José Humberto Zárate, a quien destaca como responsable de un gran porcentaje de las grabaciones obtenidas. Así lo cuenta “Guillo”: “Un día tuvimos la ocurrencia de poner en el aire una ‘Cumparsita’ distinta en cada programa. El 18 de mayo de 1996 comenzamos a poner en práctica lo acordado, poniendo la grabación efectuada en septiembre de 1916 por el cuarteto de Roberto Firpo”. Haciendo gala de su extraordinaria memoria, agregó: “Desde entonces, nunca se repitió una versión del clásico tango y de esa manera este sábado 6 de octubre pondremos al aire ‘La Cumparsita’ número 1.000, a cargo de una gran orquesta denominada ‘La selección nacional del tango’, que supo estar integrada, entre otros, por Leopoldo Federico, Ernesto Baffa, Néstor Marconi, el pianista Nicolás Ledesma y Pablo Agri”.
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Sobre la historia de “La Cumparsita”, sigue contando Barrionuevo: “El inspirado autor fue Gerardo Hernán Mattos Rodríguez, uruguayo nacido en Montevideo el 18 de marzo de 1897 y fallecido en la misma ciudad el 25 de abril de 1948. En 1916, mientras cursaba estudios universitarios de arquitectura, integraba un divertido grupo de la Federación de Estudiantes del Uruguay, que tenía su sede en la calle Ituzaingó entre Reconquista y Buenos Aires. Los recursos económicos para sostener la carrera eran escasos y se les ocurrió la idea de crear una marcha para recorrer los cafés, bares y tablados de la ciudad. Así fue que en un viejo piano Mattos Rodríguez pergeñó las primeras notas de una marcha que consideraba apropiada para el carnaval que se avecinaba. Armaron un estandarte en el que estamparon el nombre de ‘La Cumparsita’, con el que designaron a la criatura musical recién nacida, título sugerido por la forma en que se los denominaba, deformando el término ‘comparsita’, que en su habla cocoliche lo hacía el tano que los servía en la ‘vaquería’ del Parque Urbano”. A esta altura, el relato del médico tanguero era como un grito de batalla de “pa’ que aprendan los muchachos”. Y siguió: “Un buen día, el autor de la marchita, con unos compañeros, le llevaron el manuscrito a Roberto Firpo, que actuaba con su cuarteto en el café ‘La Giralda’. Firpo le hizo algunos arreglos incorporándole algunos compases de un viejo tango suyo titulado ‘La gaucha Manuela’. De inmediato Firpo estrenó ‘La Cumparsita’ y la grabó con su cuarteto en Odeón, en setiembre de 1916”.
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  Un libro abierto cuando de hablar de tango se trata Guillermo Barrionuevo. Por razones de espacio, prometemos que en nuestra próxima entrega –viernes venidero- publicaremos la última parte de la apasionante historia de “La Cumparsita”, con un final inesperado en el relato de “Guillo” Barrionuevo. Decíamos que Barrionuevo decidió dejar de ejercer la profesión de médico tras medio siglo de trabajo, tiempo en el cual supo obtener el reconocimiento, afecto y respeto de la sociedad catamarqueña por sus conocimientos y por sus cualidades personales. Pero sigue firme en la tarea de difundir el tango: los sábados (18.00 a 20.00 por FM Dimensión) y los domingos (10.00 a 12.00 por Radio Unión, 91.3). En tal sentido, estamos en condiciones de informar que el pasado martes recibió de la municipalidad de la Capital un diploma que lo acredita como “Vecino destacado” por sus más de 30 años dedicados a la difusión de la actividad tanguera. Además, recientemente el Centro de Empleados de Comercio, en la persona de su titular, Roberto González, le entregó un pergamino por ser un referente del tango y por haber alcanzado la puesta al aire del número 1.000 de “La Cumparsita”. En ambos casos, merecidos reconocimientos. Mientras tanto, “Guillo” sigue practicando el saludable ejercicio de la buena amistad. Por las mañanas en el bar “Richmond”, compartiendo el esperado café junto a los inefables Caco Soria, Lungo Buenader, Miguel Marcolli, Negro López, Guillermo Zavaleta, Lucho Cantarell, Lucho González, Bayo Barros, Dante Vega, Oscar Villafañe, Pedro Molina, Cacho Gandini y otros, con los que comparte largas tertulias y recuerdan anécdotas del siempre querido y recordado “Pipeta” Buenader. Después, en algún momento de los fines de semana, hay que hacerse un tiempito para estar un rato en “La colmena”, viejo reducto de amigos y musiqueros de la esquina de Mota Botello y Ayacucho, donde hace gala de buen anfitrión Tati de la Vega junto a Botija Acuña, Iris Carrizo, Pepe Gallardo, Toño Orce y Cacho Silva, entre otros. Todo un personaje, sin duda, Ramón Guillermo Barrionuevo. Dejó la chaqueta y el recetario para abocarse a la tarea de poner mañana sábado la versión número 1.000 de “La Cumparsita”. ¿Estamos en presencia de un nuevo récord Guinness? Es posible. Hasta el viernes.