El 30 de noviembre se recuerda el Día Nacional del Teatro. ¿Por qué? Según lo escribe Juan José Santillán, periodista del diario Clarín: “Sucedió en Buenos Aires hace 227 años. Durante unas fiestas patronales del año 1792 se lanzaron fuegos artificiales cerca de la esquina de Alsina y Perú. En ese cruce (hoy Moreno y Chacabuco), estaba la Casa de Comedias, conocida como La Ranchería: un galpón de ladrillos con techo de paja. Y justo ahí terminó  uno de los `cohetes virreinales` que hicieron arder la sala hasta llevarla a cenizas”. Lejos del centralismo porteño, la historia dirá que Catamarca tiene para recordar a muchos que hicieron su aporte para que hoy, mañana y siempre recordemos con identidad propia el Día Nacional del Teatro. Hace casi tres meses (el 2 de setiembre), cerró definitivamente el telón imaginario de su vida Héctor Pianetti, sinónimo de teatro en la provincia en toda la extensión de la palabra por lo que construyó, por lo que hizo arriba y abajo del escenario, por lo que enseñó, por la impronta imborrable de sus ideales y perseverancia. Así como aquella Casa de Comedias de Buenos Aires que cayó en la voracidad de un incendio hasta convertirse en cenizas, hace aproximadamente unas cuatro décadas el edificio de la ya desaparecida Coascol (cooperativa del personal policial) se encontraba abandonado, casi en ruinas, frente mismo de La Alameda, por avenida Ocampo, aquí en San Fernando del Valle de Catamarca. A Héctor Pianetti se le ocurrió una saludable locura: construir un teatro. El mismo que hoy tiene el nombre de “Complejo Urbano Girardi” y que, a fuer de ser sinceros, debería llamarse “Complejo Héctor Pianetti”. Fue la gran obra, entre otras, del querido y recordado actor, productor y director de teatro. Lo recordamos con el respeto y el reconocimiento que se merece. Lo que no está escrito en una placa, por esas cosas de la vida, está guardado en la memoria.
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  También un 30 de noviembre se recuerda el nacimiento de Piero Bruno Hugo Fontana, más conocido como Hugo del Carril. Fue productor, director de cine, director y cantante que falleció un 13 de agosto de 1989 en Buenos Aires. Celebrado cantor de tangos, alcanzó una marcada fama cuando grabó “Los muchachos peronistas”, popularmente conocida como “La marcha peronista”. Inició su carrera como actor y cantante de estribillos de tangos a los 15 años. En 1945 estrenó junto a Libertad Lamarque “La cabalgata del circo”, que contó con la participación de la futura primera dama del país: Eva Duarte. Años después, a su regreso de México, a fines de la década de los cuarenta, grabó “La macha peronista”, a la vez que filmaba su película más famosa: “Las aguas bajan turbias”. En 1955, durante la llamada “Revolución libertadora”, se prohibieron todas sus películas. Al año siguiente fue detenido, una vez más. En 1975 dirigió su última película y al año siguiente, con otro gobierno militar en el país, fue nuevamente prohibido. En 1986 fue nombrado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires. En agosto de 1989 murió a causa de problemas cardíacos. Según cuenta la historia, de origen radical Hugo del Carril apoyó luego fervientemente al peronismo, sobre lo cual supo decir: “Los sueños de mi padre  y de mi abuelo los cristalizó (Juan Domingo) Perón; entonces, ¿cómo puedo dejar de ser peronista?” Hay  testimonios que aseguran que “La marcha peronista” se cantó por primera vez en la Casa Rosada el 17 de octubre de 1948.
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  Con el inicio del mes de diciembre, se van definiendo los equipos de conducción de quienes resultaron gobernador e intendentes en Catamarca, entre otros espacios de poder. En el área de Cultura provincial, trascendió que se hará cargo de una dirección el reconocido cantor y uno de los principales referentes de nuestro folclore: Cololo Macedo. De esa manera queda develada la incógnita que tenía en un marcado estado de ansiedad al ámbito artístico local, y de manera especial a la gran mayoría de la familia folclórica, aferrada al erróneo concepto de que Cultura es algo similar a una bolsa de trabajo y que ahí está la solución para encontrar salida a futuras actuaciones. El joven y futuro funcionario necesita del apoyo de sus colegas y amigos. Va a necesitar sugerencias, ideas para sumar a las propias y para armar una agenda plena de actividades. Por ejemplo, sería saludable que Cololo reciba en su despacho a integrantes de una entidad que nuclea a los folcloristas para contarle que han decidido despedir el año con una peña solidaria con la presencia gratuita de los socios de la institución. Y que los fondos recaudados serán repartidos entre los comedores comunitarios que cerraron por falta de aportes y que daban de comer a familias pobres en distintos barrios de la Capital. Arte y solidaridad. Todo es posible.