El pasado martes se recordó el Día del Artesano. Lejos de los ámbitos oficiales, la fecha tuvo amplio reconocimiento a través de las redes sociales, donde fueron muchos los que saludaron a los artesanos/as reconociéndoles la noble como distinguida labor que cumplen en el contexto de nuestra sociedad. Dice Víctor Heredia en su genial Taki Ongoy (tema Dulce alfarero): “Animosamente preparaba el barro, amorosamente todos los colores; buscaba la forma con sus sabias manos. Amorosamente modelaba el barro. Como un dios de greda sentado en la piedra. Los ojos perdidos en el precocido, solo entre los valles, él y las estrellas. ¡Qué cosa tan bella, qué cuestión del cielo! Un hombre y la tierra, un dulce alfarero”. Catamarca tiene un bien merecido prestigio en el concierto nacional y mundial cuando de artesanías se habla y cuenta para ello con un capital humano extraordinario, algo que se pone de manifiesto desde hace más de medio siglo en esa gran vidriera que se llama Fiesta Nacional del Poncho. A propósito de la próxima edición de la convocatoria de las vacaciones del mes julio, se conoce de manera oficial que la misma tendrá lugar entre los días 12 y 21. Asimismo, también oficialmente se informó que  el Poncho 2019 congregará a más de 759 artesanos de Argentina y Latinoamérica. Pero… (¡maldito “pero”!)una vez más se vuelve a insistir en cobrarles a los genuinos artesanos catamarqueños el espacio que van a ocupar en el Predio Ferial. Es decir: a los auténticos dueños de la fiesta se les exige pagar para participar de una celebración que les pertenece por derecho propio. A esto lo venimos denunciando desde hace largas décadas a través de programas radiales y escritos en los diarios. Y lo seguiremos haciendo pese a la sordera de los gobiernos de turno. A sabiendas de la desigual batalla, no bajaremos los brazos por lo que consideramos una causa justa: ¡a los legítimos artesanos/as catamarqueños se les rinde homenaje siempre y no se les tiene que cobrar para que expongan sus maravillosas obras! Aún de manera tozuda, vamos seguir peleando. Como el hidalgo Quijote contra los molinos de viento.
 

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 A mediados del mes de febrero se conoció que “el valor del stand varía, dependiendo del tamaño del espacio y la fecha de pago del mismo”. En criollo: poniendo estaba la gansa, después hablamos. En tal sentido, “se estipuló un valor de $ 2.000 para los stand de 4 mts2 (stand 2 x 2) y $3.000 los stand de 6 mts2 (stand 3 x2)”. No es justo que se aplique esta decisión para la  verdadera familia artesanal catamarqueña, que a lo largo de muchas generaciones mantiene viva la llama de ese magnífico patrimonio que honra el ser de Catamarca, tan reconocido y premiado en todos los encuentros que se realizan en la Argentina y en distintos países del mundo. Además, lo reiteramos una vez más (perdimos la cuenta de cuántas veces lo dijimos): la exposición artesanal de los genuinos artesanos catamarqueños es el mejor espectáculo de todos los años en cada realización de la Fiesta Nacional del Poncho. Por lejos. ¡Y encima tienen que pagar para exponer sus mágicas creaciones! La puesta en escena durante ocho horas diarias mientras dura el encuentro festivo, es un regalo para los ojos. Para ver y admirar. Otra vez nos dirigimos a los responsables de cobrarles el stand a nuestros artesanos,  la razón de ser del Poncho: lean los fundamentos de la fiesta. Conozcan los discursos de Armando Raúl Bazán y Federico Raúl Argerich pronunciados en 1967, entre otros. Más: si de tozudos se trata,  no nos van a ganar La pulseada. Si no es este, será otro el gobierno que ponga las cosas en su lugar. Algún día. Algún año. Bien lo dice el refrán popular: “no hay mal que dure cien años”. Y cobrarlos a los artesanos en su propia casa, en su propia fiesta, está mal. Así de claro y sencillo.

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  “De pura cepa”. Así lleva por título el nuevo disco del reconocido folclorista catamarqueño Atilio Suárez. Oriundo de los pagos de Icaño, departamento La Paz, y con una sostenida trayectoria, las obras musicales de Suárez (tales como “Sabor a pueblo” o “Encuentro”, por ejemplo) ponen de manifiesto su profundo sentido de pertenencia con su tierra natal, además de recorrer otras geografías musicales a través de su voz. En esta ocasión,  el CD incluye: Terruño (Atilio Suárez), Imposible es este amor (M. Mitre), Vuelvo a ti Catamarca (S. Vera y V. Vera), Cosechero (Ramón Ayala), El arte de querer (M. Flores), Como esperando la vida (P. Cabral), Changuito añorado (Atilio Suárez), Semillas de chacarera (M. Paz), Vivo en tu mirada (L. Torres), Al final (Los Kjarkas), Dios a la una (Daniel Altamirano), Uno mismo (Jorge Rojas) y Refugio, zamba y recuerdo (P. Cabral).

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  Las mujeres artistas de Catamarca se hacen escuchar. Y de la mejor manera: actuando. Así lo viene demostrando la propuesta “Festival Margaritas”, que se lleva a cabo durante los sábados del mes en curso en el Teatro del Sur (Florida 600), con entrada libre y gratuita. Para mañana se anuncia la presentación de Natalia Brizuela César, María Paula Godoy, Emilce quinteros, Celina Galera, Mel Gómez, Yoly Vélez, Ocholas e Itatí. El espectáculo comienza a las 21. Hasta el viernes.