El Secretario de Seguridad Marcos Denett se reunió con el músico Pablo Romero, para brindarle un merecido reconocimiento a su labor.

El funcionario lo recibió en el marco de una serie de encuentros con diferentes figuras destacadas que tienen una actividad digna de ser distinguida.

En esta oportunidad, el secretario hizo su reconocimiento y destacó el valor que le damos como sociedad a la banda de música de la Policía de la provincia de Catamarca. 

Romero es profesor de música integrante de la banda de música de la Policía de la Provincia de Catamarca, toca dentro de la banda hasta 9 instrumentos diferentes, y enseña en el Colegio Quintana, en donde está formando una banda de música con niños. 

También enseña en la escuela de músicos para personas no videntes, y últimamente terminó una capacitación en la ciudad de Mendoza como luthier, logrando así ser el segundo luthier del NOA.

Este último título le permite poder arreglar instrumentos y darles una vida como lo está haciendo en el proyecto del Colegio Quintana, donde el 90 por ciento de los instrumentos son recuperados por él con su trabajo artesanal de luthier. 

Apoyo

La Secretaría de Seguridad le está brindando su apoyo con la creación de un taller exclusivo para la Banda de Música, y específicamente a él, apoyo para costear sus distintas capacitaciones.

Pablo Romero es un orgullo para la fuerza policial y un ejemplo de solidaridad constante ya que con su actividad le va permitir a la Banda de Música de la policía optimizar sus instrumentos que con los cuales engalanan cada acto. 
El secretario de Seguridad consideró, “muy valioso que la institución y sus integrantes participen activamente con la sociedad, para brindarle la total vocación a estos gestos de hombría de bien que la Policía está realizando en todo su territorio, garantizando la seguridad pública, la paz y con su entera disposición, y obligación indelegable del Estado como es la actividad social”.

Solidario

La otra cara es la solidaridad, ya que su trabajo que lo hace ad honorem con los chicos de escasos recursos. 
Cuenta una anécdota que en varias oportunidades por su labor de policía debe ir a los estadios de fútbol y allí conoce a los chicos que tocan y le dan color a la hinchada en cada clásico de fin de semana.

Romero se acercó en varias oportunidades y les ofreció arreglar sus instrumentos invitando a su casa a cada aficionado de la música, porque la mayoría de los integrantes de esas bandas lo hacen de oído y a puro talento y hasta a veces con carencias o faltantes de ciertas piezas, pero con un solo objetivo que es de llevarle música a la tarde futbolera.