El programa “Pasión y folclore con Silvia Pacheco”, que se emite por la pantalla de Canal 7 Catamarca, tuvo su apertura correspondiente a la segunda temporada del ciclo el pasado miércoles. La primera entrega tuvo como invitada especial a la gobernadora de la Provincia, Lucía Corpacci. En diálogo con esta columna, la reconocida cantora se mostró entusiasmada por estar nuevamente al frente de la propuesta televisiva y adelantó cambios en el formato: “voy a salir en busca de colegas, personajes, periodistas y amigos ligados a la música para que juntos recordemos acontecimientos y anécdotas que forman parte de la historia del espectáculo catamarqueño, en especial del folclore”, dijo la reconocida intérprete. “Pasión y folclore…”, de la mano de Silvia Pacheco, irá todos los miércoles a las 22 por los canales 7 y 30 de aire de la TV pública local. La idea es que los protagonistas a los que Silvia visite cuenten historias de festivales, giras, cumpleaños, encuentros y guitarreadas entre amigos, hechos que se registraron en las últimas tres y cuatro décadas. Seguramente vendrán a la memoria vivencias de los festivales del interior provincial, el Poncho, el Aguardiente, locales como Flor de Tusca, Laleju y otros tantos lugares que escribieron su nombre en las páginas del tiempo folclórico lugareño. Además, durante el programa se podrán escuchar canciones interpretadas por la propia Silvia Pacheco y también por parte de los invitados.

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Restan solamente 25 días para que se abra el telón imaginario de una nueva edición de la Fiesta Nacional del Poncho. Hasta ayer, oficialmente y en lo que respecta a la cartelera artística, solamente se conocieron algunos nombres de artistas visitantes (también conocidos como nacionales o consagrados), entre ellos Jorge Rojas, Luciano Pereyra, Palito Ortega y Los Tekis. A tono con la crisis que vive –y padece- el país, todo parece indicar que las cosas no están como para “tirar manteca al techo” y que habrá que ajustarse a la dura realidad. Además, hablando de figuras en el orden nacional, sostenemos lo que venimos diciendo en este espacio: es lo que hay en el mercado. Tres décadas atrás, los festivales tenían para elegir de entre 50 y 100 artistas famosos para formar una grilla. Hoy por hoy, no pasan de 10 o 15 los números que garantizan calidad de espectáculo y cantidad de espectadores. Cambia, todo cambia. Por estos días, la expectativa está centralizada en conocer quiénes serán los valores locales elegidos por la organización. Después, como viene ocurriendo año tras año, asistiremos al grotesco show mediático de las quejas por parte de los que no figuran en la programación y –según ellos- se creen con derecho a estar en el escenario mayor, sí o sí, lo cual es un absurdo por donde se lo mire. Sin ir más lejos, el año pasado, en medio del revuelo que armaron dos o tres radios y un diario con los ausentes en el Poncho, se escuchó decir  a un cantor y a un locutor: “a mí me van  a tener que dar explicaciones de por qué no estoy en cartelera”. Ya lo dijo Joan Manuel Serrat: “hay gente pa´ todo”. Hasta para los más impensados disparates.

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   Pese al silencio oficial en lo que hace a la programación artística definitiva, ya los rumores ganaron la calle y parece que habrá más de una sorpresa en el escenario “Jorge Herrera”. No estarán todos los que son ni serán todos los que están, entre artistas y locutores (en este rubro hay quienes necesitan urgente bajarse de las nubes y pisar tierra firme). Por ahora se discute, y mucho, la parte económica. El eterno tire y afloje con los números catamarqueños. En especial con aquellos  que se creen imprescindibles y la historia del Poncho es contundente: los únicos imprescindibles e indispensables fueron, son y serán los genuinos artesanos y artesanas de Catamarca. Puede faltar cualquier artista o conjunto triunfador y de moda, pero el patrimonio artesanal siempre será lo primero. Por eso fue creada la fiesta y es la esencia de todos los encuentros de las vacaciones de invierno. Una curiosidad también recurrente: nadie preguntó todavía si viene tal o cual coplera o coplero de nuestro interior, o tal o cual auténtico artesano de la provincia. Seguramente, si viene El Chaqueño Palavecino preguntaron miles y miles. Para el final: desde la Dirección de Artesanías de la Secretaría de Turismo se informó que los artesanos catamarqueños inscriptos en el Poncho 2019 tienen una prórroga hasta el 10 de junio respecto del primer vencimiento del pago del stand, y que el segundo vencimiento será el 21 de junio. A los verdaderos dueños de la fiesta, los legítimos artesanos catamarqueños, se les exige pagar un espacio para exponer en la fiesta que fue creada precisamente para rendirles homenaje. Parece que no solamente en la política se hacen inadmisibles parodias del “Reino del revés”, la genial creación de María Elena Walsh. Está comprobado que en el Poncho también. Una verdadera injusticia. Hasta el viernes.