El Cine Teatro Catamarca será escenario de un gran concierto de música del recuerdo: Gustavo Franss y Los Históricos Iracundos ofrecerán el sábado 17 de agosto un show homenaje a Eduardo Franco, la voz de Los Iracundos.

Más vigente que nunca, con los temas románticos de siempre y los clásicos de los clásicos, la música de Los Iracundos sigue emocionando y haciendo cantar a distintas generaciones. Y esa es la idea de este concierto, dice Franss: que esta música ya universal una a abuelos, padres e hijos, como suele suceder en cada show que Los Históricos Iracundos ofrecen en Argentina o Latinoamérica.

Hay mucha expectativa en torno a este espectáculo con el que Gustavo Franss regresa a su Catamarca natal tras 9 años, en coincidencia con sus 25 años de carrera y en el 30 aniversario del fallecimiento de la voz de Los Iracundos.

“Estoy muy contento de regresar a Catamarca con este show en el teatro, reencontrarme con el público y, sobre todo, poder compartir la música de Eduardo Franco en este homenaje que sé que nos va a emocionar a todos”, dice Franss desde Buenos Aires, donde reside actualmente.

El show en el Teatro Catamarca contará además con algunos artistas invitados. El armonicista Gastón Carrizo abrirá la noche con una interpretación del Himno Nacional Argentino para recordar al General San Martín en su aniversario; Mario Roberto y Los Terrícolas, grupo catamarqueño tributo a la banda venezolana Los Terrícolas, ofrecerá algunos temas.

También se confirmó la actuación de la joven revelación de la música melódica, Magui Leiva, de Rafael Maldonado con un tributo a Los Ángeles Negros. Y, como broche de oro, la Banda de Música Municipal interpretará junto a Franss algunos clásicos de Los Iracundos.

Un show diseñado en todos sus detalles para vivir una noche inolvidable. El valor de las entradas es de 100 pesos y ya están en venta en la boletería del Cine Teatro Catamarca y en El Ateneo Musical (Rivadavia 750).

Además anticiparon que parte de lo recaudado será destinado a colaborar en la adquisición de sillas, mesas y otros materiales para el merendero Virgen de Guadalupe, de Valle Chico, al que asisten más de un centenar de niños.