La Ruta del Adobe, un encuentro con la historia

Casi 50 kilómetros, entre Tinogasta y Fiambalá, con edificaciones compuestas por este noble material y declarada Patrimonio Histórico Nacional.
jueves, 3 de septiembre de 2020 09:19
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La Ruta del Adobe es un paseo turístico de casi 50 kilómetros por el Valle de Abaucán, entre las localidades de Tinogasta y Fiambalá. Entre viñas, bodegas y pueblos blancos se destacan iglesias y construcciones realizadas de adobe. Algunos son monumentos históricos nacionales. Esta ruta fue creada el 4 de julio de 2011 y declarada Patrimonio Histórico Nacional.

El Adobe
Es un material de construcción empleado en muchas casas del noroeste de Argentina. Se elabora con mezcla de arcilla, pasto o paja, tierra y agua. Este tipo de composición resulta ser un gran aislante térmico, ya sea que las temperaturas resulten altas o bajas, tarda mucho en transmitirse al interior de las viviendas.
Sirve también para equilibrar la humedad y, dado que es muy maleable, permite la realización de grandes obras arquitectónicas que no es posible con otros materiales.

 

Hotel Casa Grande
Está ubicado en la localidad de Tinogasta, que en lengua quichua significa «reunión de pueblos». Es el punto de inicio de la Ruta de Adobe. A dos cuadras de la plaza principal se emplaza el Hotel Casa Grande de adobe. Un destacado edificio que se construyó en 1897 y mantiene sus características arquitectónicas originales.

 

Oratorio de los Orquera
Continuando por la Ruta Nacional N° 60, se llega al pueblo de El Puesto. Allí se halla el Oratorio de los Orquera, una de las construcciones más antiguas de la zona. Esta capilla familiar fue edificada en el siglo XVIII. En su interior se conserva un grabado muy antiguo y en su patio se localiza un olivo bicentenario junto a objetos para producir aceite y elaborar vino.

 

Iglesia de Andacollo
En el Paraje La Falda se erige esta iglesia de estilo Neoclásico. Fue una de las primeras en tener doble torre y data del siglo XIX. Está ubicada a la izquierda de la Ruta Nacional N°60, en un lugar bastante despoblado en donde no se ven caseríos.
Cuenta con un hall de acceso que es completamente hecho de adobe. Posee un techo de tirantes cubierto de cañas y en las paredes se aprecian cuadros con imagenes del Vía Crucis.

 

Complejo Mayorazgo de Anillaco
Se ubica en el pueblo de Anillaco (diferente al homónimo de la provincia de La Rioja). Este edificio pertenecía a Don Gregorio Bazán y Pedraza que recibió la Merced real (el adjudicamiento de tierras, rentas o títulos nobiliarios) y la dividió en dos. De este modo, construyó su propia casa y una capilla que actualmente se preserva.
Su obra finalizó en 1687. Es un edificio de estilo andaluz con forma de «U» y con un gran patio en donde entraban los carruajes. El predio estaba dedicado al engorde de animales y llegó a tener 114 hectáreas.

 

Iglesia Nuestra Señora de Rosario
La iglesia posee un altar realizado en un solo bloque de adobe. Fue construida en 1712 y fue reciclada recientemente.
Es Monumento Histórico Nacional porque es la capilla más antigua de la provincia. Sobre sale su retablo original. Pueden observarse sus muros de adobe con un metro de ancho. Además preserva sus pisos de tierra y están apoyados sobre piedras.

 

Watungasta o pueblo de los grandes adivinos
Es un espacio con mucha influencia inca, situado cerca del Río La Troya. Fue conocido como el Pueblo de la Troya y se destacó su rol dentro de las poblaciones nativas del valle de Abaucán.
Sirvió como punto de desplazamiento para el otro lado de la cordillera y además como sitio de intercambio de recursos naturales de las regiones lindantes. Los incas transformaron a Watungasta en un importante centro administrativo y aquí se observa la influencia que tuvieron.

 

Fiambalá
Es el punto final del circuito. Está la iglesia de San Pedro, construida en 1770, y que pertenecía al antiguo Mayorazgo de Fiambalá. La iglesia conserva óleos y una talla de madera de San Pedro Caminador, patrono de los viñedos.
Cercana a la iglesia se sitúa la Comandancia de Armas construida en 1745 por Diego Carrizo de Frites, edificación que mantiene la arquitectura colonial. Desde esta localidad se accede a varias bodegas que pueden visitarse y es el inicio para conocer los «Seismiles», los volcanes más altos del mundo.

Imágenes gentileza de Fernando Ripoloni. 

 

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