A los alumnos, padres y docentes de ayer, de hoy y de siempre  
Mi escuela Especial N°10, como preferimos decir los docentes, reconociendo la pertenencia que supimos construir a lo largo de estos 50 años. En mi carácter de docente jubilada y con varios años de ejercicio pleno en la profesión que enriquecieron mi vida profesional y personal; siento que todos debernos reflexionar y tener bien presentes los valores de la educación para la vida de los pueblos y muy en especial para los niños y jóvenes. Es así corno pensaron desde la más remota antigüedad filósofos y pedagogos de todo el mundo y precisamente, el mundo moderno es el que nos muestra los resultados de un proceso educativo permanente que se traduce en mejores bienes para todos. 

“La educación es la luz que ilumina nuestro pensamiento y nuestro conocimiento para aspirar a un ascenso constante en nuestra calidad de persona”. 

Un edificio de “diez” para una escuela muy especial
Así titulaba un hermoso texto, con motivo de la inauguración del edificio propio en calle Rivadavia, muy merecido por su historia y trayectoria. Dio inicio sus primeros pasos con su anhelada fundación en el año 1971, a través de la gestión brillante y pionera de una docente con mayúscula Luisa María Sesín. Y así a través de los años tuvo su sitial de honor para destacar tanto prestigio, con una gesta y obra maravillosa. Los primeros pasos fueron muy difíciles dado a la no existencia de un edificio propio.  
El apoyo a esta gran gesta de Luisa María Sesín fue constante, perdurable, con gran empeño, mucho amor y entrega incansable de excelente profesionalidad por parte de toda la familia docente, equipos técnicos, personal administrativo, de servicios generales y a todo ello la presencia firme de los queridos padres o familiares de nuestros alumnos. 
El 22 de febrero de 2010, llegó el regalo tan preciado para una “Escuela 10” con un edificio de “Diez”. 

Con la muy acertada idea de denominarla “Bicentenario de la Patria” en honor a los 200 años de la evocación del 25 de mayo de 1810. La inquietud de nuestra gran gestora Luisa María Sesín, junto a excelentes y respetadas personas de nuestra ciudad, hicieron realidad la creación de esta gran empresa educativa, hace 50 años, en nuestra ciudad capital. Y es así que un 25 de agosto de 1971, a las 16 horas en calle San Martín 216, se inauguró esta gran obra para Catamarca “Pionera en Educación Especial”. Las inolvidables palabras del Dr. Lejtvvman en aquella oportunidad fueron “Esta escuela es fruto de una brillante idea y empeño de Luisa María Sesín en favor de niños y jóvenes diferentes” considerado un establecimiento piloto. 

“Acá se ha dado un gran ejemplo de trabajo en equipo, de marcada buena voluntad y eficiencia”. Cumpliendo a base de tesón, y abrazando gestiones, planes y programas de trabajos y golpeando sin números de puertas, entrego a nuestra Catamarca esta gran obra. Siendo galardonada con gran justicia el 31 de octubre de 1999 como personaje del siglo XX otorgado por la provincia de Catamarca. Con gran orgullo y emoción trazo estas líneas de agradecimiento a esta gran gesta y a mis pasos con hermosos momentos vividos de gran amor y dedicación en Mi Escuela Especial N° 10. 

Graciela Medina 
DNI 5.735.655 
Docente jubilada