Un negocio rentable que requiere una inversión de sólo $3000

La venta de los conos congelados de pizza deja un margen de un 50% y de los conos de pizza recién hechos deja un 90%, según cuenta su creador.
miércoles, 21 de octubre de 2020 13:37
miércoles, 21 de octubre de 2020 13:37

Alejandro Flores es el creador de los conos de pizza LQF, que significa Lo que faltaba, emprendimiento que arrancó su historia en 2005. Desde ese momento, Flores ensayó diferentes modelos de negocio. Cuando estaba a punto de fundirse, hace tres años encontró la manera de cocinarlos en dos minutos y expandió su negocio a todo el país. Pero no se quedó solo con eso, sino que durante esta pandemia, se reinventó y lanzó los conos de pizza congelados. De esta forma logró darle un giro a su negocio, y a la vez dará más trabajo a los chicos de la Asociación Civil Pumas del Sur. Una empresa de impacto social que ayuda con una baja inversión

El emprendedor contó a BAE Negocios: “Pensé que era un producto para vender al paso como los panchos y las hamburguesas, pero me pegaron el primer sopapo. La cocción tardaba 15 minutos. En 2007, puse mi primer local en Belgrano, en 2010 vendí la primera franquicia en Rosario. En un año, tuve 20 locales en siete provincias. En 2015 y 2016 la situación económica se complicó, aumentaron los alquileres y varios cerraron y casi desaparezco”.

Al seguir contado su experiencia,  Flores expresó: “En 2017, encontré la forma de cocinar los conos en dos minutos, hice un prototipo, lo patente en 2018. Me cambió la vida, de los 5 locales exclusivos que me quedaron pasé a tener 600 puntos de venta en pancherías, kioscos, escuelas en 2019”.

Para lograr la expansión desarrolló un concepto de franquicias de distribución, vendió zonas y tostadoras. Era la única forma de poder crecer sin tener que invertir en 600 máquinas. Sólo le resta vender las zonas de Chaco, Santa Cruz, Tierra del Fuego y Río Negro.

En enero de este año comenzó a pensar en la venta de conos de pizza congelados. “Con locales y colegios cerrados, decidí lanzar un formato individual con un soporte que permite que se pueda cocinar en el hogar. Nos reinventamos en plena pandemia”.

Logró ofrecer un negocio redondo: “Los que quieran vender conos de pizza sólo tienen que comprar un promedio de 150 a 200 conos mensuales, les dejamos la tostadora en comodato. La inversión inicial es de $3000. La venta de los conos congelados deja un margen de un 50% y de los conos de pizza recién hechos deja un 90%”, contó el emprendedor.

Entre los muchos desafíos que enfrentó LQF fue la aceptación del público. “La gente al principio, no se imaginaba como se podía comer una pizza en un cono. Miraba el producto y pensaba que era una porquería, hasta que lo probaba. Fue titánico revertir esa imagen”, reveló.

La planta de LQF produce 150.000 conos mensuales. Pero están ultimando los detalles para desembarcar en Uruguay y Colombia. “Hace dos meses vendíamos 30.000 conos en la pandemia y quintuplicamos la producción. Pese a que de los 600 puntos de venta sólo pudieron abrir 80. Si bien en la planta podemos hacer 400.000 unidades, nos quedará chica. En breve lanzaremos muzzarelitas un cuarto de muzzarella picada lista para usar en pizzas y otros productos que no serán pizzas”, contó Flores.

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