¿Que es la procrastinación y por qué es tan común y nociva para las personas?

viernes, 20 de noviembre de 2020 17:50
viernes, 20 de noviembre de 2020 17:50

El término “procrastinar” (del latín procrastinare: pro, adelante, y crastinus, referente al futuro) es la postergación o posposición (posponer o aplazar) es la acción o hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables.

La ciencia explica que se trata de un trastorno del comportamiento que tiene su raíz en la asociación de la acción a realizar con el cambio, el dolor o la incomodidad (estrés). Éste puede ser psicológico (en la forma de ansiedad o frustración), físico (como el que se experimenta durante actos que requieren trabajo fuerte o ejercicio vigoroso) o intelectual. El término “procrastinar” (y no procastinar, como se lo ha simplificado popularmente) se aplica comúnmente al sentido de ansiedad generado ante una tarea pendiente sin tener una fuerza de voluntad para concluirla.

“Es parte de la condición humana”, afirma Tim Pychyl, docente de psicología en la Carleton University de Ottawa, Canadá, quien se dedica a investigar el fenómeno. “Una de las maneras de hacer frente a las situaciones es evadirlas, y así es como se resume la procrastinación: queremos sentirnos bien en el momento, y la forma de lograrlo es evitando la tarea”.

El acto que se pospone puede ser percibido como abrumador, desafiante, inquietante, peligroso, difícil, tedioso o aburrido, es decir, estresante, por lo cual se autojustifica posponerlo a un futuro idealizado, en que lo importante es supeditado a lo urgente.

Si descartamos problemas neurológicos o conductuales severos que deben ser diagnosticados por profesionales médicos, psicólogos y psiquiatras, podemos coincidir en que procrastinar/postergar las cosas es un recurso repetido que demora y ralentiza cualquier resultado positivo y de evolución trascendente que se quiera lograr.

La procrastinación se ha convertido, entonces, en un enemigo de la productividad personal y profesional. Las organizaciones sufren este mal potenciado en forma exponencial por la cantidad de personas que postergan sin sentido tareas que, en un marco razonable, pueden ser realizadas sin demoras. La burocracia, por ejemplo, más allá de los procesos que deban ser revisados, es otro ejemplo de cómo afecta a los ciudadanos en distintos países.

En la vida de relación, la dilación en la toma de decisiones corroe los vínculos. La falta de elecciones rápidas, por más sencillas que sean; la postergación de conversaciones importantes; eludir las responsabilidades y el dejar para mañana, "total no pasa nada”, son algunas de las múltiples excusas de los procrastinadores.

Aquí algunos tips para no dejar que la procrastinación nos gane:

1- Regla de un minuto (o dos)

 David Allen, un experto en organización del tiempo, recomienda que si estás planificando acciones en tus pendientes o decisiones, si te lleva menos de un minuto o dos, hazlo en el momento: no lo dejes para después.

2- Empieza por metas pequeñas

 Busca algo sencillo y hazlo en el momento. Durante todo un mes corrido aumenta poco a poco el nivel de complejidad en tareas que solías postergar. Estarás entrenando tu inconsciente para responder de inmediato a esas cosas que postergabas.

3- No lo pienses

 A veces pensar demasiado es lo que vuelve en tu contra la voluntad. Toma acción de inmediato.

4- Establece rutina

 Las tareas repetitivas pueden completarse con un mínimo de esfuerzo. Si, en cambio, inviertes una gran energía en quejarte y postergarlas, se trasforma en un boomerang que vendrá en contra de ti.

5- Divide en tareas menores las decisiones complejas

 Si quieres preparar una tesis para tu carrera, en vez de hacerlo días antes del plazo final, divide el proceso en tantas partes pequeñas donde debas tomar decisiones (elecciones conscientes) como te sea posible. Así, te vas entrenando y, cuando menos lo pienses, estarás con el trabajo muy avanzado.

6- Pon un porcentaje de avance

 Inicia cada tarea, por pequeña que sea: el primer paso ya es un cincuenta por ciento de tu esfuerzo. Luego, añade los porcentajes adicionales. Enfócate en todo lo que conquistaste y no en el tramo que te falta.

7- Experimenta en casa

 Busca un sector que necesite ser ordenado. Empieza con un pequeño espacio y avanza al siguiente: te aseguro que sentirás tal satisfacción que casi no podrás reconocerte.

8- Si abandonas, retoma. Date espacios para las recaídas

Es posible que empieces, lo dejes, y quieras retomarlo más adelante. Lo importante es que lo hagas una y otra vez.

9- Haz listas y marca tus logros

Por pequeños que sean, es muy estimulante ver el avance. No hace falta mucho detalle: sólo una referencia breve para saber que lo has hecho.

10- Descansa lo suficiente, pero no te engañes

 Bajo la excusa del agotamiento físico muchas personas esconden su procrastinación. Recuerda que los mejores resultados se obtienen sólo haciendo las cosas. Si deseas corregir tu adicción a postergar las cosas, necesitas mantenerte en acción permanente.

11- Comparte tus logros

Ayudar a otros y pedirles asistencia para que te estimulen es muy bueno no sólo en el ámbito del trabajo sino también en la familia y otros ámbitos sociales.

12- Pon un toque de diversión

Puedes colocar buena música durante todo el tiempo en que necesites estar en acción. Mientras escribo este artículo está sonando una canción del momento, que hace que mi creatividad este más estimulada.

13- Cuida tu lenguaje

Coloca en tu mente palabras positivas, de apoyo y que te den la energía suficiente para dejar de postergar las cosas.

14- Evita las distracciones y pon todo en un sistema

 Implementa algo sencillo que funcione para ti, y que te permita tener una pantalla actualizada del estado actual de cada acción que vas tomando. Puedes llevar una agenda y respetarla.

15- Imaginate en el futuro

 Si está postergando sacar cita con el médico o hacer ejercicio, piense en una versión futura saludable de usted que esté al alcance de sus manos. “Puede servir como una motivación para mejorar su salud y para todo lo que podrá hacer si lo logra", argumenta Sirois. “No obstante, imaginar las repercusiones negativas de no asistir a consulta, no cambiar la dieta o ser más activos podría resultar contraproducente”. 

100%
Satisfacción
0%
Esperanza
0%
Bronca
0%
Tristeza
0%
Incertidumbre
0%
Indiferencia

Comentarios

Otras Noticias