El 19 de octubre, se celebra a nivel mundial el Día del Gin Tonic, dándole reconocimiento a una de las bebidas más famosas de la coctelería mundial y que se encuentra en auge en estos días. Ya sea para cortar la semana o para celebrar la llegada del viernes, esta preparación espirituosa es ideal para acompañar las reuniones y divertirse entre amigos, a cualquier hora del día.

El gin es una de las bebidas más consumidas en el mundo. Esta categoría de bebidas espirituosas presenta un sostenido crecimiento en Argentina en los últimos años. La tendencia impulsó la creación de variedades producidas en el país, ampliando tanto el mercado del gin a nivel local como sofisticando cada vez más el paladar de los consumidores.

Su versatilidad, la simpleza de su preparación, su capacidad para combinarse con multiplicidad de ingredientes y sus potencialidades de consumo (aperitivo, after office o, incluso, para acompañar almuerzos o cenas) hacen del gin tonic un trago que difícilmente encuentre rival.

El gin tonic podría definirse como la mezcla armoniosa de gin, agua tónica y limón. Su historia data de fines del siglo XVI y principios del XVII, y se le atribuye a Guillermo de Orange, proclamado rey de Inglaterra, Escocia e Irlanda, quien habría sido el que estableció la cultura del jenever que los ingleses volvieron una tradición, a tal punto que lo convirtieron en uno de los destilados más famosos del mundo.

Por otra parte, a finales del siglo XVIII, el suizo Johann Schweppe introdujo al mercado el agua mineralizada y mudó su sede a Londres tras convertirla en la bebida favorita de la casa real británica. Como un plus, Schweppe desarrolló un método para añadir quinina (un remedio natural contra la malaria) al agua, dando origen al agua tónica.

En el siglo XIX el imperio británico conquistó la India. Los soldados se encontraron con condiciones muy peligrosas para su salud e, incluso, su vida: altas temperaturas, humedad y la presencia del mosquito transmisor de la malaria, y recibieron instrucciones de Londres de beber, exclusivamente, agua tónica para evitar contraer la enfermedad.

El sabor era realmente desagradable. Fue por eso que decidieron añadirle gin y, con el tiempo, le incorporaron cítricos para mejorarlo.

La fórmula por excelencia de este brebaje es sencilla de recordar: 70/30, 30% de gin y 70% de agua tónica dentro de un vaso con mucho hielo, ideal para pedirla en cualquier bar o convertirse en bartender ante los invitados en casa. Se puede presentar de la forma clásica, con una rodaja de limón, o probar diferentes alternativas, como una rodaja de lima, cáscara de naranja, cáscara de pomelo, incluso bayas de enebro, una rama de romero, granos de pimienta negra o nuez moscada.

Gin Tonic tradicional

Receta por Victoria Etchaide, embajadora de Beefeater para Argentina.

Ingredientes

• Gin
• Tónica
• Rodaja de naranja
• Rodaja de limón
• Mucho hielo

Preparación:

Llenar un vaso o copón con mucho hielo, luego agregar 1 parte de gin y 3 de tónica. Decorar con una rodaja de naranja y otra de limón.

Gin Tonic con un twist

Receta por Bombay Sapphire

Ingredientes

• 50 ml. de Bombay Sapphire
• 150-200 ml. de agua tónica
• Gotas de jugo de limón
• Limón para decorar

Preparación:

Completar una copa globo con abundante hielo hasta enfriarla y eliminar el exceso de líquido. Ir incorporando los ingredientes y revolver.

Un twist: sobre el final, se puede agregar una cáscara de naranja, una hoja de menta, albahaca o alguna estrella de anís. Todos los ingredientes en su justa medida para no perder el balance entre sabores.