Los 3 signos más infieles del Zodíaco

Entérate en esta nota cuáles son los signos más infieles, si sos uno de ellos o si tu pareja lo es
miércoles, 2 de noviembre de 2022 11:10
miércoles, 2 de noviembre de 2022 11:10

Una de las principales razones por las cuales muchas parejas llegan a separarse es, sin dudas la infidelidad. En este sentido, la astrología, quien puede mostrarnos rasgos de la personalidad de cada signo, nos muestra que algunos de ellos tienden a optar por vínculos monogámicos, una pareja estable, con exclusividad. Mientras que a otros signos prefieren más el amor libre y explorar otras formas de vincularse, que se salgan de la monogamia.

Este tipo de personas tienden a buscar otras formas de amor, abrirse a nuevos vínculos y formas de relacionarse.

Según revelan los astrólogos, estos tres signos del Zodiaco tienen una mayor tendencia a engañar a su pareja. 

Aries

Este signo es uno de los más infieles del Zodiaco porque está dotado con un erotismo muy muy intenso. Es uno de los más apasionados en el amor, por esto tanto el hombre como la mujer Aries tienen riesgo de caer en la infidelidad, aunque al mismo tiempo la exigen a su pareja de un modo radical. 

Sagitario

Sagitario está regido por Júpiter, que representa la potencia del dios máximo del Olimpo, que tuvo múltiples amoríos y un sinfín de historias donde buscaba saciar su deseo por todos los medios.

Su naturaleza es buscar nuevos desafíos que le permitan tener el control y no verse vulnerado por sus propios sentimientos. A ellos les gusta tener el control de todo, incluso de sus sentimientos. Es por esto que muchas veces desarrollan algunas estrategias que le permitan imponer su ley para mantenerse fuerte y en conducción.

Géminis

Las personas nacidas bajo este signo tienen una energía dual y jovial. Esto hace que todo lo que sea demasiado serio le provoque inquietud o un temprano aburrimiento.

Son curiosos por naturaleza y esto es lo que los impulsa a la aventura una y otra vez. Ellos manejan con maestría el “chamuyo”, que entiende que el juego erótico siempre empieza en la cabeza. Esto último puede ocasionar también que sea más bien un infiel virtual que uno que pasa realmente a la acción.

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