Rosácea: síntomas y tratamientos
Es un trastorno de la dermis que puede ser hereditario o provocado por factores externos.La rosácea es una afección común de la piel que causa rubor o enrojecimiento y vasos sanguíneos visibles en la cara. Además, puede producir pequeños bultos llenos de pus. Estos signos y síntomas pueden aparecer durante semanas o meses y luego desaparecer por un tiempo. La rosácea puede confundirse con el acné, otros problemas de la piel o la rubicundez natural.
La rosácea puede afectar a cualquier persona, pero es más común en mujeres de mediana edad que tienen la piel clara. No existe cura para la rosácea, pero el tratamiento puede controlar y reducir los signos y síntomas.
Se estima que más de 40 millones de personas en todo el mundo sufren de rosácea, hace que el 21% de los pacientes evite el contacto o cancele compromisos sociales por vergüenza.
Síntomas:
Los signos y síntomas de la rosácea incluyen lo siguiente:
Rubor o enrojecimiento facial: La rosácea puede causar rubor o enrojecimiento persistente en la parte central de la cara. Este signo de la afección puede ser difícil de ver en las pieles morenas y negras.
Venas visibles: Los pequeños vasos sanguíneos de la nariz y las mejillas se rompen y se hacen visibles (arañas vasculares).
Protuberancias hinchadas: Muchas personas con rosácea también desarrollan granos en la cara que se parecen al acné. Estas protuberancias a veces contienen pus.
Sensación de ardor: La piel de la zona afectada puede notarse caliente y sensible.
Problemas oculares: Muchas personas con rosácea también tienen ojos y párpados secos, irritados e hinchados. Esto se conoce como rosácea ocular. En el caso de algunas personas, los síntomas oculares preceden a los síntomas cutáneos.
Nariz agrandada: Con el tiempo, la rosácea puede engrosar la piel de la nariz, y hacer que esta parezca bulbosa (rinofima). Esto sucede con mayor frecuencia en hombres que en mujeres.
Cómo prevenir la rosácea:
Existen ciertos cuidados para prevenir la rosácea. Si bien esta enfermedad es mayoritariamente hereditaria -dado que el 30% de los pacientes presenta antecedentes familiares-, hay factores externos que pueden desencadenarla:
Las temperaturas extremas, ya sea de frío o calor.
La exposición solar.
Los ambientes demasiado calurosos.
Los alimentos sumamente condimentados, las comidas y bebidas calientes, chocolate, vainilla, pimienta, ají picante, ajo, curry, mostaza, cítricos, quesos, vinagre, salsa de soja, etcétera.
Las bebidas alcohólicas.
El estrés e influencias emocionales.
El hábito de fumar.
Tratamiento:
El tratamiento de la rosácea se centra en controlar los signos y síntomas. En la mayoría de los casos, esto requiere una combinación de un buen cuidado de la piel y medicamentos recetados.
La duración del tratamiento depende del tipo y gravedad de los signos y síntomas. La reaparición es frecuente.