SALUD
Claves para evitar el dolor cervical
Los dolores ocurren por anomalías en las partes blandas (músculos, ligamentos, discos y nervios).Los dolores en la zona cervical de la columna son de los más extendidos entre la población, ya que habitualmente se generan como consecuencia de malas posturas o movimientos.
La Organización Mundial de la Salud describe el dolor cervical como “aquel conjunto de signos y síntomas que alteran el normal comportamiento de las estructuras localizadas en la región del cuello, donde se encuentran las vértebras cervicales, ocasionando trastornos en el sistema musculoesquelético y en el tejido conectivo”.
“Es un síntoma de dolor en la región cervical, que es la parte más alta de la columna. A veces los dolores pueden irradiarse a la cabeza, hombros o miembros superiores”, describe el osteópata y licenciado en kinesiología Eladio Vecchi.
¿Cómo evitar estos dolores?
- Rotación de cuello: rotar el cuello 90° hasta que la barbilla toque uno de los hombros. Descansar unos segundos y rotar el cuello hacia el lado contrario. Es importante hacer este ejercicio de forma lenta y pausada, controlando el movimiento en todo momento y manteniendo la espalda recta.
- Rotación de hombros: con la espalda recta, rotar los hombros en un movimiento circular, primero hacia delante unos segundos y luego hacia atrás. Es un ejercicio similar a las brazadas en natación, pero sin extender los brazos.
- Inclinación lateral de cuello: inclinar todo el cuello hacia un lado, intentando que la oreja toque el hombro. No forzar el estiramiento: detenerse cuando se note que el músculo se estira sin llegar a sentir dolor. Después de una pausa, hacer el mismo movimiento en sentido contrario. Siempre con la espalda recta.
- Flexión anterior de cuello: primero, llevar la barbilla al pecho. Igual que en el ejercicio anterior, detener el movimiento cuando se note que el músculo se estira a la capacidad máxima sin notar dolor. Después de unos segundos, realizar el movimiento en dirección contraria, con los ojos mirando hacia el techo, sin llegar a quebrar la zona cervical y manteniendo la espalda recta.