Finalmente, los rumores y los miedos a una cancelación quedaron como parte del pasado: Corea del Sur tendrá su Gran Premio de Fórmula Uno en 2010.
Es que ayer una inspección de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) aprobó el circuito de Yeongam, donde se correrá la próxima fecha del calendario, prevista para el 24 de octubre.
Desde el comienzo del año, el cronograma de carreras –más extenso que nunca, con un total de 19 competencias- tuvo al Gran Premio coreano con un asterisco gigante junto a su nombre.
Las obras avanzaban a ritmo lento, complicadas por el clima, y crecían entonces las dudas sobre su realización.
Sin embargo, después de una inspección de dos días, la FIA dio su visto bueno definitivo al circuito ubicado a unos 400 kilómetros al sur de Seúl.
La delegación técnica encabezada por Charlie Whiting se mostró satisfecha con el estado del circuito después de que se colocara la semana pasada la última capa de asfalto.
La competencia en el Korea International Circuit, que tiene una extensión de 5,621 km, tendrá 55 vueltas para completar un recorrido total de 309.155 km. Las prácticas libres están previstas para el viernes 22 de octubre desde las 22 (hora de la Argentina), mientras que el Gran Premio será en la madrugada del domingo (3 de la mañana de Buenos Aires, al igual que el pasado GP de Japón).
Después de Corea del Sur, la temporada de Fórmula 1 seguirá en Interlagos (San Pablo, Brasil) y la definición será en el circuito Yas Marina de Abu Dhabi, el 14 de noviembre.

Los candidatos

Entre los integrantes del podio del Gran Premio de Japón posiblemente haya que buscar al futuro campeón de Fórmula 1.
Un objetivo por el que pugnan el líder Mark Webber y Sebastian Vettel, los pilotos de Red Bull, con Fernando Alonso, la gran carta de Ferrari.
Quedar afuera del podio en Suzuka les quitó buena parte de sus chances reales a Lewis Hamilton y Jenson Button, los últimos dos monarcas, que conviven en un equipo McLaren que perdió el rumbo en las recientes fechas.
En busca de reencontrarlo, estrenará variantes aerodinámicas en la próxima carrera.
Una agónica carta para mantener chances que por ahora sólo avala la matemática.