Ezequiel Nieto
El arquero del futuro
Héctor Ezequiel Nieto nació el 24 de abril de 1991, y se inició como jugador de fútbol en las divisiones inferiores de Policial donde su papá era el técnico, con muchos chicos del barrio de la Tablada.
Vive con sus padres, María del Carmen Galván y Héctor Nieto, más sus 6 hermanos, Natalia, Gabriel, Milagros, Damián, Sabrina y David.
Está de novio con Eliana Coronel.
Estudia para Técnico en Bioquímica.
El Esquiu.com te cuenta la particular historia de una de las promesas del fútbol catamarqueño, que pasó por Estudiantes de la Plata y participó de un Argentino B con menos de 20 años. Compartimos la palabra del arquero del futuro.
¿Cómo comenzó tu carrera?
De chiquito, mi papá me llevaba a Policial, pero en la Escuelita de Fútbol de Los Amigos es donde aprendí mucho de lo que sé y donde elegí ser arquero. Ahí me preparaba el profe Luís Castillo.
¿Cómo fue tu experiencia en Estudiantes de la Plata?
Cuando tenía 14 años, me avisaron que había una prueba para Estudiantes de la Plata en la cancha de Parque Daza y fui a probar suerte. Me fue bien y quedé en el equipo. Viajé a la Plata, me hicieron los estudios y me quedé dos años y medio.
Es otro nivel, desde lo que te enseñan hasta las comodidades. Estábamos en un albergue con chicos de todo el país y no nos faltaba nada; teníamos una heladera a nuestra disposición que recargaban todos los días. En cuanto a la vestimenta, nos acondicionaban a cada uno, desde la ropa hasta la pelota que teníamos que usar todos los días.
Teníamos que ir todos los días al gimnasio, e hice una buena relación con Claudio Vivas. Estudiantes se hacía cargo de toda mi estadía allá. También conocí a Juan Ramón “La Bruja” Verón, el padre de Sebastián “La Brujita” Verón.
¿Qué anécdota recordás de la Plata?
El partido que más me acuerdo fue uno que jugamos contra Boca donde me eligieron la figura, y otro fue el clásico con Gimnasia donde sufrimos mucho y tuve que trabajar casi todo el partido; en una contra lo ganamos con gol de Esteban Valakquevinis que es catarmaqueño también. En el diario del club, titularon “los catamarqueños nos dieron la victoria en el clásico”. Viví muchas cosas lindas
Lo único que fue una experiencia fea fue cuando se incendió el albergue, yo estaba entrenando y se dio un corto circuito y algunos compañeros tiraron mis cosas por la ventana y así se salvaron.
Luego nos dieron un albergue por la calle siete y tuvimos un tiempo
¿Por qué te volviste a Catamarca?
Me volví porque cambiaron de coordinadores, y teníamos que viajar a Brasil.Yo pedí permiso para visitar mis familiares y justo fue en esos días que cambiaron la comisión y yo estaba acá y no les gustó eso y me dejaron libre.
Después Pedro Miró me llevó a una prueba en Argentinos Júnior donde también pase todas las pruebas, estuve 2 meses pero un represente llevó un arquero de Paraguay e hizo de todo para que él se quede.
Los dirigentes se manejan con representantes, hay una mafia en el fútbol donde no prevalece el que tiene mejores condiciones, sino los que tienen mejores representantes.
¿Quiénes te promovieron en esta carrera?
Los referentes son Fermín González, y también me ayudó mucho Rafael Aldao. Además siempre me apoyaron desde chico Miguel Correa, Daniel “Patito” Uriarte y Luis Castillo. Para mí y para mi familia la Escuela de Los Amigos ha sido muy importante en nuestras vidas.
Cuando puedo voy a practicar en la escuela de arqueros que tiene Rafael Aldao en el polideportivo y es lo único que estoy haciendo de trabajo de arquero, y no me cobra nada así que siempre voy a estar agradecido.
¿Cómo fue tu paso por el Atlético Policial?
Volví a Policial, porque por reglamento uno retorna al club de origen, y comencé a entrenar con el plantel del Argentino B. Juan Bernuncio vio mi trabajo y me convocó. Ahí conocí a Fermín González que me enseñó aún más el oficio de ser arquero. Además me ayudó en lo anímico, cuando yo volví quería largar todo y tanto Fermín como Bernuncio me ayudaron para seguir en esto. Yo tenía 16 años y ya era cuarto arquero en el Argentino B.
¿Por qué tu alejamiento de Poli?
Me fui de Poli por mi mala relación con Roque Ferreira cuando era el Técnico. Me dijo que no me iba a tener en cuenta, no jugaba ni en la cuarta, y yo quería jugar como cualquier jugador. Ojo, son gustos del técnico y hay que respetarlos.
Policial me debía dinero por lo que había estado en el Argentino y mi papá habló con Fernando Rivera y, a cambio de la deuda, me dieron el pase como jugador libre. Mi familia es hincha de Policial, pero yo sé que mientras esté Juan Rivero y esos dirigentes que lo acompañan siempre, yo no voy a volver al club.
¿Cómo llegás a Estudiantes?
Luego me hablaron Chacarita y Estudiantes, y decidí por el “Pincha” porque me hizo una mejor oferta económica.
Yo sabía a lo que me atenía y el presidente me dijo que acá nos iban a meter muchos goles, pero yo quería hacer esta experiencia donde ataje los 90 minutos y nos exijan durante todo el partido. Pero estoy muy agradecido porque me tratan muy bien y me valoran como persona que es lo más importante, y mis compañeros se sacrifican mucho para jugar.
¿Cómo te imaginas tu futuro?
Mi sueño es atajar en un club grande de Catamarca y llegar a jugar en un Torneo del Interior. Ojalá el año que viene se me dé la oportunidad. Y también atajar en El Estadio Nuevo.