¿No quiere un chico de ocho años jugar al fútbol?
Observando las planillas oficiales de la categoría Infantiles B de la Liga Chacarera, que jugó su capítulo número 15 el pasado sábado 23, en el predio de San Martín de El Bañado, es llamativo y lamentable ver que las planillas de juego están casi todas incompletas.
Equipos que presentan los titulares y tres suplentes, un suplente, y hasta clubes que presentan solamente diez jugadores.
¿Qué está pasando que los chicos no van a jugar? es la pregunta que nos nace a todos los que de una u otra manera estamos involucrados con este deporte.
Sin dudas habrá que hacer algo, desde los clubes, para que los niños tengan continuidad. Esto es, la Liga programa, pero son los propios clubes los que deciden si juegan cada fin de semana o no.
Los dirigentes de algunos clubes deberán preocuparse más para que los chicos puedan asistir a cada convocatoria para jugar. Y decimos de algunos, por que hay instituciones que llevan muchos más de los que se pueden inscribir en la planilla oficial y hasta se les hace difícil a los técnicos hacerles entender a los pequeños, ya que todos quieren jugar.
El Departamento de Fútbol Infantiles e Inferiores de la Liga Chacarera ha programado en tiempo y forma la estructura, para que se jueguen los torneos Anuales de cada una de las divisiones inferiores.
Los delegados de cada club, los martes, día de las reuniones, son los responsables de decidir cuándo se juega.
El paso adelante
Lo positivo que se logró este año en Las Chacras, aunque a muchos todavía les cuesta asimilar esta forma de juego, es que se redujeron las dimensiones de los terrenos, y los arcos; propiciando, se puede decir, un ‘escenario’ más apropiado para los ‘actores’.
El pequeño jugador tiene más posibilidades de contacto con el balón, al tener menos espacio por cubrir.
En una visita a la provincia, Daniel Onega, coordinador de las divisiones inferiores de River Plate, graficó de forma simple pero contundente lo que siente un chico jugando en una cancha de once. “Un chico en una cancha de once, es como un adulto en una de 300 metros”.
Por otro lado, a muchos padres hay que recordarles que es una categoría formativa y no competitiva, por lo que lo más recomendable es dejar las presiones de lado.
El chico va a divertirse y a aprender.