Gracias a un memorable lanzamiento de Jason Kidd desde su propio campo, Dallas levantó un 46-47 sobre el final del primer tiempo y, tras el regreso de los vestuarios, derrotó a Los Angeles Clippers por 99 a 83 en un partido válido por la NBA.

Cuando sólo restaban segundos para el cierre de la primera mitad, Jason Terry, de los Clippers, marró una bandeja ante el aro de Dallas. Dirk Nowitzki bajó el rebote y asistió a Kidd, quien no dudó y lanzó antes de salir de su propia zona de tres puntos.

Tras el descanso, Dallas no tuvo problemas para asegurarse la victoria y derrotó a su rival de turno con un cómodo resultado para sellar una jornada inolvidable.